El PP también vetó la comparecencia de Mato para analizar la escalada de violencia de género

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El hostelero de Chantada (Lugo) Antonio Fernandez, el agresor de su pareja, Sonia, escoltado por la Guardia Civil tras pasar a disposición judicial el 28 de agosto. / Eliseo Trigo (Efe)

Hace dos semanas comentábamos, en este mismo espacio, el repunte de violencia de género durante este verano, y la falta de respuesta de todas las partes implicadas, con ausencias claras, sobre todo, del ministerio y la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. En esta trágica semana, con asesinatos de mujeres casi a diario, sumatorios de un mes terrible en términos de violencia, incluyendo violaciones, agresiones sexuales y la violencia verbal de más de un alcalde, ni el gobierno ni la oposición han estado a la altura de las necesidades de las mujeres. Pero tampoco lo han estado las calles, que no han respondido ante las convocatorias, parciales en cualquier caso, para denunciar esta violencia.

En el ámbito de lo político, sólo el Grupo Socialista, aunque nadie se enterara, pidió, en la reunión de la Diputación Permanente del pasado martes 26 de agosto, la comparecencia de la ministra Mato en una sesión extraordinaria de la Comisión de Igualdad con un doble objetivo: "Para que analice la situación de los asesinatos machistas producidos en España, y en especial en los meses de verano, y que informe de las actividades que va a llevar a cabo" y "para dar cuenta de los planes del Gobierno para evitar que representantes públicos, y especialmente aquellos con competencias en materia de seguridad, realicen manifestaciones que constituyan apología o justificación de los delitos contra la libertad sexual…", en relación con las manifestaciones del alcalde de Valladolid.

Si ya es triste que sólo un grupo parlamentario (¡Ay! ¿Dónde están los que luego nos vienen con la cantinela de ser los y las portavoces de nuestros derechos y hasta de nuestras voces, que parece que sólo les sirven para cubrir espacios en los programas electorales?), más triste es la respuesta a la demanda de comparecencia: 28 votos en contra del PP y 23 a favor del resto de los grupos. La seguridad y el respeto a las mujeres parece que no entra en esta vuelta de vacaciones.

Como les debió de parecer un poco fuerte, con la que está cayendo, rechazar pasarse por el Congreso, el ministerio de Mato fue un poquito más allá de la condena de los asesinatos de estos días y en una nota de prensa recordó a los grupos parlamentarios que ya les "pidió en marzo propuestas para hacer frente a la violencia contra la mujer". De paso, señalaban se "ha convocado a todos los grupos parlamentarios y al Observatorio Estatal de la Violencia contra la Mujer para reiterar la necesidad de colaborar y sumar esfuerzos en la lucha contra la violencia de género".

Una duda: ¿por qué no acepta, entonces, comparecer ante la Comisión de Igualdad, o pide directamente comparecer? Será que la vida de las mujeres no lo requiere o será que en el juego de la política los costes se miden sólo en votos, no en respuestas ante las necesidades de la ciudadanía, de la sociedad, del Estado, y aquí, ni por esto se le da un aire a otra bancada.

Por otra parte, desde el ámbito de lo social –que no deja de ser política-, las organizaciones de mujeres, sobre todo las que en anteriores ocasiones han puesto voz a la denuncia de la violencia a nivel estatal, parece que están aún de vacaciones. Se han convocado algunas concentraciones, acciones de baja intensidad, pero no hay la respuesta que la situación exige y que se está planteando ya en las redes sociales y desde algunas asociaciones: una convocatoria de movilización conjunta y sostenida que dé la medida del auténtico rechazo social a la violencia contra las mujeres y que culmine con un nuevo Tren de la Libertad, del respeto y la dignidad. Un Tren coral que de impulso a la presentación de medidas, con la exigencia de fondos (presupuestos) y cumplimiento de la legislación, para que se ponga coto a los maltratadores, con renovación de los compromisos en prevención de la violencia de género, atención y reparación de las víctimas, incluyendo la demanda de actuaciones, también, para la defensa de la integridad física y la libertad sexual de niñas y mujeres.

En una sociedad que se precie, avanzada y democrática, mirar para otro lado cuando matan a la vecina, por mucho que nunca hayamos hablado con ella, es síntoma de desaparición paulatina de los valores fundamentales: respeto, solidaridad, compromiso. La ética, y no sólo la estética, como le sucede a la ministra Mato, deberían guiar nuestras actuaciones.

*Berta Cao es consultora de género y Máster en Género y Políticas de Igualdad.
Teléfono 016 contra la violencia de género.
5 Comments
  1. Cristina Almeida Castro says

    Cuando fue designada ministra Ana Matos ante la primera mujer asesinada se refirió a la violencia domestica y las mujeres le llamamis la atención porque no utilizaba el termino violencia de genero y dijo que daba igual. Con esta afirmación nos ha dejado claro lo que ella opina y aparte de esta opinión sus hechos de retirada de ayudas a casas de acogida. Falta de campanas publicitarias eficaces y cursos de formación a las personas llamadas a intervenir no nos extraña que este pasando lo que esta Pasando y estoy de acuerdo que entre todas debemos movilizarnos. Buen a través del tren de libertad contra la violencia o acciones en todas las comunidades para reemprender la lucha contra toda esta violencia. Habrá que hablar de sentimientos y respeto pues daros cuenta que los que nos matan son los que nos quieren o nos han querido. Habrá que enseñarlos a querer.

  2. juanjo says

    Vaya sujeta.
    ..
    Pero si le ocurre lo que a la «vieja» del «macarra de estrecho pantalón» al que canta Sabina: que a su casa llegaban cosas caras y a mogollón y jamás preguntó de dónde salía tanto parné.

    Por otro lado, además de llamarse Mato (toda una sibilina alegoría tratándose de una ministreja de Sanidad), uno, cuando la ve aparecer siempre le da la sensación de que está enormemente cansada, (agotada, más bien) y cuando va a hablar parece un grillo anémico, ¡Qué ímprobo trabajo que le cuesta pronunciar 2 palabrejas!. Que pa más no da.

  3. niko says

    Querida Cristinaí qué dura eres: Que no es que no quiera, es que no da más de sí.
    , Cosa muy normal entre los secuaces y las secuazas del Rajoy.

    O ¿es que has visto algo postivo y a la altura de los tiempos en alguno?

    ¿Acaso en Gallardón?
    ..
    ¡Que tiempo aquellos en que coincidistéis en «por la Comunidad de Madrid
    ..
    No, no se trata de que fuera muy avanzado. Pero ¿a que lo ha acabado de estroprear el Rajoy

    Y por otro lado, recuerda lo del aquel de cuyo nombre no quiero alcordarme, que además de comerse los yogures caducados y manifestar su superioridad intelectual sobre las mujeres encabezó la candidatura del PP para las europeas.

    O simplemete al corrupto del Rajoy: ¿Has visto alguna vez reir (o siquiera sonreir a semejante individuol?

    Y es que, Cristina, son como son
    ..

    ..
    Qué suerte.
    ..
    A ver si era su doble.

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