Zapatero tira de Blanco mientras prepara un adelanto electoral "de manual"

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José Luis Rodríguez Zapatero, ayer lunes, dando cuenta de los cambios en su gobierno. / lamoncloa. gob.es

Si algo sacan en claro en la familia socialista, tras el anuncio realizado por el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, de las sustituciones en el gobierno, con el ascenso del  hasta ahora secretario de Estado para la Seguridad, Antonio Camacho, a ministro del Interior y el ministro de Fomento, José Blanco, convertido en portavoz del Ejecutivo, es que a esta legislatura le queda un suspiro y que, pese a todo, Zapatero no se resistió finalmente a dar una pequeña “sorpresa” con sus últimos nombramientos, al ofrecer la portavocía del gobierno a su fiel escudero Blanco y no al ministro de Presidencia , Ramón Jáuregui,  fiel escudero, en todo caso, del flamante candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba.

Genio y figura, Zapatero logró, por lo menos, sorprender con un nombramiento: el del ministro Blanco como portavoz. Pero lo que no logran ni él ni su entorno es convencer a nadie de su anunciada  intención de agotar la presente legislatura y llevar las elecciones al próximo mes de marzo. De hecho, si hasta hace poco Zapatero reiteraba que la legislatura acabaría en marzo, desde hace poco más de un mes evita hacer ese comentario. Incluso, en el reciente Debate sobre el Estado de la Nación modificó sobre la marcha el discurso que llevaba escrito, para evitar mencionar que la legislatura se agotará en el mes de marzo.

Desde hace algo más de un mes, el presidente no menciona fecha alguna y, como hizo ayer mismo en su comparecencia ante la prensa, se remite a la socorrida expresión “cuando toquen” cada vez que se le pregunta por la fecha de las elecciones o por  un hipotético adelanto electoral y repite que el gobierno no se preocupa por otra cosa que no sea “mantener la estabilidad económica, ganar la recuperación y crear empleo”. Lo cierto es que nadie se preocupa por averiguar si hay alguna circunstancia que provoque un cambio en el calendario electoral que maneja Zapatero, porque la certeza de que Zapatero quiere disolver las Cortes en Septiembre, a la vuelta del verano, ha cundido en todos los dirigentes socialistas.

Por todo ello, la sustitución de Rubalcaba ha quedado, finalmente, en eso, una sustitución necesaria, sin más ambición que la de llegar cuanto antes al final de una legislatura que empezó con niveles muy aceptables de popularidad de Zapatero y del PSOE  y que puede situar a ambos en los peores momentos de su historia. No hay caras nuevas, ni nuevos impulsos en este gobierno. Ni siquiera lo intentan. Ya nadie en el PSOE duda de que estos últimos relevos son el síntoma más evidente de que la legislatura concluirá antes de lo esperado.

Pero el adelanto electoral no solo es evidente para los socialistas. En el PP, Mariano Rajoy también da por descontado ese adelanto, aunque entiende, según aseguran algunos de los suyos que le han oído comentar, que “es de manual que Zapatero no anuncie el adelanto electoral hasta el mismo momento de la disolución”. Seguramente ese mismo manual indica que, en el PP, aunque den por descontado el adelanto de las elecciones, deben seguir  pidiéndolo enérgicamente, como ayer mismo hacía su secretaria general, María Dolores de Cospedal.

Por lo que respecta a los cambios en el gobierno, el nombramiento de Camacho no ha sorprendido a nadie. Llegó al Ministerio de la mano del entonces ministro del Interior, José Antonio Alonso. Fiscal de profesión, Camacho ha permanecido en el Ministerio desde 2004 y conoce a la perfección la situación por la que atraviesa la lucha contra ETA. Sus implicaciones en el Caso Faisán no han sido motivo de peso  para no “premiar” su trabajo durante todos estos años. En el PSOE nadie dudaba de que Camacho tendría su recompensa, aunque ésta tenga una fecha de caducidad muy próxima. Tal vez por ello a Zapatero no le ha supuesto ningún problema esa hipotética vinculación con el caso del chivatazo a ETA.

Por su parte, José Blanco ya ejerció de portavoz del PSOE  hasta que desembarcó en el Ministerio de Fomento en la presente legislatura. El propio Zapatero justificaba ayer su nombramiento  diciendo que “conoce bien la acción global que el gobierno está llevando adelante y tiene conmigo una confianza muy directa, muy trabada, que facilita la tarea para ser portavoz”. Tal vez la confianza que no tiene en Ramón Jáuregui, el ministro de Presidencia que, una vez más, se quedó con el nombramiento de “portavoz” que le hizo la prensa. Zapatero ha optado por encomendar esa tarea a Blanco.

1 Comment
  1. Runaway says

    Vamos a salir de Málaga para meternos en Malagón. Así pues, mientras antes nos metan en el matadero mucho mejor.
    Y a propósito de Málaga. La Diputación Provincial de esta provincia -ahora en manos del PP- en medio de tanta crisis, tanto déficit y tantas deudas; la primera medida que han tomado sus nuevos inquilinos ha sido regalar 20.000 eurinos de nada sacados de los contribuyentes, para que dos cofradías amigas vayan de excursión a Madrid en Agosto, para ver al Papa.
    Se vé que están «centrados en nosotros». Disfruten o sufren lo votado. Tenemos y vamos a tener lo que nos merecemos.

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