CCOO se salta sus propias normas para evitar sancionar a Fidalgo

10
José María Fidalgo, en un acto del Instituto de Empresa. / ie.edu

Con José María Fidalgo uno va de sorpresa en sorpresa. Le hacíamos en UPyD ignorantes de que el azul del PP le queda mejor en las corbatas, y le consideramos ex sindicalista cuando la realidad es que ésta es la única condición que sigue conservando. A día de hoy, y a pesar de haber dejado la secretaría general en 2008, Fidalgo es miembro de la Ejecutiva de CCOO y del consejo confederal, su máximo órgano entre congresos.

Tenemos pues a un sindicalista en activo, aunque sólo sea sobre el papel, y ahí es donde radica el problema. Junto al sillón de secretario general, Fidalgo debió de perder además la dirección de CCOO, porque no se le ha vuelto a ver en ninguna de las reuniones de los órganos a los que pertenece.

Ocurre que la asistencia a estas convocatorias no es voluntaria, y en el caso de la Ejecutiva, que es la que dirige la acción del sindicato, su funcionamiento está regulado por un reglamento en el que se estipulan las ausencias injustificadas de sus integrantes, que no pueden ser más de cuatro. Como la Ejecutiva se reúne al menos una vez al mes, la cuenta es sencilla: el ex secretario general se ha fumado más de 30 convocatorias sin dar explicación alguna a la organización.

Se trata, como reconocían fuentes de la propia dirección, de un “caso insólito”, sobre el que “se ha decidido mirar para otro lado”, ya que, según las normas internas, se imponía la apertura de un expediente por su contumaz absentismo.

Nadie niega que Fidalgo está ocupadísimo, ya que entre su reincorporación a su plaza de médico en el madrileño hospital de La Paz, sus devaneos con Rosa Díez, sus aproximaciones carnales a la FAES de Aznar, la dirección de una unidad sobre negociación que el Instituto de Empresa se inventó para él, y las tertulias de Onda Cero en las que participa ha de quedarle poco tiempo libre. Aun así, según insisten en CCOO, el sindicato jamás se había enfrentado a un caso semejante.

La actual dirección, esa en la que está sin estar, también ha asumido el papel de estatua silente ante algunos de sus posicionamientos públicos, en las antípodas de la línea política de la organización.

“No se va a tomar ninguna medida contra él”, insisten en CCOO, aunque se confiaba en que algunos de sus viejos partidarios, como el ex secretario de Finanzas, Salvador Bangueses, le llamaran al orden o le convencieran para que dejara un club cuyo umbral lleva un trienio sin cruzar. Entre tanto, no habrá que llamarle ex sindicalista para no faltar a la verdad.

10 Comments
  1. China says

    !Qué desgracia de sindicalistos!
    Francamente, sería bueno que se unieran CCOO y UGT en un mismo sindicato, así tendríamos a todos en un mismo sitio.

  2. krollian says

    Otra señal más de la trapacería de ciertas instituciones.

    La actitud de ciertos personajes para rendir honor a la canción Cambalache.

  3. José Manuel Sánchez Mesejo says

    Llevo afiliado a CC.OO. desde octubre de 1977, hace cinco años que estoy jubilado, llegué a ser Presidente del Comité de mi empresa y no se por que razón me cuesta tomar la decisión de abandonar este sindicato, pero es que esto ya no se puede aguantar. Esta semana causaré baja. No quiero estar en un sindicato en el que su dirección cuando tiene un problema interno mire para otro lado.
    ¡¡BASTA!!

  4. Loís F. R. Vázquez says

    Será que CCOO se ha convertido en un sindicato de clase… Alta. Mas que una organización sindical ésto se va pareciendo, cada vez más, a un Club… de carretera. Nunca antes, en mis más de 40 años de militancia, había sentido vergüenza. Hasta aquí he llegado… Sois una panda de miserables.

  5. Eulalio says

    Yo soy de CCOO hace tiempo por convicción racional, pero cada vez que veo el carné en mi cartera o tengo que hablar con algún sindicalista de mi empresa me entra un sarpullido. A ver cuando me decido a romperlo y dejar de pagar a tanto vividor inútil.

  6. FRANCISCO PLAZA PIERI says

    No hace tanto, un juez, amigo mío venía a reprocharme mi, según él, ‘dogmatismo’.
    (Soy -sin militancia- de izquierdas), cosa que a nadie oculto, ni a mi familia, por si me apartan de su senda… pues en parte, ellos son de otra forma de pensar… -aquí me aprieto fuertemente mi nariz-…
    Pero, qué le hacemos a esa gente que, sabiéndose de los de siempre, esto es, de los curritos, entran en la dinámica o en el error -horrrrrror- de desviarse hacia sendas altamente peligrosas.
    Nadie podrá entrar en el tremendismo de, habiéndose criado entre lo dierto incurrir en el mayor de los errores.
    -María, ledigo;
    -Javier, repito al otro;
    ¿acaso no admitis lo tangible?
    ¿cómo ha de ponérseos y de qué manera para que, sin más, aceptéis la realidad?
    ¡Y ellos, erre que erre, siguen en sus trece!
    ¡Agún día, cuando amanezca el día 21-N, entrarán en razón!
    ¡Los ateos tenemos demasiada fe…, y creemos que no se dará ese 21-N en el extremo ‘este’…!
    (AGUDO)

  7. FRANCISCO PLAZA PIERI says

    No hace tanto, un juez, amigo mío venía a reprocharme mi, según él, ‘dogmatismo’.
    (Soy -sin militancia- de izquierdas), cosa que a nadie oculto, ni a mi familia, por si me apartan de su senda… pues en parte, ellos son de otra forma de pensar… -aquí me aprieto fuertemente mi nariz-…
    Pero, qué le hacemos a esa gente que, sabiéndose de los de siempre, esto es, de los curritos, entran en la dinámica o en el error -horrrrrror- de desviarse hacia sendas altamente peligrosas.
    Nadie podrá entrar en el tremendismo de, habiéndose criado entre lo cierto incurrir en el mayor de los errores.
    -María, le digo a ella;
    -Javier, repito al otro;
    ¿acaso no admitis lo tangible?
    ¿cómo ha de ponérseos y de qué manera para que, sin más, aceptéis la realidad?
    ¡Y ellos, erre que erre, siguen en sus trece!
    ¡Agún día, cuando amanezca el día 21-N, entrarán en razón!
    ¡Los ateos tenemos demasiada fe…, y creemos que no se dará ese 21-N en el extremo ‘este’…!
    (AGUDO)

Leave A Reply