Alicia Sánchez Camacho se redime ante los suyos

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La presidenta del PPC, Alicia Sánchez-Camacho, ayer, en la concentración de la Plaza de Catalunya de Barcelona promovida por la plataforma "Som Catalunya, Somos España". / Toni Garriga (Efe)
La presidenta del PPC, Alicia Sánchez-Camacho, en el centro de la imagen, ayer, en la concentración de la Plaza de Catalunya de Barcelona promovida por la plataforma "Som Catalunya, Somos España". / Toni Garriga (Efe)

La líder del PP catalán, Alicia Sánchez Camacho, sacó ayer el músculo de su formación a pasear, tras una semana horribilis, en la que fue negada, regañada y reprendida por sus compañeros, los barones del PP,  por la propia secretaria general de los populares, María Dolores de Cospedal, y por varios de los ministros del gobierno de Mariano Rajoy. Sánchez Camacho tuvo ayer su "particular" baño de multitudes, con los 30.000 (según la Guardia Urbana de Barcelona), los  105.000 (según la Delegación del Gobierno) o los 160.000 (según los organizadores) asistentes a la manifestación que  recorrió las calles de la ciudad condal para proclamar una obviedad, por el momento: que Cataluña es España. En realidad, la reivindicación es más bien la expresión de un deseo: que Cataluña siga siendo España y no se ceda ante el impulso secesionista que acapara la agenda del gobierno catalán.

De todo el arco parlamentario catalán, solamente PP y Ciudadanos secundaron la convocatoria. Y allí estuvieron sus líderes: Sánchez Camacho representando al  PP y acompañada, entre otros, por el dirigente de los populares vascos, Iñaki Oyarzabal; y, por otra parte, el líder de "Ciudadanos",  Albert Rivera. La suma de PP y Ciudadanos representa 28 escaños de los 135 que ocupan sus señorías en el Parlamento Catalán. Una vez más, el PSC se quedaba al margen de la convocatoria y se ganaba las acusaciones y los reproches del resto del arco parlamentario, por su actitud "ambigua". Pero, según han confesado fuentes del PSC a cuartopoder.es, nadie en su partido quiere compartir nada con una formación que es percibida por buena parte de la ciudadanía como "anticatalana".

En todo caso, cuantitativamente, la manifestación de ayer no puede arrojar un resultado satisfactorio, puesto que fueron muchos más los catalanes que se manifestaron en favor de la independencia , tanto el pasado 11 de septiembre, como en la misma fecha tan solo un año atrás. Si entonces se hablaba de mayoría silenciosa que se quedaba en su casa mientras una minoría exigía la independencia, ese argumento se ha vuelto contra quienes convocaron y/o alentaron la manifestación de ayer. En tanto no se realice la dichosa consulta no sabremos si hay más unionistas que independentistas en Cataluña, pero ya  sabemos que los independentistas tienen más poder de convocatoria.

Por otra parte, desde un punto de vista cualitativo, no tiene mucho sentido que el PP se eche a la calle a defender la unidad de España cuando su presidente, y presidente del  gobierno, ha decidido actuar como si nada pasase, limitándose a advertir a quienes amenazan con vulnerar la Constitución que los límites los establece esa Constitución que pretenden vulnerar.  El movimiento de Alicia Sánchez Camacho, ayer convertida en reina de  la fiesta unionista, no representa una gran baza política, visto desde Cataluña. Más bien al  contrario, ofrece un resultado más que discreto en cuanto a capacidad de convocatoria. Sin embargo, sí la redime, de alguna manera, ante los suyos, los mismos que la dejaban tirada hace unos días por airear una propuesta de financiación autonómica que todos conocían desde hacía año y medio, ya que fue aprobada en el seno del partido y  formó parte del propio programa electoral del PP catalán en las últimas autonómicas. Entonces, a nadie se le ocurrió sacarle defectos a la propuesta. Si ayer Alicia Sánchez Camacho ofrecía alternativas y soluciones al problema de Cataluña, en forma de tercera, cuarta u octava vía y recibía un sonoro abucheo de sus compañeros, hoy entona el "no pasarán", en un intento, tal vez, de contentar a los suyos. De poco más le puede servir su pequeño baño de multitudes.

4 Comments
  1. Jo says

    Un buen artículo, Esther. Desde la mas absoluta modestia, únicamente querría señalar el calificativo de ‘dichosa’ cuando se refiere a la consulta: quiero pensar que se refería a la dicha de poderla realizar, no a menospreciarla. Visca Catalunya lliure.

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