Que las relaciones entre el Gobierno catalán y la Casa Real o, por ser más precisos, entre el Rey don Juan Carlos y el presidente catalán, Artur Mas, no gozan de buena salud es un secreto a voces. Ambos se ocuparon, de hecho, de escenificarlo hace unos meses, cuando, en un acto oficial en Barcelona, Mas hizo todo lo que pudo y supo para evitar hacerse la foto de familia junto al monarca y, 48 horas después, fue recibido en el Palacio de La Zarzuela por un inusualmente frío y serio don Juan Carlos. La relación entre ambos atraviesa sus horas más bajas desde que Mas abrazara abiertamente el secesionismo. Pero desde las posiciones soberanistas de CiU admiten que, si bien la independencia de Cataluña está en su horizonte, "la monarquía no es un enemigo a batir, en estos momentos, incluso podría ser una ayuda en el futuro...". Precisamente, miembros del gobierno catalán han asegurado a cuartopoder.es que prefieren al príncipe don Felipe de Borbón reinando, "porque entiende mucho mejor que su padre el sentir del pueblo catalán y muestra más interés que el Rey en nuestra lengua y nuestras costumbres"
Un conseller del gobierno de Artur Mas argumenta sus preferencias dentro de la Casa del Rey acogiéndose a una cita del Príncipe de Asturias ("perdón, y Príncipe de Girona, que siempre se os olvida..." precisa nuestro interlocutor). Este gobernante catalán saca a colación una frase pronunciada por el Príncipe Felipe en 1986: " Los catalanes serán lo que ellos quieran ser", dijo entonces el heredero de la Corona ante el Parlament. Una frase que, con el debate abierto sobre el derecho a decidir y la consulta sobre el mencionado "derecho", les viene como anillo al dedo. Quienes tanto valoran esa frase pronunciada hace 27 años, cuando en CiU se hablaba de mejorar el sistema de financiación autonómica y hacerse con un mayor número de competencias y no de tener un Estado propio, no mencionan, sin embargo, otra cita más reciente. El pasado día 3 de junio, el príncipe Felipe respondía a la petición del alcalde de Girona, Carles Puigdemont, de que "se asegure jurídicamente a los pueblos que así lo deseen su derecho a decidir", afirmando que "la seguridad jurídica nace de una voluntad de estabilidad y respeto a las reglas del juego". Pero cuando se les recuerda admiten que "el príncipe estaba en su papel institucional..." y tratan de restar importancia a las palabras del heredero al trono.
Otras fuentes de CiU y del entorno de Artur Mas consultadas por este diario consideran, además, que "el rey no está cumpliendo con su papel moderador en este conflicto" mientras que piensan que el príncipe seguramente sería más proactivo. Entre las virtudes que, en opinión de las fuentes consultadas, adornan al heredero de la Corona está su "gran preparación", así como su voluntad decidida por conocer e integrarse en el paisaje catalán. Así, una de las fuentes consultadas asegura que "si yo quiero, puedo mantener una conversación media con el príncipe en catalán. Con el rey, no".
Con todo, la práctica totalidad de los consultados no ven cerca el reinado de Felipe VI, porque, en palabras de un miembro del gobierno de la Generalitat, "el Rey no puede abdicar. Ahora menos que nunca. Tiene que ser generoso y esperar a que se cierre todo el asunto Urdangarín (en alusión a los conflictos del esposo de la infanta doña Cristina de Borbón, Iñaki Urdangarín, con la justicia). No le puede dejar ese ´pastel´ al príncipe. Lo fían largo, pero si a alguien lo fían es al príncipe.