
Los candidatos del PSOE y el PP a la presidencia del Gobierno coincidieron en que el paro es el principal problema de España y se comprometieron a mantener el diálogo y la colaboración para encauzar el final de ETA. En el cara a cara televisivo, los contendientes del bipartidismo patrio soslayaron las demandas del movimiento de indignación 15M y no mencionaron una sola vez la corrupción política ni la regeneración institucional. Rubalcaba pidió a los ciudadanos que no se abstengan el 20-N y, desde una posición de perdedor, se esforzó en inquirir a Rajoy las medidas de política económica y social para crear empleo, mantener la sanidad, la enseñanza pública y el sistema de pensiones. Tanta insistencia logró irritar a Rajoy, que le llamó “mentiroso”, le acusó de “insidioso” y mantuvo una “ambigüedad calculada” sobre el futuro de las prestaciones sociales básicas.
A falta de concreción, el cara a cara electoral tuvo bastante pasteleo previo y mucho toreo de salón, con Rubalcaba al ataque y Rajoy intentando templar y mandar sin bordar un solo pase. A juzgar por sus epítetos –“insidioso, insidioso” hasta seis veces--cualquiera diría que quería matar al oponente a insultos. Y el de Solares, vuelta a la carga. ¿Quién colocó mejor su mensaje? Ambos reafirmaron el suyo: el de Rajoy, un pacto para aplicar el nuevo precepto constitucional y seguir con los recortes “porque no podemos gastar lo que no tenemos”, y el de Rubalcaba, menos recortes y más ayuda a la actividad económica y a la creación de empleo para “no quedar anoréxicos” y poder salir de la crisis “sin que nadie quede atrás, abandonado a su suerte”.
El cántabro propuso debilitar al morlaco del estancamiento económico y el paro creciente con tres picas en Bruselas: espaciar el ajuste del déficit público durante dos años, que el Banco Central Europeo (BCE) baje los tipos de interés y que el Banco Europeo de Inversiones (BEI) acometa un plan de acción con los 75.000 millones de euros que tiene en la cartera. Al de Pontevedra no le pareció ni bien ni mal. Después de enviar un mensaje de condolencia a la familia del último soldado muerto en Afganistán –le secundó Rubalcaba-- se dedicó a dar datos sobre la fiera -3.314.000 parados más que hace cuatro años, el 45% de jóvenes sin empleo, un millón y medio de familias con todos los miembros en paro- y acusó a “Rodríguez Pérez Rubalcaba” de haberla alimentado más que nadie en la UE.
Preguntas de oposición
Puesto que el gallego se quedó enredado en un discurso judicial, condenatorio del pasado, el cántabro citó al bicho por el pitón izquierdo exhibiendo dos banderillas de fuego sobre las grandes fortunas (como Sarkozy en Francia) y sobre la banca (como Cameron en Reino Unido) para sacar dinero y destinarlo a la creación de empleo, de modo que las empresas con menos de cincuenta trabajadores tengan una bonificación del 100% de la cuota de la Seguridad Social durante el primer año cuando contraten a un trabajador, del 75% el segundo año y del 50% el tercero. De paso, instó al adversario a arrimarse a la fiera con unas preguntas bastante fastidiosas para el compostelano de nacimiento. “¿Me puede aclarar qué significa la gestión activa de los activos tóxicos de la que habla en su programa?”
Rajoy, que insistía en llamar “Rodríguez Pérez” a Rubalcaba –no sabemos si como ironía o por obcecación con Rodríguez Zapatero--, rehuía el encuentro: “Los que han dado dinero a la banca han sido ustedes”. El cantabro replicaba: “Eso es mentira”. Y golpeaba con una nueva pregunta en relación con unas declaraciones del de Pontevedra a La Nación de Buenos Aires, reproducidas por el Washington Post, según las cuales, hará modificaciones en el subsidio de paro. “¿Lo va a recortar o no?”, le instaba. Así iban hasta que Rajoy proclamó que no va a ayudar a la banca a colocar sus activos tóxicos ni a compensar las pérdidas por la colocación de los miles de pisos sin vender que mantiene en cartera. “Yo no voy a meter dinero publico en la banca como hicieron ustedes en algunas Cajas de Ahorros”, proclamó.
Y en referencia a las grandes fortunas recordó que fueron los socialistas quienes suprimieron el impuesto del patrimonio que ahora han vuelto a reponer. “Ustedes sólo se acuerdan de los ricos en campaña electoral”, asestó al socialdemócrata. Sobre el recorte del seguro de paro dijo que todo se debió a una equivocación del periodista, del que tenía una carta pidiendo disculpas. Pero Rubalcaba no se sintió satisfecho porque, como buen lector, insistió en si “el sistema de capitalización” que propone el programa del PP para los trabajadores que vayan al paro no es en realidad la liquidación del sistema de reparto de las prestaciones.
El gallego se enojó: “Usted miente y eso es una insidia; yo no voy a modificar el seguro de desempleo”. El cántabro incidió: “Y ya que ustedes también hablan de la reforma laboral, ¿lo que proponen es quitar a las Pymes de la negociación colectiva, si o no?” El de Pontevedra no daba abasto en apagar fuegos: “Ustedes hicieron una reforma laboral que ha disparado los despidos con 20 días de indemnización. ¿Por qué se oponen a que haya acuerdos en las empresas? No es lo mismo una empresa de Ceuta que una de Pontevedra, y una de las razones por las que hay más paro es por la legalidad rígida”. Rubalcaba aprovechó esta respuesta sobre la nueva reforma laboral que convertirá en papel mojado los convenios sectoriales y provinciales para afirmar: “Eso se llama desregulación, darle gusto a la CEOE”. Rajoy bramó: “Miente y suelta insidias”. Rubalcaba aclaró: “Yo me he reunido con la CEOE, y usted también, y sabe lo que significa la flexibilidad efectiva de la que hablan…, nos la querían clavar, era lo que quería aclarar”.
Palabras huecas
El candidato del PP, que leyó hasta el saludo y según sus colaboradores salió airoso de la dura “entrevista” de Rubalcaba, no dudó en acusar de “falta de credibilidad” al oponente y de invocar los tradicionales conceptos positivos para formar “un Gobierno competente, que diga la verdad, haga un diagnóstico cierto, ofrezca un plan, orden y seguridad para generar inversión y crear empleo”. Pero cuando Rubalcaba planteó “la revisión del gasto militar” enmudeció, y cuando propuso la “supresión de las diputaciones provinciales”, rechazó la propuesta porque, según explicó en el último bloque del debate, los pequeños municipios quedarían sin servicios. “Yo fui presidente de la Diputación de Pontevedra e inauguré la luz”. Rubalcaba contrargumentó que esos servicios deben pasar a las autonomías y recordó que son entes “preconstitucionales”. Claro, son del siglo XIX, de Javier de Burgos –replicó Rajoy--, “pero yo pateo muchos pueblos y siguen siendo necesarias; además, su deuda es de 3.000 millones y la de España de 700.000”.
Siguió Rubalcaba lanzando preguntas como dardos sobre el programa del PP: revisión bianual del sistema de pensiones, retirada del recurso de inconstitucionalidad contra la ley de igualdad, del matrimonio de personas del mismo sexo, transferencia de los recursos públicos a la sanidad y a la enseñanza privada como en Valencia y en Madrid, respectivamente, pero aparte de demostrar que Rajoy desconocía o no se acordaba de algunas partes de su programa, no obtuvo concreciones y acabó diciendo: “Usted siembra incertidumbre”. El pontevedrés se apoyó en la única pata que falla para hilvanar una tanda argumental y demostrar que si hubiera trabajo todo sería estupendo, pues los trabajadores pagarían impuestos directos y eso sería dinero para el Estado, consumirían, y eso sería dinero para el Estado y cotizarían a la Seguridad Social, y eso, además, garantizaría las pensiones. “Gracias por la lección de economía básica”, le dijo Rubalcaba. “No es economía, sino sentido común”. Y para crear empleo, prometió reducir hasta un 10% el de sociedades a los empresarios que reinviertan los beneficios.
Después de dos horas bajo los focos, con Manuel Campo Vidal midiendo el tiempo, Rajoy, que atribuyó el adelanto electoral a “una situación insostenible, con cinco millones de parados”, salió inédito en la materia propiamente dicha, repitió el eslogan de que debemos decidir “si seguimos igual o cambiamos” y apeló al patriotismo porque “España es una gran nación, no se rinde nunca”. Y Rubalcaba llamó a resistir, a combatir la indiferencia “porque la abstención no da becas” y “yo no me arrugo”, dijo como si el Gobierno del que ha formado parte no hubiera facilitado el turno a la derecha.
Mira a ver si sois capaces de hacer un resumen del debate más parcial….aunque lo veo difícil.
El autor de este panfleto no ha visto el mismo debate que vieron algnos expertos que hablan del debate en Público. Y si lo ha visto, su capacidad de comprensión verbal es francamente mejorable. Rajoy, será Prsesidente cuando las ranas crien pelo.
Llegará un tiempo muy frío y jodido, y las ranas llevarán trenzas
Si, como todas las encuestas pronostican el próximo 20N Mariano Rajoy se hace con su ansiada victoria, veremos al fin si las «insidias» de Rubalcaba de ayer se convierten o no en los recortes encubiertos de mañana.
http://mymoneyshot.blogspot.com/
NI PSOE NI PP POR ESTO,corruptos 730 y los librados,29 años de gobierno mitad salario de Francia,Alemania,Italia,Inglaterra etc,se regalan coches,trajes,VPOS,viajes y joyas,se perdonan sus deudas,colocan a hijos,primos,amigos,control medios y analistas de TODAS las tertulias debates,se niegan saldar piso por hipoteca, incumplen programa electoral,(manipulan ceoe,ccoo,ugt,iglesia,tv,periodicos,todos a sueldo)¿JUSTICIA?¿existe una justicia justa?NO..NI PSOE NI PP,PERO VOTA.GRACIAS.PASALO PORFAVOR.
Por favor pedir a amigos,conocidos,familiares que no voten ni al psoe ni al pp pasarlo por favor.Si nadie vota a estos dos partidos los que ganen tendran que cambiar las cosas sin posibilidad de no hacer nada.Estarian obligados a cambiar la justicia y la leyes electorales la clave es que psoe y pp no tengan ni un voto.GENERACION NI NI,NI PSOE NI PP PASARLO PORFAVOR,hablar de ello con familiares y amigos y que nadie les vote y TODOS A VOTAR.Que voten a quien sea menos psoe y pp gracias.