Sánchez renovará el Grupo Socialista sin revanchismos, pero con nueva jerarquía

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Antonio Hernando, futuro portavoz del Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso. / Efe

El líder del PSOE, Pedro Sánchez, iniciará formalmente esta semana una fase más de la renovación de su partido, en este caso, con la nueva organización del Grupo Parlamentario Socialista. Aunque los 110 miembros del Grupo Socialista son y serán prácticamente los mismos que arrancaron la legislatura con el ex secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba,  los puestos de mando van a cambiar sensiblemente.

En primer lugar, la hasta ahora portavoz del grupo, Soraya Rodríguez, cederá el testigo al diputado Antonio Hernando, al frente del grupo parlamentario. En esta decisión nada tiene que ver que Rodríguez hubiese apoyado la candidatura de Eduardo Madina para ocupar la secretaría general del partido, frente a la de Pedro Sánchez. "Vamos a evitar a toda costa los revanchismos o las purgas a aquellos que legítimamente apoyaron a Eduardo", señala un dirigente de la nueva cúpula socialista.

Sin ánimo de ajustar cuentas con los ‘compañeros’ que fueron rivales apenas hace un mes y medio, el nuevo equipo de Sánchez tiene la intención de agrupar cargos y responsabilidades y, sobretodo, proyectar la imagen de un núcleo reducido de personas. "Lo ideal sería- apunta un dirigente socialista- que quienes ocupan un área en la Ejecutiva se encarguen de esos mismos temas en el Parlamento, como portavoces de Comisión". Hasta ahora, en líneas generales, eso no ocurría. El partido tenía unos secretarios de área y en el Grupo Parlamentario había otras personas, ocupándose de ese asunto . En el equipo de Sánchez consideran que hay que concentrar y aunar esfuerzos y que no sólo hay que cuidar que todos lancen el mismo mensaje, sino que ayudaría a que así fuese el hecho de que se ocupe la misma persona de esos temas.

En total son 8 (algo más del 30%) los que coinciden como responsables de un área y, a la vez, como diputados nacionales. De ellos, solamente tres ocupaban anteriormente una portavocía en la Cámara Baja: Ximo Puig, recién nombrado secretario Reformas Democráticas dentro del PSOE y que hasta ahora desempeñaba el papel de portavoz en la comisión de industria, Energía y Turismo, en el Congreso, y Meritxell Batet, secretaria de Estudios y Programas y hasta ahora portavoz parlamentaria en la comisión de Hacienda y Administraciones Públicas. Por otra parte, Carmen Montón era portavoz en asuntos de Igualdad en el Congreso y ahora lo es también en el partido.  Los cinco restantes, Antonio Pradas, María González Veracruz, Pilar Lucio, Susana Sumelzo y María Luisa Carcedo, se incorporarán en cuanto el Grupo vote la elección de Antonio Hernando como nuevo portavoz.

Los cambios van a ser inmediatos y bajo dos líneas de actuación: sin ajustes de cuentas y con concentración del poder en unos pocos. Con esos mimbres, Pedro Sánchez se tendrá que hacer su cesta en el Parlamento. Al menos, hasta la celebración de las próximas elecciones generales, allá por el 2015, cuando Sánchez, en su calidad de secretario general, pueda tener más implicación en la elaboración de las listas electorales y, en definitiva, en la composición de su futuro grupo parlamentario.

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