
La ministra de Empleo, Fátima Báñez, acude este jueves al Congreso a defender, una vez más, una reforma laboral que por difícil que pueda parecer no ha contentado a nadie. Ni a los empresarios, ni a Bruselas, ni al FMI, y, por supuesto, tampoco a los sindicatos. “No ha frenado la destrucción de empleo, no ha favorecido la contratación indefinida y no ha avanzado en la flexibilidad de la empresa. Solo ha conseguido incrementar despidos y que descienda el número de acuerdos entre empresa y trabajadores”, critica duramente Ramón Górriz, secretario de acción sindical de Comisiones Obreras, en declaraciones a cuartopoder.es
La comparecencia de la ministra Báñez tendrá como principal objetivo explicar el informe elaborado por el Gobierno que evalúa el impacto de la reforma y que según avanzó el Consejo de Ministros del 2 de agosto concluye que la reforma laboral ha evitado la destrucción de 225.800 empleos. No obstante, la ministra no fue entonces capaz de explicar ni cómo ni por qué la reforma había evitado semejante número de despidos.
“El dato de 225.800 empleos que aportó la ministra es un dato que no está soportado en nada. Es una visión irreal del desempleo que no se sustenta ni en los propios datos del Gobierno”, señala Toni Ferrer, secretario de ación sindical de UGT. Una visión que comparte su homónimo de CCOO, Ramón Górriz, quien en declaraciones a este medio ha señalado que el informe del Gobierno sobre la reforma laboral “tiene poco que ver con la realidad”. “Es pura propaganda. No recoge la realidad de una población cada vez más pobre y más precaria. Estamos ante un nuevo ejercicio vergonzante”, critica Górriz.
La realidad para los sindicatos es que la reforma laboral que el Gobierno pretende vender como un éxito ha tenido como principal consecuencia “el incremento de los despidos” y la “rebaja significativa de los salarios”. “El Gobierno pretende vender que somos más competitivos gracias a la reforma laboral pero la única realidad es que ahora los salarios son más bajos”, ha añadido Ferrer.
Una realidad que sí se traduce en números, avanzan. Los despidos colectivos por expedientes de regulación de empleo (ERE) han crecido en un 2,1% durante el primer semestre de 2013, según el análisis efectuado por CCOO. Las cifras referentes a 2012 son aún más catastróficas. Los ERE autorizados en 2012 por las autoridades laborales o comunicados a las mismas aumentaron un 56,3%, hasta los 33.075, mientras que el número de trabajadores afectados por medidas colectivas de extinción, suspensión y reducción de jornada se situó en 451.893, lo que supone un incremento del 31,5% sobre el año anterior.
“Bajo nuestro punto de vista, la reforma laboral sólo ha favorecido a los ricos y a las élites económicas. La inmensa mayoría de la sociedad ha perdido poder en las negociaciones colectivas, ha visto cómo se debilitaba la democracia y cómo se perdía empleo público y privada”, apunta Górriz.
La CEOE pide más
A pesar de la opinión de Górriz de que la reforma sólo favorece a los grandes empresarios, la CEOE tampoco se ha mostrado satisfecha con la reforma y la ha atacado, por “insuficiente”, en numerosas ocasiones. Juan Rosell, presidente de la patronal, demandó una nueva reforma laboral para que los jueces “no tengan posibilidad de interpretación” y puedan fallar en favor de los trabajadores.
Así, los empresarios también se han pronunciado a favor de “seguir avanzando en medidas de flexibilidad que garanticen avances en la capacidad de adaptación de las empresas” o, lo que viene a ser lo mismo, continuar abaratando el despido y la posibilidad de poder transformar los contratos indefinidos en contratos a tiempo parcial cuando existan causas económicas, técnicas, organizativas o de producción.
Otras medidas propuestas por la patronal en el documento Las reformas necesarias para salir de la crisis han sido eliminar las restricciones a la concatenación de contratos temporales, contemplar una bolsa de horas o días en los que el empresario podrá alterar el calendario anual o sueldos con complementos variables, haciendo depender un determinado porcentaje del salario de la situación y resultado de las empresas.
“Las propuestas que está haciendo la patronal últimamente van en la línea de lo exigido por el FMI. Nosotros consideramos que estas medidas llevarían al país a una situación catastrófica. El problema no está en la legislación laboral sino en el modelo productivo”, valora Toni Ferrer, de UGT.
FMI pide despidos más baratos
Como señala Ferrer, la patronal, en su último documento, recoge varias de las exigencias del Fondo Monetaria Internacional, quien también se ha mostrado crítico con la reforma. Así, el organismo internacional aconsejó a España una nueva reforma laboral que abarate el despido, reduzca el número de contratos y simplifique la negociación colectiva, además de proponer reducciones inmediatas en las cotizaciones sociales y una significativa bajada de sueldos.
No obstante, el FMI reconoció que la reforma laboral de 2012 supuso mejoras sustanciales, pero como la patronal, lo considera “insuficiente” en un entorno económico tan difícil como el que está sufriendo España.