El Vaticano y los Borbones, una historia de tensiones superadas

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El papa Benedicto XVI saluda a la reina Sofía en presencia del rey Juan Carlos en el Palacio de la Zarzuela, donde ayer fue recibido por los monarcas. / Javier Lizón (Efe)

La jerarquía católica se portó mal con los últimos Borbones. Alfonso XII llegó a dejar por escrito que no creía en Dios. Alfonso XIII mantuvo varios enfrentamientos con el Vaticano y murió convencido de que se había jugado la corona por la Iglesia Católica. Cuando Manuel Azaña proclamó que España había dejado de ser católica, se refería a aquella separación definitiva entre la Iglesia y el Estado que tantos dolores de cabeza había costado a los dos últimos reyes. El actual jefe del Estado, Juan Carlos I de Borbón, ha aprendido la lección histórica y asumió de buen grado la supresión de la prerrogativa de proponer obispos y los preceptos de la Constitución que consagran a España como un Estado aconfesional. Desde ese momento, la intromisión de la jerarquía y las presiones del clero han pinchado en hueso. Las leyes las hace el Parlamento, el Rey las firma y las tormentosas relaciones de los Borbones con los Papas han quedado superadas.

Ayer, Benedicto XVI inició su segunda jornada en España con una visita a La Zarzuela, donde fue recibido por los Reyes, el Príncipe Felipe, su esposa Letizia, su hermana Elena y los niños. Después de las fotos con el hombre de blanco y los zapatos rojos, el Rey y el Papa departieron a solas durante media hora y a la salida dijeron que habían tratado sobre los problemas de la juventud, que son muchísimos, sobre todo la falta de empleo, los salarios de miseria y la carestía de la vivienda, que la convierte en un derecho prohibitivo. Por eso y para ver si la banca y los promotores logran vender un porcentaje de los 750.000 pisos vacíos, el Consejo de Ministros resolvió ayer mismo bajar el IVA del 8 al 4%.

Aunque resulta dificil imaginar que, a estas alturas, al Papa se le haya ocurrido reprochar al Rey el cumplimiento de su obligación constitucional de firmar o sancionar leyes que, como la interrupción del embarazo, el llamado “divorcio express”, el derecho a una muerte digna –en tramitación parlamentaria-- y otras de carácter educativo, han irritado a los obispos españoles, encabezados por el presidente de la Conferencia Episcopal, Rouco Varela, no hay duda de que el jefe del Estado ni se deja presionar ni se inclina hacia la causa clerical, lo que no ha impedido a la reina Sofía expresar sus convicciones particulares a doña Pilar Urbano.

Quedan lejos los tiempos en que una parte de los curas y obispos se conjuraron contra Alfonso XII, negándose a celebrar los funerales por la reina María de las Mercedes, de la que él estaba muy enamorado. Algunos obispos esparcieron tanto desprecio contra el monarca que, en su soledad y tristeza, tras la muerte de su esposa, acabó escribiendo en el libro de caza, el único papel privado que tenía a mano, que su único consuelo era contemplar las ásperas sierras de El Escorial, donde había sido feliz con ella, pues ni siquiera tenía la suerte ni el descanso moral de Felipe II de ser creyente. Esta confesión fue descubierta por el historiador Javier Tusell.

Lejanos quedan también los esfuerzos de Alfonso XIII por deslindar Iglesia y Estado, con algunas decisiones como el decreto del matrimonio civil que eximía de toda declaración religiosa a los que quisieran casarse por el juzgado e impedía que la jerarquía declarase nulos esos matrimonios, o como la llamada “ley del candado”, que intentaba poner coto a las ventas de patrimonio de las diócesis y órdenes religiosas, o como la defensa de la reforma de Canalejas para descargar al erario público de obligaciones con la Iglesia –Canalejas dimitió a pesar de que el rey le rogó que no lo hiciera--, o la reforma de Romanones sobre la protección del patrimonio cultural –Romanones también dimitió tras la cruzada del nuncio y los obispos contra él-- y, en fin, como las modificaciones que intentó Manuel Pedregal para limitar los diezmos eclesiásticos. Pedregal dimitió asimismo como ministro de Hacienda. Todos contaban con el apoyo del Rey para esas reformas, pero el Vaticano pudo más. Hoy pocos discuten el rechazo popular a la insaciable jerarquía católica como una de las causas profundas de la proclamación de la II República.

Contaba Julián Cortés Cabanillas que estando Alfonso XIII en su exilio en Roma tenía tal conciencia de haberse jugado la corona por sus cesiones y concesiones a la Iglesia que decidió ir a ver al Papa para abordar el asunto del clero en España. Pidió audiencia y fue recibido, pero cuando comenzó a hablar del asunto, Pío XI le interrumpió bruscamente: “Eso no me lo cuente a mí, expóngaselo al nuncio Pacelli”. Al salir de la audiencia, don Alfonso preguntó al cardenal Caccia-Dominioni, que le acompañaba, qué tenía previsto hacer la Santa Sede cuando un Papa no convenía a la Iglesia, y el prelado, un tanto perplejo, le contestó que al ser el Espíritu Santo quien inspira a los cardenales en el cónclave, se lo lleva consigo. A lo que Alfonso XIII replicó: “¿Y no cree, eminencia, que el Espíritu Santo parece estar algo distraído?

Hoy la libertad de cultos que intentó y no pudo implantar el abuelo de Juan Carlos I es un hecho constitucional e indiscutible, aprobado por todos los españoles, pero no deja de ser chocante que el primer reproche de Benedicto XVI tras la bienvenida del Rey haya sido por la “persecución de los católicos” y “la marginación" de su simbología. Como no cabe suponer que haya recibido una información averiada de Rouco o del nuncio Fratini, se puede interpretar su queja como un reflejo de los tiempos en los que los curas trabucaires y los obispos felices con el nacionalcatolicismo llenaban los ministerios, escuelas, hospitales y demás centros públicos de cristos y fotos del Papa. Toda la condena y la repugnancia expresada por obispos y cardenales hacia los derechos individuales desarrollados por el Estado democrático español, desde la libertad de creencias y de culto al matrimonio con personas del mismo sexo, pasando por las medidas sanitarias ante embarazos no deseados..., forma parte de una letanía que siempre ha querido ir más allá de la labor pastoral para entrometerse en el terreno político contra el PSOE y el resto de la izquierda, sobre todo, cuando vienen elecciones. Ni siquiera el gesto de Zapatero de guardar en el cajón de los incumplimientos la prometida ley de igualdad religiosa ha sido valorado en esta ocasión.

Con todo, puesto que el Rey de hogaño llegó curado de los espantos de su abuelo, y el Gobierno no desea alimentar polémicas, por más que la eminente ideóloga Esperanza Aguirre haya descubierto a Carlos Marx para azuzar con su estulto desparpajo unas diferencias ya superadas entre religión e ideolgía, han decidido dar a  “visita privada” de Ratzinger un tratamiento como nunca. De hecho, nunca la policía se había esmerado tanto en dar "hostias" --literal y físicamente, según su lenguaje y procedimientos-- a quienes se han atrevido a ocupar por unas horas una micra del espacio urbano reservado a los papistas para denunciar el gasto público del montaje a mayor gloria del líder religioso.

Ayer Ratzinger visitó el Monasterio del Escorial, en el que Alfonso XII dejó constancia de su descreimiento, para decir a las 1.600 monjas que le acogieron haciendo la ola que “estamos ante el eclipse de Dios” y se necesita su fe y testimonio. Después, ante un grupo de jóvenes profesores de universidades católicas, encabezados por el ministro Ángel Gabilondo, advirtió contra “los abusos de la ciencia sin límites, más allá de ella misma”, critico la visión “utilitarista” de la educación porque puede llevar a “pérdidas dramáticas” (de vocaciones religiosas) y les rogó que conviertan la Universidad en "un ámbito de evangelización”. Por la tarde asistió desde su altar en Cibeles al emotivo y masivo vía crucis --acudió, aunque no en traje de penitente, el procesado y dimitido presidente valenciano Francisco Camps en compañía de Federico Trillo--, para el que se llevaron e instalaron en el Paseo de Recoletos 15 venerados pasos de la Semana Santa en otras tantas ciudades españolas. Nunca, en fin, un país, sus gobernantes, reyes y príncipes han tratado con más esmero y deferencia al representante de una confesión sin exigirle a cambio algo de respeto y menos beligerancia, aunque en el pasado fue peor.

9 Comments
  1. Ana says

    El Vaticano ha hecho mucho daño a España tradicionalmente, así cuando ha estado pegado a los monarcas (desde las guerras de religión) como cuando se ha pronunciado contra ellos. ¿Recuerdan cuanto tardaron los obispos y el Vaticano en condenar el golpe del 23-F, por ejemplo? Fiense del Papa y no corran.

  2. Ramón says

    Tiene razón el rey: «el cristianismo es clave en la historia de España», sobre todo, en la peor historia –hay que añadir–, la que ensangrentó y sojuzgó a América después de guerrear durante ocho siglos en la península contra los árabes y de expropiar y expulsar a los judios no conversos.

  3. cerca del mediterraneo says

    La Iglesia catolica es la gran saqueadora de España y culpable de nuestro atraso secular

    cercadelmediterraneo.wordpress.com

  4. FRANCISCO PLAZA PIERI says

    «Los borbones…», estos, los otros y los de más allá se arrodillarán, qué más les da a ellos, ante quienes sean con tal de seguir en la brecha…
    Ahí teníamos a su ‘glorioso caudillo’ que, para salir y pasearse bajo palio -se habrá visto mayor humillación- a estos insaciables les daba cuanto pedían, y lo que fuese más.
    Nadie piense, por ejemplo que, a quien valla a ser desauciado de su vivienda le vengan a proteger. No.
    A ese desgraciado, si no acuden los del 15-M antes de que lleguen los amigos de los lodrones, esos irán a la calle. Nadie, digo, entrará en el razonamiento de que si no paga es porque su situación se lo impide.
    ¡Ah!
    Nunca llegarán los borbones a echarles una manita.
    Una utopía; un imposible: si, por un casual, harto imposible, ya que sus altísimas señorías no están para estas bagatelas, entrasen en esta modesta observación, y tuviesen a bien contactar con quien suscribe, les aseguro que estaría al punto, dispuesto para atenderles muy gustosísimo sobre el tema.
    ¡Ya, ya se sobradamente que sus altísimas señorías (¿así se dice?) no andan con tiempo sobrado… les esperan cosas muy importantes, -¿qué digo?-, muchísimo más importantes, como son sus regatas y demás asuntos personales!

  5. Actorul Vasile Butnaru says

    EL CORAZON DEL PADRE:Claro.Nuevo Orden Mundial!Un hombre puede cambiar el Mundo,y eres TU…

  6. Azkll says

    Claro este1 que cada caso es diferente.Si te pones a peansr y analizar cada uno de los ejemplos de monarqueda en el mundo, llegamos a que ninguna es perfecta. Pero no olviden, que el Rey de Espaf1a perdif3 varias prerrogativas reales, poderes al fin y al cabo, depue9s de un refere9ndum que hubo, no recuerdo cuando, pero que se hizo deespue9s de un intento de golpe de estado. Los que saben me1s y quieren aclarar me1s el suceso, escriban porfa. La verdad es que yo no me se9 los datos exactos, no soy espaf1ol, pero tengo la certeza de que hubo una consulta al pueblo acerca de la forma de gobierno, cuando D. Juan Carlos ya era Rey.Por ende, el renuncif3 por voluntad popular a los grandes poderes que le habeda dejado el Sr. F. Franco, antes de morir, o al morir. Lo que nos habla de la grandeza de un hombre, que pudo hacer lo que se le antojara, y decidif3 por responder bien a su pueblo y todo cambif3 en favor del faltimo.Si bien es cierto, nadie es perfecto -he vuelto a descubrir mi contienente- el Rey de Espaf1a es un ejemplo. Pero, bfhay alguien que sea perfecto hoy, y este9 en tal condicif3n para ser el mejor de los monarcas??? Sr. Fooly-Cooly: bfPuede usted argumentar en pro-de la Repfablica, de ane1loga a como yo lo hice anteriormente, tomando a mal la monarqueda? ojo, sin tocar el tema de la igualdad entre personas un argumento bastante podrido, algo verdaderamente falaz, eufe9mico, y parece ser fanico para los repfablicanos bfbfbfUds. creen realmente que si el Rey se llegara a portar mal, como por ejemplo, matara a un ser humano y hubieran pruebas, quedareda libre o preso??? yo creo que ireda a la carcel o arresto domiciliario. La Ley es la LEY, INTOCABLE E INFRANQUEABLE. Por ende, todos son iguales ante la ley, pero nunca se ha logrado lo mismo en Sociedad. La ley es una cosa y la sociedad otra.Pregunta Final al Comentario REALMENTE, bfHA QUIc9N LE HA SERVIDO LA REVOLUCId3N FRANCESA, PERO EN VERDAD Y CON TODOS SUS ASPECTOS? Gracias y saludos fraternos

  7. Actorul Vasile Butnaru says

    Juan Carlos, help me para ir a la final propiedad de Trabajo Mason …

  8. Actorul Vasile Butnaru says

    Vatican puede cambiar el mundo …

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