El dilema de Rajoy

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La candidata del PPC a la presidencia de la Generalitat, Alicia Sánchez-Camacho, ayer, saludando a sus simpatizantes tras la jornada electoral. / Toni Albir (Efe)

Con 84.131 votos más que los obtenidos en 2010 y un escaño más (pasa de 18 a 19 en el Parlament), el PP sacaba anoche pecho. Pero no mucho. Si bien el batacazo de CiU y Artur Mas, así como la caída en desgracia del PSC colocaba al PPC, liderado por Alicia Sánchez Camacho, en una posición cómoda en medio de una noche electoral aciaga para otros, el análisis de las cifras deja al descubierto la dificultad que sigue teniendo el partido que lidera Mariano Rajoy para conectar con el electorado catalán.

Anoche, en el cuartel general del PP, en la madrileña calle Génova, respiraban tranquilos: a pesar de los ajustes y del desgaste que está sufriendo el partido de Rajoy en su imagen a raíz de los recortes y reformas que ha venido aplicando desde que llegó al gobierno, el PP se contaba entre los partidos que mejoraban el número de escaños obtenidos en las presentes elecciones. Esa fue la consigna y la versión que los populares pusieron en circulación y mantuvieron durante toda la noche, además de la sentencia que la candidata, Sánchez Camacho, no cesaba de repetir: "Artur Mas ha fracasado". Pero el fracaso rotundo de CiU no se ha traducido en un igualmente rotundo éxito del PP.

De puertas para adentro, en el PP se preguntaban anoche por qué en una campaña tan polarizada, en la que Mas y ERC hablaban de independencia y el PP de la unidad de España, los populares se habían quedado como cuarta fuerza política (eran la tercera en el Parlamento resultante de los comicios de 2010) por detrás de un PSC que obtenía el peor resultado de su historia. La respuesta a esta pregunta la daba un antiguo dirigente del PP de Cataluña: "porque -decía- quienes realmente han hecho un discurso frontal a las pretensiones de los nacionalistas, sin complejos y con mucha coherencia han sido los miembros de Ciudadanos. Por eso han triplicado su representación en el Parlament, mientras nosotros, con 11 puntos más de participación y un PSOE en pleno descalabro, sólo hemos logrado subir un escaño".

 Este ex-dirigente, aunque hoy todavía cargo electo del PP, hacía notar que, hasta hace apenas unos meses, su partido estuvo apoyando a una CiU instalada en su proyecto de autodeterminación, "que les hemos apoyado los presupuestos y todavía hoy (por ayer), seguimos manteniendo acuerdos con CiU en ayuntamientos y diputaciones, por mucho que en campaña proclamásemos nuestra ruptura total con el partido de Artur Mas".

Esa ruptura, reclamada por el ala dura del PP, no se ha  dado  ni se dará, a juzgar por las palabras de la candidata Sánchez Camacho, que con más del 95% de los votos escrutados, seguía echando balones fuera cuando se le preguntaba si iba a proceder a romper todos sus acuerdos con los nacionalistas catalanes. Sánchez Camacho no descartó nada. No, al menos, hasta que hoy reciba instrucciones de Mariano Rajoy y de la cúpula dirigente del PP.

El dilema que se le plantea hoy al PP es si mantener todos los acuerdos vigentes con CiU y, en su caso, tratar de establecer nuevos acuerdos de gobernabilidad con los nacionalistas catalanes, o por el contrario, romper relaciones con un partido que se muestra decidido a mantenerse en la senda que conduce a la independencia de Cataluña. Y, lo que es peor, tendrán que explicar qué les lleva a mantener todos los acuerdos que tienen en ayuntamientos e instituciones catalanas con un partido, CiU, al que miembros del PP y del gobierno han señalado públicamente como nido de corruptelas políticas.

Si hasta ayer el PP se apuntaba con entusiasmo a los ataques a CiU y sus dirigentes y daba por buenas las informaciones publicadas por el diario El Mundo sobre una presunta trama de corrupción a gran escala que salpicaría a CiU y a sus más insignes dirigentes, como Artur Mas, o como la familia Pujol-Ferrusola, ahora no se trata de no haber capitalizado la debacle del PSOE, sino de mantener -y quién sabe si renovar-, los acuerdos con aquellos que han señalado como unos corruptos ante la opinión pública. La respuesta la tiene Rajoy… o no.

Resultados del PPC en Cataluña y en cada circunscripción. / Gráfico: parlament2012resultats.cat
2 Comments
  1. Guillen Amador says

    Perro no come carne de perro, la misma mafia son

  2. Jaume says

    Quien ha visto y quien ve a esta prolífica contertuliana, ahora feroz defensora de las esencias patrias españolas y en su juventud coqueteando con el nacionalismo catalán…

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