A buenas horas, Esperanza

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Esperanza Aguirre, el jueves, día 19, durante su intervención en el Círculo Ecuestre de Barcelona. / Alejandro García (Efe)

Una cosa no se la podrá negar nadie a Esperanza Aguirre: sin duda es de las personas más listas que a día de hoy militan en el PP. Se dio cuenta hasta el Gran Wyoming en los tiempos del Caiga quien caiga, ¿se acuerdan? Lo de esta mujer atreviéndose a ir a Barcelona a ponerse el mundo y su partido por montera, abogando por la catalanización de España, es de quitar el hipo. Al que aún lo tenga.

Muy interesante todo lo que dice Esperanza. Y hasta muy cierto casi todo. Sólo hay un matiz inquietante: ¿se lo cree ella misma, o lo dice por fastidiar ya saben ustedes a quién? Porque a ver, si lo piensa de verdad, tiene las hemerotecas en contra.

Recapitulemos. Cuando Jordi Pujol se retiró por fin tuvo el detalle de pronunciar uno de sus muchos discursos de despedida en Madrid. Bueno, más que un discurso, aquello fue el sermón de la montaña. Les vino a decir a los dirigentes españoles de la época que habían metido la pata hasta la ingle al rechazar su proyecto catalanista (entonces) integrador, ávido de reconocimiento y complicidad en el resto de España. Que habían hecho mal en dejarle con las posaderas políticas al aire, porque después de su “fracaso” (que no dudó en admitir, eso sí, echándole la culpa a todo el mundo menos a él…), vendría una modalidad de nacionalismo catalán mucho más intratable y recalcitrante. Como esas nuevas cepas infecciosas ultrarresistentes al antibiótico. Que no hay quien las mate.

¿Reacción del respetable de la época? Mayormente caso omiso, con alguna excepción…entre ellas Esperanza Aguirre, precisamente. La recuerdo como si fuera ayer acaparando cámaras y micrófonos a la salida de aquel acto, admitiendo con una sonrisa de oreja a oreja que el modelo de España que Pujol proponía pues sí, era la mar de válido, tanto como el de ellos. “Lo que ocurre es que no nos ha convencido porque nos gusta más el nuestro, y ya está”, zanjó, y se quedó tan pancha.

Cuando digo que Esperanza Aguirre es una de las personas más listas que a día de hoy militan en el PP, quiero decir que domina como pocos el arte de contradecirse espectacularmente, de pasar de blanco a negro, sin dejar de tener siempre razón. Porque la tenía entonces, cuando se pasó por el arco de triunfo al molt honorable Pujol y a su modelo de España (de modelo catalán ya ni hablamos, porque el verdadero lío siempre ha sido por eso, por el maldito modelo de España…), porque podía hacerlo. Porque estaba políticamente en su mano. Porque no pasaba nada. Y vuelve a tener razón ahora cuando afirma que ahora sí pasa, que ahora conviene otra cosa, y que una de las soluciones a este lío sería catalanizar lo español. Etc.

Lo malo es que a buenas horas lo propone, cuando este follón ya tiene poco o ningún remedio. Entre otras cosas porque, suponiendo que España entera decidiera de golpe y de repente catalanizarse como una posesa, bailar sardanes gigantes en Colón, etc, ya llegamos tarde. A romper ese hechizo antiespañol que ahora mismo tanto vende en Cataluña. Y hasta a rebañar la presunta modernez catalana. Ya sólo quedan la piel y los huesos.

A mí me habría gustado que España se catalanizara cuando Cataluña era vibrante, revulsiva, autoexigente, consciente y amante de su propia pluralidad. No ahora que Cataluña se ha vuelto, con perdón, tan plana y casi cateta. Sin más horizonte que la huida hacia adelante. Sin más ambición que dar vueltas a su propio y apasionante ombligo. Perfectamente desconectada, no ya del resto de España, sino de su propia y esencial realidad.

A buenas horas, Esperanza.

9 Comments
  1. Alejandrazo says

    El problema esque al señor Más le encanta salir por la tele, o quizas sea que no se deje de ir a buscar sus noticias, por que las polemicas siempre se vende muy bien, y que mayor polémica para España que a una parte de ella se la incite a separarse del resto violando la constitución. El señor Más hace mas daño al catalán de a pie que a cualquier español, esa tecnica que tiene de actuar ocultando lo que esta en contra de lo que el desea, y diciendo que el pueblo de cataluña esta deacuerdo con su propuesta independentista, hace que los españoles vean todo este tema como rechazo hacia ellos mismos, pues lo unico que fomenta el señor Más es el odio entre algunos catalanes y algunos españoles, los españoles dolidos por la deslealtad a su propio pais, y los catalanes dolidos porque «España les roba», se les a olvidado a algunos las bases legales en las que convivimos y debemos respetar, porque si no se respeta eso, la unica ley que tendran que respetar es la de la selva, ya que es la que fomentan.

  2. Moises núńez says

    Por mucho que repaso el artículo, no vweo porqué acaba llamando alos catalanes «palurdos». En vez de culpar a todos (como Pujol) los españoles deberian revisar la forma cómo se relacionan con catalunya. Con insultos es difícil integrar e incorporar a nadie. Menos a una españa que mete en la cárcel a quien no habla su idioma. Señora Grau, a esa const. que usted alude, se la cepillaron, después de una tarde de copas, el ppsoe para hacer que debamos de por vida.

  3. dicharachera says

    Nunca es tarde para corregirse,pero la ha faltado también euskadizar,galleguizar,andalucizar,etc.. a España.Y,ya puestos,españolizar Europa. Visto así,parece que la independencia de Cataluña la impusiera España.

  4. celine says

    Muy bueno, Grau. Yo recuerdo las sardanas que se montaban los domingos y fiestas de guardar, por la mañana en un rincón del Retiro, la glorieta de la Sardana, donde creo que sigue la tradición. A mí es que me da pena el afán de separarse de algunos catalanes. Porque yo amo a Cataluña; sí, por más cursi que suene, así es. Collons!

  5. celine says

    Aquí lo dejo: ¡desde 1953! Ni habíamos nacido…http://www.cerclecatala-madrid.net/Contenedor.aspx?pag=ContentASardanista

  6. juanjo says

    Bueno Anna, en lo de la Espe tal vez lleves razón. Pero cara a la cantata de Cataluña, ¿qué adelantamos con eso?
    ..
    Las elites (determinadas elites de Cataluña) y ciudadanos en general llevan desde principio de siglo afirmando y reafirmando que el resto de España se aprovechan de ellos.
    …..
    Incluso cuando la diferencia de renta per capita entre Cataluña y el resto de España era abismal, no eran pocos los catalanes que sostenían de corazón que Cataluña era víctima de la voracidad castellana… Lo cual, evidentemente era falso.
    ….
    pero, lo peor de todo, insisto, era que muy falso que fuera, una amplio número de catalanes estaba totalmente convencido de que así era.

    Lo cual significa que sólo hay un modo de solucionar el problema: La independencia de Cataluña.
    ¿Por qué no? Y que cada uno con su pan se lo coma, porque uno está convencido que los únicos que íbamos a salir perdiendo seríamos los aficionados aal futbol: qu El gran Barça se perdería en un clubs de chichinabo
    ……
    Por otra parte, observando la actitud delos Mas, los Puyol, los Junqueras y los otros, tal vez el independentismo actual se explique recurriendo a eso de que prefieren ser cabeza de ratón que cola de león

  7. juanjo says

    desde principio del siglo pasado.

  8. Amsterdam14 says

    Por una vez discrepo. Catalunya no se ha vuelto plana y cateta, sigue siendo la misma que antes que segun usted era vibrante, solo con mas autoconfianza en si misma para exigir que se la trate con respeto o que sino, se la deje ir. Y el respeto que queremos de los demas debe empezar por el respeto a uno mismo.

    Catalunya ha demostrado en multiples ocasiones un gran sentido de Estado que del que, desgraciadamente, Espanya ha carecido historicamente.
    Y no se equivoque. No somos tan lerdos como para no ver que en casa tambien hay trabajo por hacer y que no todos los problemas vienen de fuera. Curiosamente, quitar Espanya de la equacion permitira aflorar los problemas que nos genera tambien nuestra clase politica que ya no tendra Madrid para esconderse detras.

    En lo que si que estoy de acuerdo es que el mensaje de Esperanza llega tarde y no es creible. Esa es la filosofia que deberia haber aplicado a quien las urnas le dieron el deber de salvaguardar la convivencia social. Decir que Esperanza tenia razon en «pasarse por el forro» el modelo catalan propuesto por Pujol, es justificarlo en lugar de denunciar que es esa ceguera, de hecho, esa incultura lo que genera el problema, no los catalanes.

    Se suele decir que los paises tienen los politicos que se merecen. Catalunya dice que no se merece esto mas.

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