El PSOE se prepara para asumir la bicefalia de líderes cuando se celebren las primarias
Lo aseguran dirigentes estrechamente vinculados a Alfredo Pérez Rubalcaba e incluso los barones críticos que pueden sentirse también afectados en sus territorios en los que son secretarios generales hasta los próximos congresos. La bicefalia, tan denostada en el PSOE, va a volver y ya se están preparando para asumirlo.
Como ejemplo señalan que una cosa es que haya primarias en otoño del año que viene y salga elegido un candidato a las presidenciales y otra muy distinta que Alfredo Pérez Rubalcaba renuncie a ser secretario general hasta que termine su mandato en 2015. De hecho, según sus allegados, el propio Rubalcaba señala que firmó un contrato con el partido en el 38 Congreso de Sevilla de hace dos años y que está decidido a cumplirlo.
Fuentes directamente relacionadas con Rubalcaba señalan que incluso ha llegado a decir que, aunque algunos días lo pase muy mal por el acoso que sufre desde dentro y desde fuera, lo tiene muy claro. Es más, incluso lo representa con el ejemplo de levantarse por la mañana y no querer ir a la escuela. Hasta que su mujer, Pilar, le dice que tiene que ir porque es el director. Y entonces va.
Rubalcaba no descarta presentarse a las primarias, cuya fecha ha dejado al albur de lo que decida el Comité Federal del partido entre el 15 de diciembre y el 15 de enero porque controla ese órgano de dirección y es el estipulado por los estatutos para decidir la consulta. Todo su entorno asegura que no lo hará, pero añade que “es un peleas” y que por eso ha decidido esperar a ver qué hace finalmente. Sobre todo después del éxito cosechado en la Conferencia Política, cuya clausura fue enormemente aplaudida incluso con los delegados e invitados puestos en pie.
Ese mismo entorno, sin embargo, tiene claro que si no se presenta o pierde las primarias si lo hace, “la bicefalia es inevitable” porque no dejará de ser secretario general. Aunque sepa que todas las experiencias que ha vivido el PSOE han resultado dramáticas. “Y si no que se lo digan a Joaquín Almunia y Pepe Borrell”, rematan los más experimentados.
