Segunda vuelta de la campaña: desembarcan los líderes nacionales

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Daniel Cela *

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Díaz posa para una foto con vecinos de la localidad gaditana de Los Barrios, el pasado día 11. / A. Carrasco Ragel (Efe)

SEVILLA.– La campaña de las elecciones andaluzas ha cruzado su ecuador revelando algunas claves que identifican la estrategia de los candidatos. La carrera a la Presidencia de la Junta se abrió con un puñado de encuestas que auguraban un escenario político inédito en Andalucía, quizá preámbulo de lo que más tarde ocurrirá en el resto del país: la candidata socialista, Susana Díaz, parte como favorita, pero lejos de la mayoría absoluta, todos los días debe responder a preguntas sobre posibles pactos postelectorales, y todos los días responde que ella "quiere pactar con los andaluces", porque aspira a obtener "una mayoría suficiente que le permita tener un gobierno estable". También subraya categóricamete que no firmará alianzas ni con el PP ni con Podemos. En esto último marca distancias con el secretario general de su partido, Pedro Sánchez, que no rehúye posibles acuerdos con la formación de Pablo Iglesias. En los últimos días, Díaz ha endurecido su discurso contra Podemos, al que ignoraba al principio, y con el que ahora ha abierto un cuerpo a cuerpo equiparándolo con la derecha por relacionar el Plan de Empleo Rural (PER) con "redes clientelares" próximas a ayuntamientos socialistas. Esta crítica era muy recurrente en el pasado entre las filas del PP, pero nunca les reportó beneficios electorales, todo lo contrario: la derecha nunca ha logrado penetrar en el voto rural andaluz.

Díaz arrancó la campaña compaginando su agenda institucional como presidenta de la Junta con mítines electorales, una delgada línea roja que sus antecesores tenían mucho pudor de no rebasar. La candidata socialista tenía dos voces y las explotaba, pero las críticas le arreciaron, y dejó de hacerlo. Susana Díaz hace muestras de poder a diario, en una campaña muy personalista que va de puerta en puerta, se mezcla con la multitud de las calles, y ve cómo la saltan al cuello para besarla, abrazarla, le dan regalos para su futuro hijo (está embarazada de cuatro meses) y se hacen miles de fotos con ella. Se dice que, cuando termine la campaña, una ardilla podrá cruzar Andalucía, desde Huelva a Almería, sin pisar el suelo, saltando de móvil en móvil sobre las fotos de Susana Díaz con sus seguidores. La socialista hace una campaña en solitario, casi no se ven las siglas del PSOE en sus carteles electorales, y Pedro Sánchez es el líder nacional que menos presencia tendrá en esta campaña. Hoy, en Almería coincidirá con ella, y después, solo en el cierre.

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Juan Manuel Moreno, candidato del PP, posa para un 'selfi' con una simpatizante, ayer, en Motril (Granada). / Miguel Paquet (Efe)

El PP de Juan Manuel Moreno Bonilla arrancó con todos los sondeos en contra, muy debilitado por la falta de conocimiento entre los andaluces. Pero la maquinaria del PP nacional se ha volcado con contundencia en esta campaña. Moreno, al contrario que Díaz, nunca está solo. Le acompañan los ministros más valorados, los barones regionales del PP, los cuadros directivos del partido y, sobre todo, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que ha programado cinco actos junto al candidato. Para Moreno fue un punto de inflexión el debate del pasado lunes en Canal Sur Televisión, donde brilló más que Díaz. Esto insufló optimismo y energía a los populares. "Menuda campaña que te espera bonita", le auguró la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría. En la estrategia del PP hay dos claves: advertir de que Susana Díaz pactará con Podemos si tiene oportunidad; y atizar duro a Ciudadanos, un partido que amenaza con robarle votos del centroderecha.

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Antonio Maíllo, candidato de IU, durante su mitin de ayer en Almería. / Carlos Barba (Efe)

A IU las encuestas le han hecho mucho daño, porque vislumbran un desgaste absoluto. Herida de muerte por la irrupción de Podemos, según los sondeos, la coalición que dirige Antonio Maíllo realiza actos pequeños, encuentros con empresarios de la economía social y autónomos. Evita con mucho esfuerzo hablar de Podemos, ni confrontar con ellos ni prestarles atención. IU está siendo más dura con el PSOE, su exsocio de Gobierno, que con la formación de Pablo Iglesias. A Maíllo también le sirvió de impulso el debate, le permitió equiparar al PSOE con el PP, presentarse como "la única izquierda" que se presenta para derrocar el bipartidismo. Está convencido de que será "la gran sorpresa de estas elecciones". Alberto Garzón ha estado muy presente hasta ahora, y multiplicará sus actos a partir de hoy.

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La candidata de Podemos, Teresa Rodríguez, al inicio de un acto en la Plaza Alta de Algeciras (Cádiz). / A. C. R. (Efe)

Por su parte, Teresa Rodríguez está arropada en sus mítines, que son multitudinarios, por dirigentes nacionales de Podemos. Íñigo Errejón ha estado en dos actos con ella, logrando un lleno absoluto. Podemos no ha pedido créditos bancarios, impulsa su campaña con micropréstamos de sus simpatizantes, pero denota falta de estructura y musculatura a escala regional. Hay días que Rodríguez no tenía ningún acto en su agenda. Nada. Sus adversarios aseguran que Podemos esconde su programa y a su candidata. Un gran error de la campaña de Teresa Rodríguez fue no acudir al debate a siete en Canal Sur. Pablo Iglesias dará su primer mitin de campaña mañana en Málaga, y cerrará con Rodríguez en Sevilla, en el velódromo de Dos Hermanas (fortín simbólico del PSOE), con capacidad para 18.000 personas.

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El candidato de Ciudadanos, Juan Marín, abraza al líder del partido, Albert Rivera, en un acto electoral celebrado en Granada el pasado día 7. / Pepe Torres (Efe)

El candidato de Ciudadanos, Juan Marín, no está haciendo una campaña agresiva. No carga contra sus adversarios e incluso ha llegado a admitir que, entre pactar con el PSOE o con el PP, lo haría con los primeros. A los socialistas tampoco se les oye criticar a Ciudadanos. El delegado del Gobierno en Andalucía y, hasta hace poco, director de campaña del PP, Antonio Sanz, dijo que los andaluces no quieren un partido catalán que se llama Ciutadans ni a un presidente que se llama Albert. Luego tuvo que pedir disculpas. Albert Rivera ha apoyado a Marín en varios mítines y seguirá presente hasta el 22 de marzo.

Ninguno de los candidatos ha recorrido aún todas las provincias, algo que sí ocurrió en el primer tramo de campaña para las elecciones de 2012. No ha habido tanto frentismo, tampoco ha habido tantas injerencias externas ni de los juzgados ni de protestas de colectivos (hace tres años los sindicatos preparaban una huelga general en mitad del proceso electoral). Además, los principales aspirantes han coincidido en sus primeros movimientos, los tres se han concentrado en Andalucía oriental, alternando actos de calle y mítines grandes en las provincias de Sevilla, Cádiz, Huelva, Málaga y Córdoba, pero siempre volviendo a dormir a la capital. Comienza ahora la segunda vuelta hasta el 22 de marzo, y de momento todos los candidatos se sienten vencedores. Un ganador debe parecerlo antes que serlo.

(*) Daniel Cela es periodista.
2 Comments
  1. Percy Clifford says

    buenas me ha agradado tu sitio web y me gustaria preguntarte si hay una lista para apuntarme a el y no perderme ningun entrada, muy buena informacion la comentada, creo que arrojas mucha verdad sobre el asunto, sigue asi

  2. juanjo says

    Si los/as sociatas andaluces/zas tuvieran un mínimo de decoro o medio milímetro de vergüenza, es decir, si fueran mínimamente honrados, se dejarían de chácharas, sermones y mítines trasnochados, se encerrarían en casa y apenas se atreverían a salir a comprar comida

    Durante sus 34 años en el poder, para ellos y ellas todo ha ido de puta madre: puesto asegurado, altas remuneraciones, buenas colocaciones para sus deudos y retoños y, si se terciaba, que al parecer en más de una ocasión se terció, tampoco ha faltado, manita a la caja fuerte (o/y caja fuerte a manita).

    Y, ¿faltaría más? Por si les pillaban, refugio en la muy repugnante y no menos depravante condición de aforado/a (y cuanto más diamantina, inextricable y rigurosa, mejor).

    Para el pueblo llano, en cambio, todo ha ido de mal en peor: miseria y abandono, delincuencia y droga; el 34% de paro (el 60% entre la juventud). Es decir, un descomunal desastre.

    Por eso extraña, extraña, duele, indigna y cabrea, que con semejante historial aún pueda vérseles ( y no sólo a la Susana Díaz) soltando sin el más tenue sonrojo fatuas arengas, chorradas colosales y promesas más vacuas y mendaces que el copón.

    ¿Será que los y las sociatas de Andalucía han llegado a tan grado de impermeabilidad que, cuan Bárcenas, J. Matas o Rajoy (unos por malandrines y corruptos y otros por inútiles, aprovechados e irresponsables) ya les resbala todo? .

    ¡Falta de vergüenza! ¡Tamaño desastre y otra vez! (¿y cuántas llevan?), TV, radio, prensa (los Media de su otro Movimiento. ¿Herencia de Solís?), afiches oficiales, dazibào y pasquines sudando tinta con miras a mantener en la inopia al pueblo andaluz.

    Y en modo alguno se trata de hacer repicar campanas por el PP. Basta darte media vuelta por Galicia, Castilla y León o Madrid para darte cuenta de que ambos merecen ser arrojados juntos a los leones.

    Pero, con todo y eso, aún hay una notable diferencia, y es que en esas regiones ni siquiera los colegas más maquiavélicos ni los camaradas más rufianes, ni los compadres más vulpinos llevan tantos años manipulando los resortes del poder.
    ..

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