Tras reunirse el pasado jueves en el Palacio de la Carrera de San Jerónimo con representantes del propio Banco de Alimentos y de la Cruz Roja, el PSOE registró en el Congreso una proposición no de ley en la que reclama que no se recorte la dotación del citado banco ni en España ni en la UE. Es, sin duda, una medida especialmente acertada en estos momentos, cuando se está produciendo la presión de algunos países europeos para que desaparezca o se reduzca mucho la dotación, hasta el punto de poner en cuestión su financiación, y crece la incertidumbre sobre el futuro y la continuidad de estos bancos precisamente cuando son más necesarios que nunca.
La reclamación tiene que ver con la próxima elaboración del presupuesto europeo y con el hecho de que algunos países como Finlandia y el Reino Unido, entre otros, están planteando la supresión de estas ayudas y sostienen que tiene que ser cada Estado y no la UE el que articule la distribución del excedente alimentario entre la población. De momento, el criterio de la Comisión Europea es apoyar el mantenimiento de la financiación a los bancos de alimentos para el periodo 2014-2020, pero reduciendo la cuantía de la ayuda de 3.500 a 2.500 millones de euros.
El PSOE denuncia que adoptar una medida de este tipo supondría que 116 millones de ciudadanos en la UE, el 23,4% de la población comunitaria, se verían abocados a una situación de extrema vulnerabilidad, agudizada por la crisis, porque deberían reducirse los casi 107 millones de kilos de alimentos que se repartieron en el año 2011. Y en el caso concreto de España, las consecuencias de la reducción del apoyo a los bancos de alimentos afectaría de forma directa a los 2,35 millones de ciudadanos que ya en 2011 tuvieron que acudir –según Intermon Oxfam- a los bancos de alimentos para satisfacer sus necesidades alimentarias.
La PNL socialista pide no sólo que se mantengan los fondos para los bancos de alimentos sino que se refuercen estas organizaciones porque su trabajo es ahora más importante que nunca, dadas la situaciones de extrema necesidad personal que provoca la crisis sobre millones de ciudadanos. A juicio del PSOE, el papel de los bancos de alimentos es esencial porque son organizaciones sin ánimo de lucro, cuya base es el voluntariado, y que se financian con fondos europeos que aportan todos los países de la UE.
Cuentan, además, con la aportación de empresas colaboradoras relacionadas con la alimentación, la producción y la distribución y su labor es recuperar excedentes alimenticios en las sociedades desarrolladas para redistribuirlos entre las personas más necesitadas que forman parte de las bolsas de pobreza y marginalidad. Los bancos no reparten comida directamente. Lo hacen a través de organizaciones de ayuda social oficialmente reconocidas, como Cáritas o la Cruz Roja. En España se aglutinan en la Federación Española de bancos de alimentos que, a su vez, forma parte de la Federación europea de bancos de alimentos presente en 18 países de la UE formada por 224 entidades y más de 18.000 voluntarios.
Lo que el PSOE reclama en su PNL es, en primer lugar, “defender en el seno del consejo europeo, y ante las instituciones y organismos comunitarios que correspondan, el mantenimiento de la financiación del programa europeo de ayuda alimentaria a las personas más necesitadas para el periodo 2014-2020”.
En segundo lugar, “reforzar, en su caso, la financiación pública destinada a los bancos de alimentos a través de los Presupuestos Generales del Estado, en el marco de políticas de cohesión para la inclusión social y el apoyo a los servicios sociales de integración prestados por las administraciones públicas y entidades asociativas colaboradoras para la atención de los colectivos afectados”. Y, por último, “promover un acuerdo entre el Estado, las organizaciones sociales y representantes de la industria agroalimentaria que permita un aprovechamiento eficiente de los alimentos, como sucede en otros países, evitando la destrucción de los mismos”.
Según ha explicado la número dos del PSOPE, Elena Valenciano, la reclamación es singularmente necesaria en un momento en que hay “cientos de miles de personas, muchas de ellas de clase media, que se han quedado sin recursos (1.300.000 familias, según las ONGs, necesitan de las organizaciones humanitarias para salir adelante y 2,2 millones de niños ya viven en situación de pobreza)”. Para Valenciano, “hay que hacer de esta cuestión un gran proyecto de país”. En esa línea, el Grupo Socialista ha presentado, además, la moción consecuencia de una interpelación para que se ponga en marcha un Fondo Estatal de Emergencia para las familias, dotado con mil millones de euros. Un Fondo que sirva para “rescatar a las personas en riesgo de exclusión” y que sostenga la red que apoya a las personas con más dificultades. También se presentará una batería de iniciativas políticas, “una línea de trabajo del Grupo Socialista tanto en España como en Estrasburgo”.