Toxo se suma a la protesta de los militares contra el arresto del presidente de AUME

Llegaron de varios puntos de España y se concentraron entre las 12.00 y las 13.00 horas del sábado junto al Ministerio de Defensa. Unos doscientos militares participaron en la primera concentración de protesta contra el Gobierno del PP por castigar al presidente de la Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME), Jorge Bravo Álvarez, con 30 días de arresto. Ya es sabido que su “conducta pluriofensiva” consistió en alzar la voz contra los “gastos superfluos” en las Fuerzas Armadas y decir que si se eliminara el boato, los banquetes, los festejos, los coches oficiales innecesarios…, habría dinero para la paga de Navidad de 2012 que les suprimió el Gobierno de Mariano Rajoy Brey con el argumento de la reducción del déficit público.

El clamor de los militares en solidaridad con Bravo fue audible desde la sede ministerial, cuya última planta está dedicada a viviendas del ministro Pedro Morenés Eulate y de otros altos cargos. Los militares no tenían duda de que, además de escuchar sus gritos -“¡Bravo, libertad!” y “¡Libertad de expresión!”-, les estaban filmando. En la esquina de la calle Capitán Haya colocaron una pancarta con la foto del suboficial, que permanece encarcelado desde el 2 de abril en el centro de cumplimiento de arrestos del cuartel de Colmenar Viejo (Madrid). Sus compañeros acudirán a esperarle a las doce de la noche del 2 al 3 de mayo.

Los oficiales y suboficiales de la AUME, que cuenta con unos 8.000 inscritos y es mayoritaria en las Fuerzas Armadas, estuvieron acompañados en la reivindicación de su derecho a la libertad de expresión, la petición de “un régimen disciplinario digno” y la demanda de sus derechos sociales y profesionales, por una delegación de militares portugueses y otras del Sindicato Unificado de Policía (SUP), la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC), el dirigente de la Asociación Contra la Intolerancia, Esteban Ibarra y el secretario general de Comisiones Obreras (CCOO), José Ignacio Fernández Toxo.

El líder de CCOO, que evitó restar protagonismo a los convocantes, dijo que “Jorge Bravo es un amigo, además de un gran demócrata comprometido con las libertades” y coincidió con el sentir de los militares cuando afirmó que el tránsito de la dictadura a la democracia “no ha sido completo, como demuestra este acto y el encierro al que tienen sometido a Bravo”. Fernández Toxo pidió a la sociedad española que sea consciente de la deuda con la gente que más le sirve, “la mayoría de las veces sin exigir nada a cambio”. Y ya en referencia a la situación de desempleo de 6,2 millones de españoles, a los desahucios y a los estafados por las preferentes, exigió al jefe del Gobierno que dé “una oportunidad” a la sociedad española y encabece “un gran compromiso nacional de lucha contra el paro y contra la precariedad”. Por su parte, se comprometió a movilizar a todas las personas que no tienen ingresos, a los desahuciados de sus casas y a los estafados por la banca.

El secretario general de AUME, Mariano Casado, leyó, megáfono en mano, un manifiesto de apoyo a Bravo. “Hoy nos convoca aquí un hecho insólito: la privación de libertad de un ciudadano, Jorge Bravo, presidente de AUME, por hacer uso del derecho a expresarse libremente que tiene como persona, como ciudadano y como representante asociativo. Una vez más queremos darle las gracias por su ejemplo de dignidad, de compromiso, de sacrificio por las libertades y los derechos de los miembros de las Fueras Armadas”.

El texto, que fue entregado en el registro del Ministerio de Defensa, califica de “injusta, ilegal, ilícita y arbitraria” la privación de libertad de Bravo y añade que su arresto, el tercero que padece en los cinco últimos años, ha puesto de relieve que “el régimen disciplinario no es respetuoso con los derechos humanos”. A renglón seguido considera “muy grave” que no se aplique por igual a todos los militares. “Los que tienen un empleo superior son tratados con guante blanco y con absoluta e indecente benevolencia. Los que quiebran la neutralidad política no son sancionados”, añade el manifiesto. En cambio, quienes defienden “el uso racional de los recursos que ponen los españoles a disposición de las Fuerzas Armadas son arrestados sin ningún miramiento y garantía. Esta situación no puede continuar”.

Además de agradecer el valor y la valía de Bravo, el texto dice que “la situación de los militares en España no avanza; la tropa y marinería, con contratos basura; los suboficiales, sin promoción ni trayectoria profesional; los oficiales, sin futuro. Y lo peor es que no se cumple la Ley de Derechos y Deberes. Se persigue el asociacionismo, el Consejo de Personal no termina de funcionar, el observatorio de la vida militar no se constituye y la reforma de la carrera militar llega tarde. Y en este entorno grave, complicado, se produce el arresto de Jorge Bravo. Aún nos queda Jorge Bravo”.