La Laponia del sur de Europa existe y esta en España. Así lo aseguran los habitantes de una amplia zona geográfica del noreste peninsular para llamar la atención del Gobierno sobre el abandono y la despoblación que padecen y para pedir las ayudas comunitarias que permitan paliar la desertificación territorial y humana. De momento han conseguido que varios diputados socialistas hayan aceptado la comparación con Laponia y hayan planteado escritos en los que reclaman la atención del Gobierno de Mariano Rajoy y de su todavía ministro y opulento candidato europeo Miguel Arias Cañete hacia esa zona.
Estamos hablando de un territorio bautizado en varios estudios de investigación con el nombre de “Serranía Celtibérica”. Se extiende por cinco Comunidades Autónomas (Aragón, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Comunidad Valenciana y La Rioja) y por diez provincias (Soria, Teruel, Cuenca, Guadalajara, sur de La Rioja, noreste de Segovia, rincón de Ademuz de Valencia, sur de Burgos, Maestrazgo de Castellón y sur de Zaragoza).
La “Serranía Celtibérica” reúne al menos tres de las seis características contempladas desde hace cuarenta y dos años por el Consejo de las Comunidades Europeas para recibir indemnizaciones compensatorias. Es una región montañosa, predominantemente rural y escasamente poblada, solo comparable a Laponia. El envejecimiento y el abandono es tan elevado que los once diputados del PSOE que han dirigido sus escritos al Gobierno, lo califican de “desafío” y reclaman “una acción urgente y conjunta de las autoridades autonómicas, estatales y de la UE”.
Los fondos estructurales europeos 2014-2020 y el Reglamento 1303/2013 con el que se administran tienen en cuenta la particularidad y las necesidades de las zonas con desventajas naturales o demográficas graves y permanentes y, dentro de ellas, las zonas escasamente pobladas (menos de 50 habitantes por kilómetro cuadrado) y muy poco pobladas (menos de 8 habitantes por kilómetro cuadrado), como es el caso.
Pero los habitantes de esta Laponia del Sur, nuestra “Serranía Celtibérica”, con una extensión del doble de Bélgica, tienen la desgracia de ser “territorios periféricos” de cinco administraciones autonómicas y, puesto que son pocos (487.417 censados, 7,72 por kilómetro cuadrado) y sufren el mayor índice de envejecimiento de la UE y la menor tasa de natalidad, están siendo rematados de un plumazo con la supresión de sus ayuntamientos, pedanías y juntas locales.
Los diputados socialistas que han estudiado la situación que afecta a sus respectivas provincias (Luis Tudanca por Burgos, Juan Luis Gordo por Segovia, Pilar Alegría y Susana Salmuerzo por Zaragoza, César Luena por La Rioja, Luis Carlos Sahuquillo por Cuenca, Vicente Guillén por Teruel, Félix Lavilla por Soria, Magdalena Valerio por Guadalajara y Joaquín Puig y Susana Ros por Castellón) reclaman en su SOS una estrategia común y un “enfoque integrado” para que, en colaboración con las autonomías, el Gobierno garantice que los fondos europeos de cohesión llegan a esas tierras y se invierten en acciones efectivas y en proyectos que promuevan y ayuden al relevo generacional.