Chacón exhibe su paternidad andaluza para optar al liderazgo del PSOE

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Carme Chacón, ayer, durante el acto con militantes celebrado en Valencia en el que ha asegurado que está "lista para encabezar un tiempo nuevo en el socialismo español". / Manuel Bruque (Efe)

Cuando uno de los padres de la Constitución, Gabriel Cisneros Laborda, se puso malo y fue trasladado a Barcelona para que le trataran el cáncer, Carme Chacón Piqueras era vicepresidenta del Congreso de los Diputados y llamó a su padre, Jesús Baltasar, un bombero a punto de jubilarse, para que fuera a verle al hospital, pues el buen Gabi no tenía familia en la capital catalana y se sentía más solo que la una. El padre acató la orden y le fue a visitar. Cisneros era un tipo estupendo y agradeció sinceramente el signo de amistad de Chacón. Me contaron que el padre llamó a la nena y le dijo: “Este hombre no es tan facha como yo creía”.

Se colige de la anécdota que el padre de Chacón es un tipo con conciencia de clase que, a pesar de tener claro que su primer deber es con los trabajadores, no duda en animar a quien lo necesita. Él quería, precisamente, que la nena estudiase medicina, pero la madre, la abogada Esther Piqueras, inflyó más y al final Chacón siguió su instinto, estudió derecho y a los 18 años, en 1989, se afilió a las Juventudes Socialistas y al PSC. La madre la animó en su aventura política, pero le advirtió que en el partido iba a encontrar una tropa de machistas y le auguró todas las dificultades que podía predecir a una mujer por ser mujer y a una izquierdista por ser de izquierda.

La dura y dulce Chacón, que había estudiado con las monjas del barrio de Sants, descolló entre los cachorros del PSC y se convirtió en concejala de Espulgues de Llobregat en 1999. Un año después logró el acta de diputada al Congreso por Barcelona y a partir de ahí realizó una carrera meteórica junto a José Luis Rodríguez Zapatero, Alfredo Pérez Rubalcaba y al periodista y experto en mercadotécnica Miguel Barroso, quien había sido jefe de prensa de Rubalcaba en el Ministerio de Educación al comienzo de los años noventa y se acabaría convirtiendo en su marido en 2008.

Viene esta excursión biográfica a cuento de la decisión de Chacón de presentar su candidatura a la secretaría general del PSOE en el pueblo natal de su padre, Olula del Río, una localidad de la sierra almeriense, cercana al remoto Fines y al marmóreo Macael, que cuenta 6.500 vecinos, tiene un ayuntamiento con mayoría absoluta del PP y dispone de un hotel apropiado para el acto. Unas horas después, el domingo, el Comité Federal del partido abrirá la competición entre la exministra de Defensa y el exvicepresidente y portavoz Rubalcaba para que se disputen el voto de los 947 compromisarios al 38 congreso, que tendrá lugar del 3 al 5 de febrero en Sevilla.

Con su opción geográfica, Chacón rinde homenaje al padre que le inculcó su ideario político y, de paso, da a conocer a los andaluces la sangre emigrante de segunda generación que corre por sus venas. El presidente de la Junta de Andalucía y candidato a la reelección, José Antonio Griñán, podrá comparecer con ella sin temor a que le llamen “subcatalanista”. Y aunque es verdad que su abuelo materno, Francisco Piqueras, compañero de Buenaventura Durruti, mucho influyó sobre la nieta en aquella vivienda del barrio de Sants donde mantenía su actividad clandestina como dirigente de la CNT y escribía y editaba libros, nada desmerece, sino que aumenta, su formación política.

Chacón y sus mentores se adelantaron a Rubalcaba con el manifiesto crítico sobre la gestión económica de Zapatero, de la que fueron corresponsables, algo que, sin embargo, no atrevió a hacer el derrotado Rubalcaba. Como éste ahora, Chacón defiende las elecciones primarias para elegir candidatos, tanto en las elecciones autonómicas y municipales como en las generales próximas. Igual que Rubalcaba, la catalana y sus mentores defienden el ideario socialdemócrata. Todos son euristas, europeístas y hasta regeneracionistas. ¿Dónde está la diferencia? Chacón es “todo vídeo”, dicen sus adversarios. Y Rubalcaba es “todo audio”, afirman los críticos de su discurso cerebral que ni apasiona ni conmueve el corazón.

2 Comments
  1. Anibal says

    Además de solo video le llamaban maChacón y ahora le dicen zp con faldas.

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