Aguirre no abandonará la política hasta dejar colocado a González como presidente del PP de Madrid

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Rajoy, Basagoiti y Aguirre (de izda. a dcha.), a su llegada a la conferencia que pronunció el segundo el pasado jueves, día 4, en Madrid. / Fernando Alvarado (Efe)

Esperanza Aguirre no ha abandonado la política. Ni mucho menos. Aunque la sucesión en la presidencia de la Comunidad Autónoma de Madrid ha contado con el visto bueno de Mariano Rajoy, la lideresa capitalina no acaba de fiarse y seguirá liderando el PP madrileño hasta que llegue el Congreso ordinario dentro de tres años o vea el momento de colocar a Ignacio González en la presidencia del partido. Y se quedará en la primera línea de fuego como referente por lo que pueda pasar, como lo demuestra que compartiera protagonismo con Rajoy este jueves, con motivo de la conferencia pronunciada en Madrid por el líder del PP vasco, Antonio Basagoiti, o que se haya ofrecido a celebrar algún mitin en Galicia para echar una mano al presidente gallego, Alberto Núñez Feijoo, en los comicios autonómicos del próximo 21 de octubre.

Según varios dirigentes nacionales y locales de Madrid, Aguirre tenía decidido no repetir como candidata en las próximas elecciones autonómicas madrileñas y decidió cumplir su compromiso personal con González de ‘testar’ dejándole en su puesto. Añaden que Rajoy le tenía puesta una cruz a González desde el Congreso de 2008 en Valencia porque arremetió contra su liderazgo en el seno de la dirección nacional del partido un día en que significativamente se ausentó Aguirre. Pero acabó dándole el visto bueno gracias a la mediación de la secretaria general, María Dolores de Cospedal, quien había llevado a cabo una labor de aproximación que incluso consiguió que el presidente del PP volviera a acoger a su detractor en el seno de la dirección nacional del partido gubernamental.

Aguirre tenía tomada la decisión de retirarse hace tiempo por razones personales (su cáncer, aparentemente curado, se mezcla con el dolor y la reflexión por la muerte de dos amigas muy queridas, una de ella la esposa de Manuel Pizarro) y políticas (le esperaban dos años de gestión del Gobierno autonómico sin apenas fondos). A partir de ahí, la ex presidenta misma se ha referido a que no le gusta la bicefalia y se ha abierto el debate sobre su sustitución en el partido. De manera que, a su juicio, González debe ocupar su puesto también en la presidencia del PP de Madrid. Y a partir de ahí, su idea, dicen las fuentes consultadas, es que González se curta de aquí a las elecciones para ser un candidato cuajado.

Pero son muchos los que no acaban de ver a González en ese puesto salvo que se acabe plegando a Rajoy, dando juego a su gente en Madrid por medio de Cospedal. De hecho, la alcaldesa madrileña, Ana Botella, como  quien no quiere la cosa, ha pedido que se celebre un Congreso que elija al nuevo presidente y candidato aún a sabiendas de que ambos puestos se pueden decidir, si dimite Aguirre como presidenta del partido, con una mera reunión de la Junta Directiva Regional. En caso de dimisión, la celebración de un Congreso regional sólo puede acordarla la dirección nacional del PP y basta con que Botella insista para que no haya más remedio.

Dicen las fuentes que a Botella le gustaría que el sucesor de Aguirre sea, como candidato y en el partido, Javier Fernández-Lasquetty, el consejero de Sanidad de la comunidad autónoma madrileña y secretario general de las Fundación FAES que lidera José María Aznar. En ese punto ella no ha dicho nada, pero lo cierto es que ha dejado abierta la puerta a un Congreso regional. “Normalmente, una sustitución así se hace en un Congreso”, ha comentado.

En todo caso, las fuentes consultadas aseguran que Aguirre acudirá a la campaña de las elecciones gallegas del 21 de octubre para echarle una mano al actual presidente de esa Comunidad Autónoma, Alberto Núñez Feijóo. Según señalan, la ex presidenta madrileña ha comunicado a Feijóo su disposición a colaborar con su partido dando mítines en Galicia. De momento, el PP gallego no ha decidido ni cuándo ni a dónde le pedirá que vaya porque está cerrando una campaña a la que también acudirán varios ministros y, aunque mucho menos que hace cuatro años, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. La idea es que acuda a algún lugar decisivo y que ayude a combatir la abstención, que es la mayor preocupación del presidente gallego ya que todas las encuestas la fijan en torno al 40%.

Por cierto que Aguirre, según esas fuentes, sorprendió a Feijóo con su dimisión porque aproximadamente quince días antes de hacerla pública le había expresado su deseo de organizar un Foro en la capital para atraer el voto de los gallegos de la provincia. Feijóo también confía en que Aguirre contrarreste la presencia de Mario Conde, por primera vez, en los comicios gallegos. No obstante, el líder del PP gallego considera un asunto menor la presencia del ex convicto porque, según sus allegados, ninguna de las encuestas públicas o privadas que se han realizado hasta ahora le atribuye escaño alguno y no lo ve quitando restos en provincias decisivas.

Uno de los elementos por los que el PP da como segura la victoria, consiguiendo más del 50%, es que el Gobierno central, a pesar de la enorme austeridad prevista, mantendrá un alto nivel de inversión en Galicia dentro de los Presupuestos Generales del Estado para 2013. “Las grandes infraestructuras están garantizadas”, señaló un alto responsable del Gobierno autonómico.

1 Comment
  1. Y más says

    Aguirre, la cólera de Dios.

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