Rajoy habla y pide a Monti y a Draghi que no dañen a España

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(Actualización de las 19:00 horas del 11-4-2012 con las declaraciones de Rajoy)

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, rompió ayer su silencio sobre el desplome de la Bolsa y la escalada de la prima de riesgo sobre la deuda soberana, y ante los parlamentarios de su grupo quiso dejar claro que España no necesita rescates ni intervenciones. “Hay países que no pueden financiarse, pero este no es el caso de España ni va a ser el caso de España en el futuro, lo quiero dejar claro”, afirmó ante los suyos, a los que pidió “la mayor prudencia y responsabilidad”. El presidente dio a entender que se había mordido la lengua en las últimas horas para no señalar a quienes en la UE nos están perjudicando. Y a continuación señaló que "incluso anoche hubo declaraciones perjudiciales".

No se refería al presidente francés, Nicolás Sarkozy, que basa gran parte de su campaña en la visión negativa de España, sino al tecnócrta aupado a la presidencia de Italia, Mario Monti, quien la noche del martes achacó el alza de la prima de riesgo de su país a la delicada situación española. Rajoy le hizo saber que “nosotros no vamos contra nadie, no hablamos de otros países, a todos les deseamos lo mejor, lo que es bueno España es bueno para la zona euro. Todos tenemos una gran responsabilidad y queremos una Europa fuerte con un euro fuerte”. En otras palabras: que Monti haga el favor de no culpar a España de sus problemas y que su colega, el gobernador del BCE, Mario Draghi, se abstenga de dañar nuestra imagen ante los inversores.

El presidente, que defendió los recortes presupeustarios, porque el año pasado "gastamos 90.000 millones más de lo que ingresamos (2.000 euros por español)", reiteró en el pleno, en respuesta a Alfredo Pérez Rubalcaba, su intención de mantener la reforma laboral y se mostró más escéptico que Sexto Empírico sobre el pacto político contra la crisis que ha reverdecido en los últimos días. Ante sus parlametarios enunció las próximas medidas de su “agenda reformista”, a saber, el plan anual de lucha contra el fraude fiscal, laboral y a la Seguridad Social; privatizaciones en el sector público, reformas en la sanidad y la enseñanza para aplicar los recortes, reformas en el sector energético, en el alquiler de viviendas y en el sector financiero. Todo ello, así como la nueva ley de tasas judiciales, de costas, de unificación del mercado y de las administraciones públicas, irá siendo cursado sin pausa por el Consejo de Ministros.

La tarde del martes, el presidente dio esquinazo a los informadores en el Senado (ver vídeo). Al entrar al hemiciclo evitó hacer declaraciones y al salir se dio media vuelta ante los micrófonos y las cámaras y abandonó el edificio por el garaje. A muchos resultó extraño el comportamiento del jefe del Ejecutivo ante el mayor desplome de la Bolsa desde marzo de 2009, la escalada de la prima de riesgo a 433 puntos básicos, el guirigay y la descoordinación entre el PP y el Gobierno, las dudas sobre la “no intervención inminente” que sembró su ministro Luis de Guindos y el hachazo complementario de 10.000 millones de euros a la sanidad y la educación, anunciado mediante nota de prensa de La Moncloa en contra del portavoz del PP, Carlos Floriano.

En este contexto, cuando más necesarias eran sus palabras sobre la “recuperación de la confianza” para tranquilizar a los especuladores de la deuda soberana, evitó hacer declaraciones. Su grupo parlamentario rechazó además la comparecencia urgente que solicitaban los socialistas. Es como si la sorpresa por los resultados de las elecciones autonómicas en Andalucía y Asturias se hubiera cuadruplicado con los garrotazos de los mercados,  aunque aseguran que el próximo jueves hará una rueda de prensa en Polonia. De momento queda claro que Rajoy no quiere salir al paso ni aunque la economía se hunda y el efecto de sus decisiones sea peor que el bálsamo de Fierabrás.

Sus expertos en comunicación saben que ninguna de las tres clases de preguntas -judiciales o de pasado, expositivas o de presente y deliberativas o de futuro- le convienen en estos momentos. De las promesas del pasado inmediato queda lo contrario; del presente ya ha dicho que “es muy duro” y del futuro “ya hablaremos en su momento”. El gobernante previsible contará hoy sus desvelos a los parlamentarios de su grupo, que le comprenden, y reunirá el sábado a los barones autonómicos de su partido para exponerles los sacrificios que tendrán que acometer sobre la gente.

Pero aun en esos foros de supuesta confianza, el presidente tiene grandes dificultades, porque no es fácil explicarles que ni una reforma laboral que lamina los derechos sociales e implanta el despido libre y gratuito, ni un “Presupuesto de guerra” con el estrambote añadido contra las autonomías en sanidad y enseñanza, han sosegado a los mercados, sino todo lo contrario. “Si las medidas deprimen todavía más la economía española, es lógico que aumente la desconfianza de los inversores en la recuperación”, razona la socialista Inmaculada Rodríguez Piñero.

A eso se añade la conflictividad social. Rajoy contestó al socialista Marcelino Iglesias en el Senado que no esta dispuesto a negociar la reforma laboral con los sindicatos ni después de la huelga general. Seguirá el ejemplo de Rodríguez Zapatero y Pérez Rubalcaba. La reforma de aquellos no sirvió para contener el desempleo, y la de éste llega acompañada de la destrucción de 800.000 empleos este año, según los estudios de la Fundación Ideas que preside Jesús Caldera. Tan es así que para cubrir vergüenzas y poder apoyar la reforma, el dirigente de CiU Josep Antoni Durán i Lleida ha pactado con el PP un inconcreto plan de empleo juvenil que se adherirá a la reforma.

La tocata y fuga de Rajoy se produjo además ante las dudas del titular de Hacienda, Cristobal Montoro, sobre si será eficaz su “amnistía fiscal” o tendrá que subir el IVA. En este punto, la diputada del PP Matilde Pastora Asian afirmó durante el debate de la proposición socialista sobre grandes fortunas (derrotada) que el Impuesto de Patrimonio “recauda una cifra ridícula (1.700 millones de euros) en comparación con los 30.000 en una entidad bancaria suiza”. Por cierto que Asian denunció “las zonas grises” y la inaplicación de la directiva europea de intercambio de información. “Austria y Luxemburgo no dan información y Suiza sigue negando datos esenciales”, denunció. Ergo, nada más razonable que las dudas de Montoro sobre si los evasores aceptarán la amnistía.

Tampoco tenía el presidente Rajoy ninguna gana de matizar las declaraciones de De Guindos sobre lo bueno que es “evadirse de lo que pasa a corto plazo” en los mercados y quitar importancia a la volatilidad de la Bolsa y al mercado de deuda pública, pues aunque la prima de riesgo se haya disparado (el precio de la deuda pública a 10 años roza el 6% frente al 1,4 de Alemania) “no podemos perder el rumbo a medio plazo”. Todo eso, después de comprobar el nulo impacto en los mercados del recorte adicional en sanidad y educación. Cierto es que, según el ministro, el Gobierno hace las reformas y los recortes “por convicción” y no por imposición de los mercados. Acabáramos. O sea que la quita suplementaria de 10.000 millones en sanidad y enseñanza emana de la “convicción” sobre la bondad del repago si enfermamos, y que la burricie que se derive de aulas con 40 alumnos y profesores mal pagados sería cantidad positiva. Se comprende así que Esperanza Aguirre haya pedido a Rajoy la devolución de las competencias autonómicas de Sanidad, Justicia y Educación, y que el presidente no deseara hacer declaraciones.

7 Comments
  1. Carlos2009 says

    Esos periodistas que se anden con cuidado, porque este gobierno le cuesta poco sacar una ley en la que se les convierta en delincuentes por acosar al presidente de gobierno. Capaces son de eso y de mas.

  2. Anton says

    Las únicas ideas claras de esos del Gobierno son de derechas y se resumen en la forma de esquilmar el sueldo a los trabajadores, despreciar a los muertos de hambre y sacar pecho con batallones de policías contra los que protestan por la falta de empleo y oportunidades. Estos canallas ofrecen ahora a los inversores un ejército de reserva a 3 euros la hora. Pero ni por esas.

  3. Juana says

    Más paro, más impuestos, copago a los que pagamos impuestos y amnistía a los defraudadores, menos amparo a los mayores, menos escuelas infantiles, menos salarios y menos maestros. Y todo para que los chupones de las finanzas estén contentos, sigan engordando y confíen en el Gobierno, que les paga bien con lo que nos roba a nosotros. Y encima no confían en Rajoy, el de la confianza, que está arrasando este país.

  4. Runaway says

    Los que pagamos religiosamente los impuestos nos lo suben y a los estafadores se les perdona y se les dá una amnistía a cambio de un pequeño porcentaje. Los mafiosos y corruptos se van de rosistias porque para eso tienen a su servicio a jueces y fiscales que les hacen la sentecias a medida, como sus trajes, mientras que el delito menor o el que protesta se le endurece la ley. Demasiada inmoralidad, demasiado cinismo. No estamos para mariconadas de acampadas en plazas; es para pasarlos por la guillotina.

    El broche de oro lo pondrán en los próximos meses cuando tomen, por fín, RTVE y vuelva el NO-DO a las pantallas. Va a ser el acabóse:
    La manipulación y la progaganda al servicio del PP y su régimen. Los telediarios volverá a presentarlo Urdaci (Ce Ce O O), o Buruaga (Así son las cosas y así se las hemos manipulado); el pequeño “talibán de sacristía” dando los desayunos; Carlos Dávila se llevará “el gato al agua” a la pública; Isabel San Sebastían moderará 59 segundos; los reportajes históricos, desde el Ministerio de la Verdad, como la novela 1984 de Orwell, estarán a cargo de César Vidal y Pio Moa; la crónica social la dará Alfonso Ussía; Antoñito Burgos de crítico taurino después de las corridas televisadas; Noche de Fiesta los sábados; misa los domingos y futbol, mucho futbol todos los días, cada día y a todas horas…pan no tendremos, y el poco que nos queda nos lo quitarán, pero el circo que no falte para tener a la plebe entretenida y anestesiada, no vaya ser que al populacho le dé por pensar.

  5. José says

    Lo que Espasña necesita es que rescatemos la escasa democracia que teníamos antes de que la PPecracia del polimorfo marrullero Rajoy instalase su régimen fascista, que intenta mantener sembrando el miedo entre los ciudadanos disconformes. No lo conseguirá.

  6. abajolascadenas says

    ¿Nos merecemos esta clase política?¿Acaso alguien que miente o que no da la cara ante los ciudadanos es digno de seguir ostentando un cargo público?
    http://abajolascadenas.wordpress.com/2012/04/12/que-he-hecho-yo-para-merecer-esto/

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