"Hemos perdido la inocencia: queremos subvertir el sistema"

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Aníbal Malvar *

Un joven con la careta de Annonymus sostiene un cartel contra políticos y banqueros, en mayo del año pasado, durante la acampada en la Puerta del Sol. / Alberto Martín (Efe)

“Queremos subvertir el sistema. Hemos perdido la inocencia que teníamos hace un año. Aquello tenía su parte bonita, pero ahora somos más profesionales”. Las palabras de Kike Castelló, portavoz de Democracia Real Ya, advierten de que el 12M-15M no será solo ya una protesta abstracta, nebulosa, genérica. Un año ha dado para mucho. Para concretar propuestas reales y articular mecanismos de subversión pacífica desde dentro del sistema. Del 12M-15M nacerá una banca indignada sin ánimo de lucro que prestará, en mejores condiciones, los mismos servicios que las entidades tradicionales; se han abierto ya oficinas de desobediencia económica que te enseñan cómo hacerte insolvente para no pagar multas, cómo eludir el pago del IVA, cómo hacerte insumiso del pago de la deuda pública poniendo en jaque (y, si son muchos, en mate) a los funcionarios de Hacienda…

En resumen: los indignados han estudiado cómo eluden sus impuestos los ricos (Rafa Nadal, con 56 millones en activos, abonaba el 1% de impuestos); cómo declararte insolvente, en plan Jaume Matas, aun poseyendo un palacete; cómo no ir a la cárcel jugando con las prescripciones, estilo los Albertos; cómo falsear facturas al modo Urdangarín

Un ejemplo: “A través del modelo 347 del IVA, a 30 de abril, se debe presentar la relación de clientes y proveedores con los cuales ha habido una relación de más de 3.000 euros anuales. Por tanto, nada nos impide realizar facturas, como individuo y de forma totalmente anónima, a una cooperativa por menos de 3.000 euros y no hacer la declaración del IVA. Aunque la cooperativa sí lo haga. Es decir, mientras la cooperativa la contabiliza para descontarse del IVA a pagar, las personas individuales que le facturan, no la declaran como ingreso. Puesto que la cooperativa no está obligada a declarar quiénes son sus proveedores, Hacienda no va a tener información de nuestra irregularidad”.

Son palabras extraídas del Manual de desobediencia económica, un texto que podría haber sido escrito por Joan Rosell (presidente de la patronal) para el uso íntimo de las oligarquías, pero que los indignados han colgado, para disfrute de todos, en la red. Y todo aquel que acuda estos días a las movilizaciones indignadas va a ser informado de su existencia.

Y también se enterarán de que existe ya una incipiente banca ética española, sin ánimo de lucro, creada como cooperativa de crédito y denominada Fiare, que ofrecerá a partir de 2013 productos financieros semejantes a los de la banca tradicional, pero que manejará su capital sin primar el ánimo de lucro e informando al inversor de dónde se encuentra su dinero en cada momento. Y siempre apoyando proyectos sostenibles, justos y que respeten los derechos humanos (por ejemplo: sueldos dignos). Fiare maneja ya 28.961.517 euros en depósitos, su cartera de préstamos asciende a 24.484.619 euros, y posee un capital social de 3,2 millones. Aun no atiende a clientes particulares para préstamos. Solo a empresas. Hasta el año que viene. ¿Pero qué ocurriría en el sistema financiero español si un elevado porcentaje de la masa indignada retirase sus ahorros y sus nóminas de la banca tradicional y se los llevara a Fiare?

Fiare es un banco en claro crecimiento: en los cuatro meses que llevamos del presente año su capital social se ha incrementado en más de 400.000 euros. Si todo sale según lo previsto, el próximo año abrirán oficinas en Barcelona, Madrid y Bilbao en cooperativa con la marca italiana Banca Popolare Etica (el Banco de España no les permite regularizarse como entidad independiente con tan escaso capital social).

Se acabó la inocencia del 15-M. Las movilizaciones de este año han dejado de ser mera protesta para convertirse en estrategia. Las distintas marcas, más o menos organizadas, que conforman la nebulosa del 15-M , salen a la calle esta vez con el claro objetivo de informar y aleccionar a los ciudadanos para que se integren en esta estructura económica alternativa basada en el cooperativismo, la interacción, el progreso y la sostenibilidad.

Los empresarios indignados también serán informados de que pueden adscribirse a proyectos como COOP57, una entidad creada en 1996 y que a día de hoy está participada por 407 entidades socias, 1.707 socios colaboradores, financian 170 proyectos por valor de 6.978.098 €, manejan depósitos por valor de 10.818.759,19 € y gestionan 1.147.000 euros en títulos participativos.

Solo aceptan como socios a empresas o entidades que respeten el medio ambiente, los derechos de los trabajadores, y que no tengan como finalidad única el lucro. Entre otros servicios, ofrecen préstamos a un interés de entre el 6 y el 7%, favorecen las sinergias entre las empresas miembro, y adelantan los impagos de las administraciones públicas para evitar que sus asociados se ahoguen en la morosidad institucional.

En la facción que se podría denominar de gamberrismo civilizado, se encuentra la denominada Oficina de Desobediencia Económica, que el pasado martes abrió su sede madrileña en el número 8 de la calle General Lacy, militar fusilado en castillo de Bellver, Palma de Mallorca, el 5 de julio de 1817, acusado de apoyar la Constitución de 1812. Casualidades.

La oficina está inspirada en dos vertientes. Por un lado, en una frase de Gandhi: “Cuando la injusticia se convierte en ley, la rebelión se convierte en deber”. Por otro, en los objetores de conciencia al antiguo servicio militar obligatorio. Estos últimos, a mediados de los años 80, decidieron ser insumisos también fiscales. Calculaban el porcentaje del presupuesto estatal que correspondía a Defensa y, al hacer el pago de su declaración de la renta, descontaban ese porcentaje en su ingreso a Hacienda.

“Yo, por ejemplo, no quiero pagar con mis impuestos a la policía”, señala una de las indignadas que atiende la oficina madrileña. “Porque el sábado voy a salir a la calle y sé que voy a llevar algún palo”. Entonces calcula el porcentaje del presupuesto anual de la policía y lo descuenta de su declaración de la renta. Lo mismo hace con el presupuesto destinado al pago de una deuda que no considera suya, al coste de la monarquía, de la iglesia, del Senado… Y adjunta una carta de insumisión fiscal que se proporciona en la oficina física o en las oficinas virtuales de desobediencia económica.

– ¿Y luego qué pasa?

– Bueno, nosotros proponemos llevar ese dinero a proyectos cercanos. Por ejemplo, un proyecto de agricultura ecológica, educativo, no sé… Lo que quieras.

– Pero te reclaman.

– Sí, al final pagas. Pero no hay recargo. Si lo hacemos mucha gente, dejará de ser algo simbólico y se convertirá en un problema.

El Manual de desobediencia económica cita a Martin Luther King: “Tendremos que arrepentirnos, en esta generación, no tanto de las malas acciones de la gente perversa, como del pasmoso silencio de la gente buena”. Hoy se grita.

(*) Aníbal Malvar es periodista y escritor.
6 Comments
  1. celine says

    Bravo por este articulo. Es justo una de las cosas que hay que hacer: informarse y crear iniciativas en todos los campos de la vida. Desde cambiar de h´bitos de alimentación a cambiar de hábitos de trato social y de negocio. Ese es el buen resultado de la indignación y de las protestas del 15M que hoy se están poniendo en escena en toda España. Bravo.

  2. Y más says

    No aparece el enlace del manual de desobediencia económica.

  3. quenoteuserubalcaba says

    Cuando todos podían comprar pisos en la ciudad y en la playita, cambiar el coche y tomarse todos los puentes y festivos, no veía a estos que ahora se hacen los campeones morales. No veía movilizaciones por el hambre, la desocupación o la falta de vivienda. Ummm que casualidad que ahora, todo eso que antes veneraban como pequeños burgueses, que repudiaban a los antisitemas, a los comunistas etc etc, justo ahora, sean tan amiguitos. Creo que cuando se recupere el empleo y el poder adquisitivo, todos esos pequeños burgueses, que ahora van de pequeños revolucionarios, traicionarán al 15M y este movimiento será una nefasta anécdota en la historia.

  4. Solidamente says

    Yo no puedo estar de acuerdo con la insumisión fiscal… se supone que es lo que no queremos que hagan otros. No lo entiendo.

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