El PNV volverá al Gobierno vasco con un cheque en blanco

El PNV no ha designado aún a su candidato a presidir el gobierno vasco a partir de 2013, pero sus dirigentes no ocultan su convicción de que, sea quien sea el afortunado, ocupará la lehendakaritza tras las eleciones vascas. En el PNV se saben ganadores de los comicios, que se celebrarán en otoño del año próximo, y, aun siendo conscientes de que no obtendrán mayoría absoluta, se vanaglorian de tener un "cheque en blanco", que les permitirá, llegado el momento, "elegir con quién queremos gobernar y en qué condiciones".

La publicación del último Euskobarómetro, que sitúa al PNV como el partido más votado, tanto en Vizcaya como en el conjunto de Euskadi y le otorga una horquilla de entre 22 y 23 escaños, sitúa a su vez a Amaiur, o la opción que la izquierda abertzale decida presentar, como segunda opción política en el País Vasco y primera en Guipúzcoa con una horquilla de entre 19 y 22 escaños. Deja claro este sondeo que la mayoría cae del lado de los soberanistas e independentistas y que PSE (que perdería 9 escaños y se quedaría con 16) y el PP ( que ampliaría su representación únicamente en un escaño y se quedaría con 14) no tendrían opción de revalidar el acuerdo de gobierno.

Así las cosas, en el PNV tienen claro que "ni el PP, ni el PSE pueden permitir que gobernemos con el apoyo de la izquierda abertzale y, mucho menos, que decidiéramos incorporarlos al gobierno". Por ello, los peneuvistas tienen claro que el gobierno vasco volverá a sus manos el año próximo, como siempre había ocurrido hasta estos últimos años, en los que el acuerdo PP-PSE ha dejado fuera del Ejecutivo al PNV, pese a que el PNV fue el partido más votado en las elecciones de 2009.

Por su parte, dirigentes del PSE, aunque afirman que "todavía hay partido por jugar" y vaticinan que su partido tiene margen para remontar esos pésimos augurios que arrojan las encuestas, admiten que no están dispuestos a dejar que la izquierda abertzale esté en el Gobierno vasco o tenga capacidad de decisión sobre el mismo. Un miembro del gobierno vasco admitía recientemente: "aunque no nos guste, tendremos que permitir que gobierne el PNV, para evitar que gobierne Amaiur". Pero este consejero y dirigente del PSE también advierte que "el PP tiene la misma responsabilidad que nosotros y las mismas intenciones. Y eso lo tienen muy hablado Iñigo Urkullu y Mariano Rajoy". Sin aludir expresamente a esas conversaciones entre Urkullu y el presidente del Gobierno, que se vienen manteniendo desde que éste era líder de la oposición, en la pasada legislatura, otro dirigente del PP vasco admite a este periódico que su partido no tendrá otra opción, de confirmarse las predicciones, que la de "apoyar al PNV, aunque sea tapándonos la nariz. No sería la primera vez que lo hacemos".

Con todo, en el PNV ya se frotan las manos ante lo que consideran su inminente regreso al Gobierno vasco, con un PSE y un PP "entregados" a su causa y con un único temor: que la izquierda abertzale siga subiendo en intención de voto hasta amenazar seriamente su primer puesto en la carrera electoral. Pero es más una cuestión de prurito personal, porque, aun en ese supuesto y siempre que no haya mayoría absoluta ni pacto posible entre PP y PSE que la sumen, el PNV acabará gobernando Euskadi en las próximas elecciones.