El Gobierno alardea de haber bajado hasta el 50% del sueldo a los banqueros

El Gobierno ha pegado un hachazo formidable a los sueldos de los banqueros o, al menos, así se lo ha explicado el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, al dirigente de IU y presidente del grupo parlamentario de Izquierda Plural, Cayo Lara. Después de diferenciar entre los bancos que no han recibido ningún tipo de ayuda pública de aquellas entidades que la han recibido y han sido intervenidas, el ministro afirma que han reducido las retribuciones fijas a los directivos de estas últimas “en una horquilla que va del 20 al 50%” de lo que cobraban en 2011.

Por si fuera poco, las retribuciones totales de los miembros de los Comités de Dirección de esos bancos y cajas con ayudas del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) y los 40.000 millones suplementarios del recate bancario, han pasado del 2,6% del total de gastos de personal al 0,9%, lo que supone una reducción del 65%. Y los Consejos de Administración, que se llevaban el 0,54% del gasto en personal, han visto reducida su remuneración al 0,34%, es decir, casi un 40% de lo que cobraban por ratificar las decisiones de la dirección.

Los datos porcentuales del ministro Guindos son tan relevantes que no se comprende la falta de reflejos del equipo de información y propaganda de la vicepresidenta y portavoz del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, para difundirlos urbi et orbe. Así, las retribuciones variables de los banqueros se han reducido progresivamente “desde el 21% en 2010 al 8% en 2011 y al 0% en 2012” para las entidades intervenidas y con balances negativos. Y el peso de la aportación anual a pensiones sobre la retribución fija de los miembros de los comités de dirección de estas entidades ha caído del 12% en 2010 al 10% en el último ejercicio.

Estas son las pruebas, según Guindos, de que el Ejecutivo está tomando “medidas efectivas para limitar los salarios e indemnizaciones desorbitados en el sector financiero”. El ministro también recuerda que ya introdujo en la reforma laboral “los mecanismos que pueden hacer frente a situaciones indeseables por las que directivos, en razón de cláusulas de blindaje, reciban indemnizaciones, cuando su gestión ha colocado a entidades en la necesidad de percibir ayuda pública”.

¿Cuánto ganaban los banqueros españoles en 2011, con independencia de la gestión que llevó a los gobiernos del PSOE y del PP a socorrer a más del 60% del sistema con dinero público? Según el informe publicado el 15 de julio por la Autoridad Bancaria Europea, los directivos financieros españoles fueron los que más cobraron en la UE en 2011, con un promedio de 2.439.541 euros anuales (Rodrigo Rato se asignó ese promedio y percibió la liquidación de un año trabajado tras cesar como presidente de Bankia y Caja Madrid). Esa cantidad es superior a los 1,83 millones de los alemanes, 1,58 de los franceses y 1,43 de los ingleses, si bien, en La City, donde se ubica el mayor centro financiero del mundo, hay 2.436 ejecutivos con la mencionada remuneración mientras en Alemania son 170, en Francia 162 y en España, el cuarto país de Europa en número de directivos bancarios, se contaban 125 con la citada remuneración millonaria.

De la explicación del ministro de Economía al dirigente de IU se deduce que en el mejor de lo casos (reducción del 50%), las remuneraciones han pasado de 2,43 a 1,21 millones de euros al año, y los blindajes se han moderado, como no podía ser de otro modo ante una reestructuración financiera que según la estimación del Banco de España habrá liquidado 28.000 puestos de trabajo al final del proceso. Sobre los blindajes por dimisiones, despidos y prejubilaciones multimillonarias como la del actual presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, de 52,5 millones de euros del BBVA, que al mismísimo Cristobal Montoro le pareció “llamativa” y “fatal”, el ministro Guindos corre un tupido velo –no olviden que fue directivo de la quebrada Lehman Brothers– y confía en una comisión de estudiosos del asunto y en el Código de  Buenas Prácticas Bancarias para que eso no vuelva a suceder.