Los enfermos de hepatitis C advierten a Alfonso Alonso que están "dispuestos a todo" si no se les escucha

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Sato Díaz *

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La Plataforma de Afectados por la Hepatitis C participó activamente en la manifestación de las Marcas de la Dignidad celebrada el pasado 29 de octubre. / Sato Díaz

"Vamos a luchar porque no tenemos nada que perder, nos va la vida de ello, la otra alternativa es nuestra muerte". Así de tajante se muestra Mario Cortés, presidente de la Plataforma de Afectados por la Hepatitis C, ante la decisión del Gobierno de destinar 125 millones de euros al tratamiento de estos enfermos. "Eso es reírse de los enfermos, es una cantidad inadmisible que sólo puede dar cobertura al 0,6 por ciento de los casos", afirma. Por ello, los miembros de esta plataforma, que celebró hace unos días su primera Asamblea General y que ya reúne a unos 1.300 afectados de todo el territorio español, advierten a Alfonso Alonso, nuevo ministro de Sanidad: "estamos dispuestos a todo, a ocupar hospitales y a lo que haga falta para que se nos escuche". No obstante, se muestran esperanzados por el cambio de titular en el Ministerio, porque "Ana Mato ha hecho una gestión nefasta, no sólo por la corrupción que le rodea, sino también por el copago impuesto, y por permitir la muerte de más de diez enfermos de hepatitis C al día en 2013 y 2014".

Por ello, al nuevo titular de la cartera le van a solicitar "una reunión urgente, un plan de ámbito estatal contra la hepatitis C, una partida presupuestaria para combatir nuestra enfermedad y que no exista desigualdad para los enfermos en las distintas comunidades autónomas", explica Cortés a cuartopoder.es. "Algo que ya le pedíamos a la anterior ministra, que no se dignó a reunirse con nosotros", añade. Y es que desde esta plataforma, como desde la Asociación Nacional para la Defensa y Ayuda de Afectados de Hepatitis C (ANDAAHC) exigen un incremento del presupuesto para que el medicamento sofosbuvir (Sovaldi es su nombre comercial) pueda dar cobertura a un mayor porcentaje de enfermos. Actualmente hay unos 170.000 enfermos diagnosticados de hepatitis C, pero se estima que haya unos 600.000 infectados en total, pues muchos de ellos lo desconocen, ya que la enfermedad es asintomática hasta un estadio muy avanzado, cuando se empiezan a notar los efectos.  De este modo, Luis Montero, presidente de ANDAAHC, considera que la cantidad que destina el Ministerio para luchar contra esta enfermedad "es insuficiente, ellos tienen escoltas para protegerse del terrorismo, pero nosotros tenemos a los terroristas dentro de nuestro cuerpo".

Según ha explicado a cuartopoder.es José Luis Rodríguez Agulló, quien fue presidente de la Comisión Nacional del Aparato Digestivo y jefe del Servicio de Digestivos del hospital de Fuenlabrada, actualmente muy implicado en este proceso, "se ha avanzado mucho en la investigación sobre el tratamiento de la hepatitis C y este año han aparecido antivirales directos de segunda generación, como el sofosbuvir o el simeprevir (comercializado como Olysio). Estos antivirales, combinados entre sí, son eficaces en un 95 por ciento de los casos". Según el doctor Rodríguez Agulló esto es "una revolución", ya que con los anteriores tratamientos sólo se podía tratar a un 50 por ciento de los infectados y, entre ellos, únicamente eran eficaces en otro 50 por ciento de los casos. Además, "los tratamientos clásicos tenían unos efectos secundarios muy fuertes, como anemia severa, bajada de leucocitos, insomnio, gripes o irritabilidad, y no eran tolerados por muchos pacientes. Sin embargo, los antivirales de segunda generación tienen respuestas positivas incluso en personas que tienen la enfermedad muy avanzada", añade el doctor. Los nuevos medicamentos pueden curar la enfermedad en un periodo de 12 semanas de tratamiento, mientras que los otros demoraban la cura hasta un año, cuando esta se conseguía.

El tratamiento mediante sofosbuvir "es muy caro", según las administraciones públicas. Tiene un coste de 25.000 euros por paciente. Para el doctor Rodríguez esto es "la falacia del precio", porque "el tratamiento de 12 semanas, para una persona, cuesta 25.000 euros, pero si no se les trata, los enfermos tienen que visitar constantemente al médico y este les deriva a hacerse pruebas como el TAC, analíticas, ecografías o resonancias magnéticas, además, los pacientes sufren descompensaciones e infecciones y tienen que tomar antibióticos. Todo esto puede costar incluso cinco veces más que el tratamiento con los antivirales directos", reflexiona. "No quieren gastarse el dinero, pero tampoco hacer un análisis completo de la situación", añade, "porque el trasplante hepático también es muy costoso y, si se realiza en un infectado, el virus se vuelve a reproducir". "En definitiva, no es un tratamiento caro, porque cura, la lesión del hígado revierte y los pacientes pueden vivir con normalidad", concluye.

"Es un insulto que en Francia el presupuesto para el tratamiento de la hepatitis C sea de 750 millones de euros sin techo, es decir, que si hiciera falta más presupuesto todavía, se aumentaría, mientras aquí permiten morir a unos 11 enfermos al día por esta enfermedad", prosigue Mario Cortés, de la Plataforma de Afectados por la Hepatitis C. "Están obligando a los médicos a que tomen decisiones administrativas y tienen que centrarse únicamente en curarnos, tenemos derecho a ser tratados", dice. De momento, "los nuevos tratamientos sólo llegan a un 0,6 por ciento de los enfermos", según esta plataforma, prioritariamente "a los trasplantados reinfectados, a pacientes en espera de trasplante y a cirróticos descompensados".

Por todo esto, los portavoces de distintos colectivos anuncian acciones más contundentes para presionar al Gobierno. Pedro Santamaría, vocal de la Asociación Catalana de Enfermos de Hepatitis C (ASSCAT) informa de que "es muy importante que se presenten peticiones de tratamiento denegadas por los gerentes de hospitales, responsables autonómicos y del Ministerio, para poder efectuar demandas", algo que considera difícil "porque es una enfermedad silenciada por los responsables políticos y estigmatizada, por lo que muchos enfermos la llevan en silencio". Mario Cortés, por su parte, anuncia que, además de posibles ocupaciones en hospitales, desarrollarán "manifestaciones y concentraciones, huelgas de hambre e, incluso, presentar una querella criminal contra Ana Mato, por todas las muertes que ha habido y que se podrían haber evitado". Todo ello lo decidirán en asamblea la próxima semana.

(*) Sato Díaz es periodista.
1 Comment
  1. Juan says

    Tengo hepatitis c me pusieron el tratamiento , y no dio resultado , es mas casi me muero , anemias transfusiones , ,, joder muy mal y para colmo me ah diasnosticado cirrosis conpensada , luego voy a consulta y me dicen que no pueden ponerme , el nuevo tratamiento , que si quiero el anterior , cuando me gestaba matando , yo no puedo ponerme interferon ni viraribina ,,, que puedo hacer estoy desesperado , cojo un escopeta y voy al Rajoy , como ami me da lo mismo pues me lo llevo conmigo,,, es lamentable

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