Corrupción en Galicia: 3.000 horas de grabación sobre cohechos y sobornos

Con 22 detenidos hasta ahora, entre presuntos corruptores y corrompidos, y unas tres mil horas de conversaciones telefónicas grabadas por la policía, la trama de sobornos en Galicia a cambio de contratas y concesiones municipales se extiende ya por las cuatro provincias, afecta a ediles del PP, PSOE y BNG y puede llegar a ser insondable. La impresión de suciedad generalizada beneficia, en plena campaña electoral, a Convocatoria Galega (la coalición de IU con los escindidos del BNG, encabezados por Xosé Manuel Beiras) y puede aportar rentabilidad electoral al exbanquero Mario Conde. Mientras, fuentes del PSOE dan por perdida la alcaldía de Ourense en beneficio del PP.

"Oye, Gaspar, lo he pensado mejor y no voy a dimitir; el pueblo me quiere”. Con estas palabras, el alcalde de Ourense, Francisco Rodríguez, comunicaba a última hora del domingo, 23 de septiembre, al responsable de política territorial del PSOE, Gaspar Zarrías, su decisión de mantenerse al frente del ayuntamiento a pesar de haber sido imputado por cohecho y prevaricación en la trama Pokemon de corrupción y de quedar en libertad bajo una fianza de 6.000 euros. Al oírle, Zarrías tuvo que contar hasta diez para contenerse; llevaba cuatro días en Galicia examinando el alcance de la trama de elementos dañinos y haciendo cumplir las normas internas que imponen la dimisión a los imputados por presunta corrupción. Ya había acordado con el propio Rodríguez, el grupo municipal socialista y los aliados del BNG, su relevo en la alacaldía. Y una hora después de despedirse de él, cuando ya abandonaba Ourense en un coche de alquiler, recibía la llamada del imputado comunicándole que no iba a dimitir “porque el pueblo me quiere”.

El PSOE suspendió de militancia a Rodríguez inmediatamente, con lo que su último ardid, la consulta a los militantes, que convocó para el jueves pasado, carecía de legitimidad y validez. El regidor ourensano trató además de envolverse en los “cientos y cientos de apoyos” de los vecinos y de mantenerse en el cargo con el argumento de que se debía a los ciudadanos antes que al partido. En realidad, la lista más votada en Ourense fue la del PP, si bien, el PSOE obtuvo el mismo número de concejales, lo que permitió a Rodríguez iniciar su segundo mandato con el apoyo del BNG.

Mientras el mencionado personaje se enrocaba, la juez número 1 de Lugo, Pilar Lara, que instruye la trama de sobornos de la operación Pokémon, ordenaba la segunda ola de detenciones. Entre los detenidos los días 19 y 25 de septiembre en las provincias de Ourense, Pontevedra y Lugo sumaban ya 22 personas. Una de ellas era el edil del BNG de Ourense Fernando Varela, responsable de Deportes, Vivienda y Rehabilitación del gobierno local. La limpieza del Pabellón de Deportes de la ciudad, que depende de su concejalía, fue adjudicada a la empresa Vendex, núcleo de la trama de presuntos corruptores. Fue al conocer su declaración judicial cuando el alcalde Rodríguez se sintió perdido, se olvidó de que el pueblo le quiere y decidió dimitir como hizo el propio Varela. Dicho sea de paso, el alcalde del PP de Boqueixón, Adolfo Gacio Váquez, también imputado en la trama por los mismos delitos de prevaricación y cohecho, ha anunciado su dimisión, aunque se mantendrá de concejal a pesar de que su partido cuenta con nueve de los once corporativos y no le necesita.

Un alto dirigente del PSOE comentaba a cuartopoder su impresión de que algunos tipos se habían vuelto locos por el dinero. “No entiendo cómo gente de cierta edad y aparente dignidad sucumbe de esa manera”. Más que “sobrecogedores” a cambio de concesiones y contratas, eran, en realidad, perseverantes trincones de larga trayectoria. El caso que más ha impresionado a los dirigentes federales del PSOE desplazados a Galicia para conocer lo ocurrido, ha sido el de Francisco Félix Fernández Liñares, expresidente de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil y exconcejal socialista de Seguridad Ciudadana y Urbanismo de Lugo. “Su mujer conocía los procedimientos y nos decía angustiada que llevaba mucho tiempo sin poderlos soportar; que le metan a la cárcel y acabe esto ya”. Fernández Liñares fue, en efecto, enviado a la cárcel de Bonxe por la juez, que le interrogó durante diez horas sobre la aceptación de sobornos. Fue el segundo detenido en la primera ola de arrestos, con 13 implicados, al que la jueza envió a prisión directamente. El primero había sido el administrador único del grupo Vendex y presunto corruptor Gevasio Rolando Rodríguez.

Sobre la extensión de la trama, en la que insistentemente aparece el apellido Rodríguez, las fuentes consultadas coinciden en que es muy extensa y parece insondable. Téngase en cuenta que el grupo Vendex tenía contratas en todas las ciudades gallegas con gobiernos municipales de distintos colores políticos y que a ello hay que añadir otras empresas, como las de pago y multas por aparcamiento en las vías públicas, maquinaria de obras públicas y otras de servicios que habrían sobornado a gobernantes municipales para obtener contratos. “¿Cómo cree usted, señoría, que conseguimos las contratas? Pagando, señoría, pagando”, reconoció textualmente el administrador encarcelado ante la juez Lara, según dijeron fuentes jurídicas. Sólo las grabaciones policiales entre personas relacionadas con la trama contienen tres mil horas de conversaciones.