Ni en Madrid, ni en León: en Babia

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Zapatero, en primer plano; detrás, Octavio Granados, y, al fondo, Rubalcaba y Carmen Chacón, ayer, en la reunión del Comité Federal socialista. / S. Barrenechea (Efe)

José Luís Rodríguez Zapatero acudió el domingo por última vez como secretario general a la reunión del Comité Federal que celebró el PSOE para aprobar la ponencia marco del 38 Congreso convocado para el 3 de febrero en Sevilla y demostró que, aunque ya ha dejado el Palacio a Mariano Rajoy, sigue sufriendo ese síndrome de La Moncloa que lleva a todos los presidentes del Gobierno a aislarse progresivamente de la realidad. Un miembro de ese mismo Comité comentaba ayer que el ex líder leonés había demostrado en Ferraz ser como los monarcas de su tierra cuando se retiraban a descansar en verano a la comarca de Babia y dejaban de enterarse de lo que pasaba en su Reino. “Ni en León ni Somosaguas: vive en Babia”, dijo con ironía.

No lo decía con maldad. Zapatero acudió al Comité Federal sonriente, convencido de que la política de ajustes de Rajoy le hace bueno y de que los suyos le están agradecidos a pesar de todo. Es más, dijo a sus compañeros que siempre ha tenido la sensación de haber contado con su afecto y su confianza y les mostró su gratitud por su generosidad al apoyar su gestión durante los últimos once años y por saber perdonar sus errores.

Es más, en su condición de secretario general se mostró como un auténtico “primus inter pares” dispuesto a garantizar que Alfredo Pérez Rubalcaba, Carme Chacón y algún candidato más, si los hay –que no cabe descartarlo en absoluto tras los movimientos de los “salvadores de muebles” del 22-M, Emiliano García Page y Abel Caballero, entre otros- compitan en igualdad de condiciones.

Sin embargo, en las últimas semanas he hablado con algunos de los asistentes a ese Comité Federal pertenecientes a los bandos enfrentados y lo que he observado, cuando eliminaban la pátina de los viejos elogios al poder, era una vergonzosa y extendida tendencia a desmarcarse del “apestado” Zapatero al que tanto le debían algunos de ellos. En esa carrera por imitar a Pedro negando a Jesús tres veces he observado como los seguidores de Rubalcaba, la vieja guardia, reprochaba al todavía secretario general haber dado tanto poder a la “panda de críos” a quienes había elevado del carné de las Juventudes a la cartera ministerial, pagando muy cara la inexperiencia. Pero también he visto a los jóvenes aupados criticar a los seguidores de Rubalcaba por querer quedarse en la poltrona como los viejos dirigentes de la URSS en los gobiernos soviéticos, ejerciendo de “nomenclatura” dispuesta a taponar todo lo nuevo.

Desde los comicios generales he oído decir a unos y otros que la culpable de todo lo que le ha pasado al PSOE es la crisis económica y que Zapatero ayudó lo suyo gestionándola desastrosamente. Muchos formaban parte de su equipo y de la dirección del partido que apoyó casi por unanimidad los pasos que iba dando, aunque no les gustasen. En cambio, muchos cuadros del partido, jóvenes y viejos, alejados de las reflexiones de ambos bandos sobre “por qué se van a quedar ellos con el partido si lo han hecho igual de mal que nosotros”, lo que se preguntan es por qué nadie ha asumido ninguna responsabilidad dimitiendo tras las derrotas el 22-M y del 20-N.

Me dicen que Zapatero, esta vez, apoya a Chacón, que le gustaría dejar tras de sí a la primera mujer secretaria general del PSOE. Y encima catalana. Que sea el mascarón de proa de una España plurinacional que refleje lo que considera la auténtica realidad histórica del Estado. Pero hasta en eso los implicados prefieren que no se sepa y hasta mandan mensajeros con los que celebran encuentros en secreto. Sigue sin saberse lo que es bueno. ¿Y si que te apoye Zapatero, en vez de para bien, es para mal?

2 Comments
  1. celine says

    Yo lo que veo, Raimundo, es que en la foto de portada de hoy (9 enero 2012) el único que sonríe de verdad, relajado, es ZP. Creo que le ha sentado de maravilla despedirse del tinglado. Y el cisco lo ha dejado abajo, como decía aquel chiste de Franco (perdón por mencionarlo en tu blog).

  2. lancaradeluna says

    el primero que renegó fue Rubalcaba en el debate con Rajoy,que pena.
    Creo que a las generales el candidato debería haber sido ZP,por qué no fué?

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