
La manifestante Antonia Cáncio no cree que, como dijo Juan de Mairena, Dios hiciera a los antiguos griegos para que los profesores del porvenir pudieran comer. “Si así fuera, Dios no querría que tuvieramos gobernantes como Rajoy que deprecian la riqueza social, científica y cultural que emana de las aulas”. Esta profesora interina de un instituto de Cuatro Caminos es una de las 40.000 personas que realiza el itinerario desde Neptuno hasta la Puerta del Sol de Madrid contra los recortes que ha impuesto el Gobierno de Mariano Rajoy a la enseñanza y la sanidad públicas.
El presidente del Gobierno, que a la misma hora clausuró el congreso del PP de Madrid, dijo que no entendía las protestas de los socialistas en las calles después de dejar un déficit de 90.000 millones, y afirmó que seguirá adoptando reformas estructurales, viernes tras viernes, hasta el final de la legislatura, para reducir el déficit, ganar la confianza de los mercados financieros y remontar la crisis. Aunque reconoció la crudeza de la situación, aseguró contra el tribunal de la lógica de los antiguos y los modernos griegos que todo será para bien, para crear empleo, como si el país y el universo entero, que diría Machado, caminase hacia una inevitable edad de oro.
En otras 54 ciudades se registraron ayer manifestaciones y concentraciones de protesta contra los recortes al Estado del Bienestar. Al lado de Antonia, Francisco de Pablos, también profesor de instituto, añade: “Estos necios confunden valor y precio”. Varios metros detrás, un fisioterapeuta con una pancarta individual de doble cara --“No” por una y “es criminal recortar la sanidad” por la otra-- afirma: “Nos están desplumando, nos van a dejar la sanidad pública más pelada que un pollo”. A su vera, varias jóvenes con bata blanca reivindican el derecho a realizar unas prácticas de enfermería que de antemano les han negado. “Tendremos que ir a trabajar a Inglaterra”, afirman. La manifestación avanza deshilachadamente, con más silencios que pitos, hacia Cibeles y enfila por Alcalá.
El joven profesor Manuel Lafuente está “seguro” de que será uno de los 80.000 que despedirán en junio y no contratarán para el próximo curso. Mientras habla con el cronista, suena su teléfono: “Aquí, mojándome por tus derechos”, dice al interlocutor. Dos compañeros instan al que se ha quedado en casa: “Vente para acá, te esperamos en Sol”. Detrás de ellos caminan dos jóvenes profesores de una empresa de “servicios culturales”. Trabajan por míseros salarios, con contratos por horas en centros culturales y temen el cerrojazo en mayo. Los testimonios se suceden. Inseguridad, incertidumbre, preocupación, desconfianza, pobreza, miedo... Son como fieras que nos persiguen.
En la cabeza de la manifestación, tras una pancarta verde y roja en la que se lee: “Con la Educación y la Sanidad no se juega”, van los dirigentes de CCOO y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez junto al presidente de la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública, Marciano Sánchez Bayle; el de la Confederación Española de Asociaciones de Padres de Alumnos (CEAPA), Jesús María Sánchez, y el de la Confederación de Asociaciones de Vecinos, Ignacio Murgi, que integran con otros colectivos la recién creada Plataforma Social en Defensa del Estado de Bienestar y los Servicios Públicos.
Murgi resume el sentido de muchas pancartas en las que se lee: “El Partido Popular nos saquea más y más” diciendo que no van a tolerar “el ataque y el saqueo de los bienes y recursos públicos” que la derecha ha decretado. Sánchez, de la CEAPA, argumenta que el ministro de Educación tendría que dimitir si es verdad que, como ha dicho, se enteró del recorte por la prensa. “Si no nos quieren en la mesa de negociación, nos tendrán en la calle”. Sánchez Bayle estima que “el recorte y el copago van a impedir el acceso de más de seis millones de personas a la sanidad pública; el PP es una pandemia”.

La cabeza de la manifestación ataja desde la red de San Luis por la Carrera de San Jerónimo y a las 13:15, cuando empieza a jarrear, alcanza el escenario. Puesto que hay menos miles de personas de las que se esperaban, Méndez opta por saludar a la lluvia: “Bienvenida sea, porque hay mucha sequía”. Y emprende un duro monólogo contra un Gobierno que está “atentando” contra “los derechos esenciales de los ciudadanos como son la educación y la sanidad” y haciendo “justo lo contrario de lo que prometió”.
La gente aplaude. Méndez añade que estamos gobernados por un “tripartito de derecha democrática, ultraliberales y ultraderechistas” y advierte que la campaña del PP y el Gobierno para justificar los recortes sociales, no va a servir de nada “porque los ciudadanos no olvidamos su política, la sufrimos día a día, hora a hora, minuto a minuto”. Sobre la subida del IVA explica que el ministro Luis de Guindos “cuenta cuentos porque no le van a salir las cuentas” y avisa que una rebaja de cotizaciones a los empresarios “pondría en peligro el sistema de pensiones”.
Con mayor contundencia, Fernández Toxo denuncia el “desmantelamiento de la Educación y la Sanidad pública” como parte de una gran operación de “transferencia de los impuestos y las rentas del trabajo a las empresariales y del capital”. En esa operación inscribe la subida del IVA y un “toqueteo” de las cotizaciones sociales que “desequilibrará todavía más las cargas de la crisis” y conducirá a la “privatización del sistema de la Seguridad Social”.
El líder de CCOO denuncia el “medicamentazo”, el “empobrecimiento de las pensiones” y la sustracción de los recursos de la educación. “Llueve sobre mojado”, dice en referencia a esos recortes que añaden más paro al ya propiciado por la reforma laboral, con 369.000 desempleados en el primer trimestre de una previsión de 630.00 para todo el año, según Rajoy.
A continuación reivindica el “derecho a la autodefensa” frente a las agresiones gubernamentales. “Nos vamos acercando a una situación de emergencia social”, advierte antes de denunciar la única respuesta que el Gobierno tiene en cartera: “Otra vez con el Código Penal, otra vez atizando la xenofobia y el racismo contra la emigración, contra el modelo democrático, con leyes mordaza en Televisión Española, contra el derecho al matrimonio libre, contra el derecho de las mujeres a decidir su descendencia”.

Ha dejado de llover. Los sindicalistas recuerdan que pasado mañana es Primero de Mayo y toca salir de nuevo a la calle a defender los derechos sociales. Antes de iniciar la marcha, Toxo y Méndez han acogido sin el menor entusiasmo ese “plan de crecimiento” aceptado por la canciller Ángela Merkel, con una supuesta inversión de 200.000 millones de euros, pues interpretan que es “un guiño” para ayudar a su colega francés Nicolás Sarkozy ante los sondeos que dan la victoria en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales al socialista Fraçois Hollande.
Aunque la lluvia, el frío, el puente laboral de mayo y la escasa publicidad de la convocatoria restaron asistencia, no faltó el líder de IU, Cayo Lara, quien denunció que “el Gobierno quiere utilizar la crisis como excusa para privatizar los servicios públicos esenciales y convertirlos en negocios”. Por el PSOE habló el secretario de organización, Óscar López, que acudió acompañado del exministro de Trabajo, Valeriano Gómez y del diputado Rafael Simancas, entre otros. “Rajoy se escuda en la herencia, pero la herencia es una Sanidad y una Educación de primera, y las van a dejar hechas unos zorros”, dijo después de replicar a la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría que los socialistas pueden salir a la calle y mirar a la cara a la gente, algo que los gobernantes del PP no pueden hacer después de sus “mentiras”.

Si Marianico el Re-corte, no guarda las tijeras, habrá que aplicarle el viejo principio pedogógico que sostenía: «la letra, con sangre entra»