El PSOE pide a Rajoy que no acuse a Rubalcaba y busque dentro del PP a los que conspiran contra él

El PSOE ha decidido salir al paso de las insinuaciones que han venido y siguen haciendo todo tipo de dirigentes del PP sobre el papel de Alfredo Pérez Rubalcaba como conspirador contra Mariano Rajoy en el caso Bárcenas. Sobre todo replican a la batería de declaraciones de Esteban González Pons y Carlos Floriano, los elegidos para dar caña en este caso, pero no olvidan que, de hecho, incluso el propio líder de los populares aludió al líder socialista cuando salió al paso de las acusaciones de haber cobrado sobres con dinero negro.

La respuesta ha sido clara. En uno de sus habituales argumentarios, Ferraz  aconseja a sus cuadros que reclamen al presidente del Gobierno que, cuando se pregunte quién va a por él de verdad, mire hacia dentro de su partido, singularmente a Esperanza Aguirre. Para abundar en los indicios de que es la ex presidenta madrileña la que quiere sustituir a Rajoy, el documento reproduce varios titulares del diario La Gaceta, al que considera seguidor del ala ultra del PP, en los que ataca al presidente y considera a Aguirre la salvadora del partido conservador.

Que Aguirre va contra Rajoy y contra su número dos, Dolores de Cospedal, lo dejó bien claro en el Comité Regional de Madrid de la semana pasada, aprovechando una discusión con Ana Botella sobre el cese de Ana Mato. Curiosamente, la lideresa del PP madrileño atacó a las dos personas que considera rivales serias para sustituir como candidato de Madrid y futuro presidente regional del partido a Ignacio González. Aunque, según allegados a Rajoy y responsables de la sede de Génova, lo que quedado claro es que se iba a ir de la política y ha decidido quedarse aprovechando la crisis provocada por Bárcenas y los resultados judiciales y políticos que acabe teniendo. Quedarse, según esas fuentes, para sustituir al propio Rajoy y ofrecerse, en plan populista, como la campeona de la regeneración democrática no sólo en su partido sino ante la sociedad española.

Significativamente, las fotos que reproduce el PSOE de la Gaceta colocan a Esperanza Aguirre como alternativa a un Rajoy sobre cuyas espaldas escribe: “Gürtel: A Rajoy también le pagaron los viajes”.

El argumentario se titula: “Señor Rajoy, no mire fuera, mire dentro”. Y se explica: “Por mucho que se empeñen Rajoy, Cospedal y González Pons en la teoría de la conspiración y en echarle la culpa de todo lo que les está pasando a Rubalcaba, su acusación no se sostiene porque todo este asunto arranca del hecho probado de que, cuando Luis Bárcenas era tesorero del PP, tenía 22 millones de dinero negro en una cuenta bancaria en Suiza (información que la Audiencia Nacional recibe a través de la comisión rogatoria)”. Y añaden: “Porque a raíz de este hecho probado, comienzan a publicarse en diferentes medios de comunicación  noticias sobre una supuesta contabilidad B de financiación ilegal del PP y pago de sobresueldos en dinero negro a los principales dirigentes de este partido, empezando por el propio Rajoy”. Y concluyen: “Porque el hecho probado judicialmente de los 22 millones en Suiza es el que ha permitido saber que Bárcenas se había acogido a la Amnistía Fiscal del Gobierno, para blanquear 11 millones de dinero negro (y esto se ha sabido por testimonio de los propios abogados de Bárcenas y por la demostración documental aportada por ellos a la Audiencia Nacional)”.

También se añade otro porqué y se alude a la ministra de Sanidad. “El informe que ha puesto en una situación insostenible a la ministra Ana Mato es de la Policía, una de las instituciones con mayor credibilidad y mejor valoradas por los ciudadanos en las encuestas del CIS”. “Y, finalmente –se remata en alusión Aguirre y La Gaceta-, porque quien está frotándose las manos y pidiendo un Congreso del PP para sustituir a Rajoy no es Rubalcaba”.

En conclusión, los socialistas precisan que “si Rajoy cree de verdad en la teoría de la conspiración, va a tener que buscarla en sus filas”. Y antes de exponer las reproducciones de las portadas de La Gaceta, concluyen preguntándose: “¿Quién se está frotando las manos?”.