Rajoy pretende que la UE permita a España superar el 5% de déficit en 2012

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Imagen de archivo del ministro de Hacienda, Cristobal Montoro, durante una de sus intervenciones en el Congreso. / pp.es

El Gobierno confía en que la UE relaje la exigencia de reducción del déficit público y lo sitúe por encima del 5% en 2012 frente al 4,4% inicialmente acordado, tras las nuevas previsiones de los organismos internaciones que, lejos de avalar un crecimiento para este año del 2,3% auguran que España entrará en recesión y que la contracción podría superar el 1,5% del PIB.

El escenario que ahora mismo se dibuja en Bruselas es de un estancamiento del PIB de la UE y de la Eurozona en el entorno del 0,5%, que se aceleraría moderadamente en 2013 hasta el 1,25 en el conjunto de los países del euro. Esta tendencia vendría reforzada por la debilidad de economía mundial y de los principales socios comerciales de Europa, y ello aunque se confía en que las medidas para reconducir la crisis de la deuda surtan efectos y se restaure gradualmente la confianza a partir de la segunda mitad del año.

Las previsiones actuales estimaban una reducción del déficit en 2012 hasta situarse por debajo del 4% en la UE y en el 3,5% en la Eurozona, al tiempo que se preveía que la deuda pública siguiera aumentando hasta superar el 90% del PIB. Como única contrapartida positiva, la debilidad económica permitiría mantener la inflación por debajo del 2%, lo que, a su vez, podría dar pie al BCE a reducir aún más los tipos de interés e impulsar, de estar forma, la actividad.

La Comisión Europa no es ajena al riesgo de que tanto la incertidumbre sobre la deuda soberana como la debilidad del sector financiero y la ralentización del comercio mundial abonen el terreno a la recesión, y que se entre en un círculo vicioso por el que la ausencia de crecimiento afecte a las emisiones de deuda y ello, a su vez, deteriore aún más a la banca, que sería incapaz de alentar la recuperación. Con estas coordenadas, se han de elaborar unas nuevas previsiones macroeconómicas provisionales en febrero, anticipo de las definitivas que se publicarán en mayo.

El Gobierno está a la espera de estas previsiones de febrero para hacerlas suyas y diseñar no sólo los Presupuestos de este año sino el nuevo objetivo de déficit y el abanico de medidas que deberían permitir su cumplimiento. Se confía en que Bruselas constate la imposibilidad de rebajar el objetivo hasta el 4,4% del PIB sin dañar gravemente las expectativas de recuperación, y que lo eleve significativamente por encima del 5%.

A este deseo de que Bruselas se apiade de España cabe atribuir las manifestaciones un tanto laxas del ministro de  Hacienda, Cristóbal Montoro, acerca de las intenciones del Ejecutivo respecto al objetivo de déficit, matizadas luego por la vicepresidenta Sáenz de Santamaría, quien destacó que se tiene “no solo la intención sino también la voluntad y determinación” de cumplirlo.

A ello se refería este pasado fin de semana el propio Montoro en una entrevista en La Vanguardia: “El Gobierno español no renuncia a nada, y cumpliremos lo que establezca Bruselas. Sin embargo, es obvio que cuando se fijó reducir el déficit hasta el 4,4% se hizo en un escenario de crecimiento económico y no de recesión como el que nos encontramos. Cuando Bruselas estimó que España debería reducir el déficit al 4,4% era porque preveía un crecimiento del 2,3%. Es ese escenario suponía que se incrementaría la recaudación fiscal, pero en un escenario de recesión significa que los ingresos fiscales de nuevo van a disminuir”.

A la espera de que esta medida de gracia se concrete, el equipo económico de Rajoy sigue confiando en poder alcanzar la nueva meta sólo con recortes de gastos y sin tener que volver a elevar los impuestos, singularmente el IVA, por las consecuencias negativas que tendría sobre el consumo y, por extensión, sobre el empleo, ya que en esto la economía española es simple como un botijo: sin consumo no hay crecimiento y sin éste es imposible crear empleo.

Curiosamente, esta posición de convencer a Bruselas de que permitiera ampliar el margen de tiempo para alcanzar la consolidación fiscal y situar el desequilibrio de las cuentas públicas por debajo del 3% fue la que mantuvo el candidato socialista Alfredo Pérez Rubalcaba durante la campaña electoral, y mereció la descalificación del hoy presidente Mariano Rajoy. La vida te da sorpresas.

1 Comment
  1. Jose says

    Buenos dedas Imma.Felicidades por el Blog y tambie9n por el paso que ha dado el gobierno en oonrcecer el juguete como industria cultural. Sin duda es un gran logro de los esfuerzos que han hecho ustedes en ese sentido.En Nicaragua, ni siquiera me atrevo a decir que andamos en paf1ales , pero seguimos sus pasos con la esperanza que algfan deda el juego sea tomado en cuenta como parte fundamental en el desarrollo de la nif1ez.Saludos y felicidades nuevamente. Sigan inspire1ndonos.

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