El 15-M prepara un 'hackeo' judicial contra los exdirectivos de Bankia

Aníbal Malvar *

El 15-M prepara una nueva andanada procesal contra Rodrigo Rato y los directivos de Bankia que, presuntamente, utilizaron oscuras ingenierías financieras antes de sacar la entidad a Bolsa para falsear el precio de las acciones. “Será un ataque DDoS [Distributed Denial of Service: denegación de servicio distribuida], para usar el término utilizado por los hackers. Un hackeo procesal. Pero no podemos dar más pistas para no poner en alerta a los malos”, revelan fuentes del equipo jurídico de los indignados.

De momento, son ya cinco las denuncias presentadas contra Rato y su equipo: a las del 15-M (#15MpaRato y Asociación DRY), hay que sumar la de UPyD, la del sindicato ultraderechista Manos Limpias y la de Adicae (Asociación de usuarios de bancos, cajas y seguros).

La entrada en escena de un partido político en el proceso contra Bankia ha provocado cierto malestar en las bases del 15-M, que consideran que UPyD está intentando sacar réditos electorales de la iniciativa indignada. De hecho, el tema se iba a tratar en asamblea la noche del pasado viernes en el Patio Maravillas de Madrid, coincidiendo con una fiesta destinada a recaudar fondos para costear los recursos a las multas impuestas a varios manifestantes, durante la celebración del primer aniversario del movimiento. La asamblea finalmente fue anulada, y solo se recogieron cerca de 1.000 euros en donaciones.

El equipo jurídico del 15-M, sin embargo, cree que la querella de UPyD no les resta iniciativa alguna. “Yo creo que incluso la presentaron antes que nosotros. No sé. No me importa. Lo que importa es que se haga justicia. El 15-M vive al margen de los partidos, y no queremos siquiera entrar a valorar por qué este partido lo hace y otros no”.

La razón es obvia. El resto de partidos políticos, los sindicatos y las patronales tenían consejeros en las entidades intervenidas. Una de las funciones fundamentales de estos consejeros es la supervisión de las operaciones de los directivos, el control de gastos, los sueldos, las primas. Por ejemplo, los consejeros de la refundida (en todos los sentidos) caja gallega, NovaCaixaGalicia, llegaron a declarar que no leían ningún documento. Solo los firmaban. Preguntar, aseguran, estaba “mal visto”.

Desde su fundación, UPyD rechazó entrar a formar parte de los consejos de administración de las cajas de ahorros. Una postura con la que reflejan su rechazo a la politización de estas entidades.

Dos querellas casi iguales... pero diferentes

Los juristas del 15-M han estudiado a fondo la querella de UPyD. “Está muy bien hecha. Coincide prácticamente con la nuestra. Solo hay una cosa que nos extrañó. No denunciaron también por el artículo 282 del Código Penal” referido a los delitos de publicidad falsa.

“Serán castigados con la pena de prisión de seis meses a un año o multa de 12 a 24 meses […] los que, como administradores de hecho o de derecho de una sociedad emisora de valores negociados en los mercados de valores, falsearan la información económico-financiera contenida en los folletos de emisión”. O sea, quizá, presuntamente, los de Bankia.

La otra diferencia relevante es que UPyD se ha presentado como acusación popular y el 15-M lo ha hecho como acusación particular. “Nos interesaba como estrategia procesal y creímos que así nos encontrábamos en mejor derecho. Además, así también evitábamos la fianza. UPyD tuvo que pagar 20.000 euros”.

De momento, una docena de personas ha otorgado poder notarial a los abogados del 15-M para que se pueda actuar en su nombre. Sin embargo, el equipo jurídico ha dejado al margen a 107 solicitantes más. “Vamos a esperar a la segunda parte del proceso”, a la sorpresa de finales de julio, al hackeo judicial, prometen.

Kike Castelló, portavoz de Democracia Real Ya, analiza la querella de UPyD con un tono algo más crítico. “Lo importante es que alguna de ellas vaya adelante, pero todo lo que hacen los partidos políticos es para sacar rédito electoral. No nos creemos nada. Es lo mismo que hizo el PSOE cuando se subió al carro de la dación en pago. Son partidos políticos. Siempre hay algo un poco sucio detrás”.

Miembros de UPyD empezaron a aproximarse de forma significativa al 15-M a raíz de una asamblea, celebrada el 18 de diciembre de 2011, en la que los indignados trataron la reforma de la ley electoral, o sea, la abolición de una Ley d´Hont que favorece claramente a los dos partidos mayoritarios. Aquella asamblea había sido promovida por DRY, y los militantes de UPyD se identificaron como tales.

El ambiente de cordialidad se enturbió bastante cuando, a mediados de abril de este año, se produjo un cisma en DRY. Varios de sus integrantes, capitaneados por Fabio Gándara, decidieron de forma unilateral constituirse en asociación de forma legal. Consideraban necesario dar ese paso porque observaban la acracia asamblearia caótica e inoperante. Algo que, para los puristas del movimiento, suponía traicionar el espíritu democrático de DRY. “Es verdad que las asambleas a veces son tediosas, repetitivas, lentas… Pero a ser demócrata no se aprende en dos días, y nosotros estamos aprendiendo”, dijo entonces el oficialista Kike Castelló.

A los tres días, los promotores de la Asociación DRY fueron expulsados, y varios miembros de UPyD, vinculados a los indignados, se les adhirieron. Algunos activistas del movimiento indignado consideraron el paso de los asociacionistas como un intento de politizar al difuso, abierto y libre DRY, e intuyeron la sombra de UPyD detrás de la operación. Las siglas UPyD, según ellos, estaban intentando capitalizar los logros del 15-M.

La sospecha tomó cierto cuerpo, aunque siempre gaseoso, cuando Rafael Pacheco, responsable de organización de UPyD en el sudeste de Madrid, emitió un comunicado de apoyo a los expulsados.

"Vigila tu espalda"

En su blog, el upeydista Rafa Pacheco plantó feroces críticas contra los que expulsaron a Gándara y a sus asociacionistas. Un fragmento: “Cuando me quise dar cuenta estaba metido en Democracia Real Ya y en sus historias internas hasta las cejas. Yo que siempre dije que no era miembro de nada, pasaba horas y horas con ellos debatiendo cómo mejorar la plataforma, cómo recuperar el apoyo de la gente, cómo conseguir cambios reales, etc. Y conforme más trabajaba por hacer inclusivo al movimiento, más rechazo y críticas despertaba en los radicales que se habían hecho con él. Hasta que me vi un día saliendo por patas del Patio Maravillas porque tres o cuatro cafres amenazaban con partirme la cara. ‘No tienes ni puta idea de dónde te estás metiendo, niñato, vigila tu espalda’. Pues oye, too much”.

Kike Castelló ni desmiente ni confirma el intento de UPyD de politizar el 15-M y llevarlo hacia sus siglas. Y habla remarcando que hace sus apreciaciones a título personal, no en representación de nadie: “Yo no sé si en algún momento actuaron en las asambleas con consignas de partido. Me parece que no, pero no lo sé con certeza”.

(*) Aníbal Malvar es escritor y periodista.