Los daños ambientales por el hundimiento del pesquero ruso tardarán al menos 20 años en subsanarse

El hundimiento ayer del pesquero ruso, el Oleg Naydenov, a 24 kilómetros de las costas de Gran Canaria vuelve a poner de relieve la "falta de protocolos para actuar en casos como estos". El barco fue arrastrado el pasado domingo mar adentro al no poderse sofocar un incendio a bordo. "Se ha repetido una actuación indeseable", explica a cuartopoder.es Juan López de Uralde, coportavoz de Equo, recordando el caso del Prestige, el petrolero que se hundió frente a las costas de Galicia en el 2002. "Lo que el sábado era un accidente, hoy es un despropósito", argumenta en la misma línea Tania Montoto, responsable de Área Marina de Ecologistas en Acción.

También Mario Rodríguez, director de Greenpeace en España, arremete contra la gestión: "Nos parece incomprensible que un barco que está en puerto, además en una zona alejada en el muelle, se saque a altamar y se deje a su suerte. Por eso pedimos responsabilidades, porque al final tenemos una imagen similar al Prestige, salvando las distancias por el tipo de barco". "Intentan quitarse el problema de encima produciendo un daño que puede ser muy grave en una zona de alta importancia ecológica, no entienden que el mar no lo absorbe todo", añade Rodríguez.

"El impacto puede ser muy negativo, no es como el Prestige, pero son 1.400 toneladas de fuel, sería como si 1.400 camiones llenos de fuel lo vertieran en la zona", ilustra el responsable de Greenpeace, que asegura: "Tendrá un impacto en las pesquerías, y en una zona cuyo modo de vida básico es el turismo, el avistamiento de cetáceos y turismo de naturaleza, puede suponer también pérdidas en el negocio". López de Uralde valora al respecto: "Cualquier vertido es indeseable, el impacto del vertido de hidrocarburos depende en gran medida de si llega a la costa o no, lo que a su vez depende de las direcciones de las corrientes. Eso determinará la gravedad del impacto del vertido".

Tania Montoto, a su vez, advierte: "Se empeñan en decir que el riesgo es mínimo, pero hay una mancha de 6,3 kilómetros que se aleja de la costa y, aunque no llegara a las costas, también afecta a los organismos marítimos, además hay que tener en cuenta que más al sur también hay costa, la de Cabo Verde". "Un vertido de fuel no es beneficioso para los ecosistemas, incluso el propio barco hundiéndose en esa zona, en el sur de Gran Canaria, que tiene un alto valor ecológico y donde hay organismos en el fondo como las esponjas o algunos organismos calcáreos, puede producir un impacto que no se revertirá hasta dentro de 20 años", comenta la responsable de Áreas Marítimas de Ecologistas en Acción. "No queríamos ir desde el principio con una voz catastrofista, pero más de 1.000 toneladas es un vertido grave, no es el Prestige que fueron 77.000 toneladas pero se han visto casos que con menos cantidad estuvieron vertiendo hidrocarburos al Parque Natural del Estrecho durante semanas", recuerda Montoto.

"Los primeros impactos son en el fondo marino, algo que no importa a los gestores, pero estamos a 24 kilómetros de la costa, frente a Maspalomas, una zona de especial protección, y, por las corrientes podría ser que aparecieran manchas en el frente sur de Tenerife, La Palma, Gomera", prevé Mario Rodríguez. El dirigente de Equo, López de Uralde, añade: "Si llega a las costas estamos seguros de que provocará daños, la magnitud depende de la cantidad que llegue, pero de lo que se trata es de poner el dedo en una situación repetida y que volverá a suceder si no ponen medidas".

En cuanto a las acciones inmediatas que se deben adoptar son, según el director de Greenpeace España, Mario Rodríguez, "que baje un robot cuanto antes para valorar la situación del barco, y luego establecer un plan para la extracción de fuel". "El capitán marítimo se planteaba ayer el tema del coste de la extracción, pero hay decisiones que tienen un coste económico, hay que asumir la responsabilidad", continúa el responsable de la ONG ecologista. "Lo que pedimos al Ministerio de Fomento es que saque el fuel y que no utilice ni detergente ni dispersante para la mancha de la superficie, ya que son nocivos para la fauna de la zona como las ballenas y las tortugas", exige Rodríguez.

Además, los ecologistas exigen la redacción de un protocolo para que este tipo de situaciones no se repitan. "Parece increíble que a estas alturas no tengamos un protocolo claro de actuación en casos de este tipo. Habría que crear un protocolo para saber cuáles son los pasos a seguir y no actuar de manera sistemática alejando el problema hacia dentro del mar como si eso lo eliminara", reflexiona López de Uralde. En el mismo sentido, Tania Montoto pide: "Es fundamental que existan los protocolos de actuación, que tengan en cuenta consideraciones ambientales, no se puede decidir sacar el problema a altamar, para que no lo vean los ciudadanos, nos siguen votando y nos salga más barato".

Pesquero pirata.

Este caso pone de manifiesto, según Juan López de Uralde, la falta de implicación de las administraciones públicas en el combate contra la pesca pirata e ilegal. "Reclamamos una investigación para saber las condiciones por las que este pesquero se ha hundido, ya que es un pesquero ilegal, pirata, por lo que no necesariamente ha tenido que ser un accidente, hay que ver cuáles son las causas". "El Puerto de la Luz es un puerto de tránsito de pesqueros piratas que actúan en África y que descargan la pesca en el puerto, es un punto negro de la pesca pirata", concluye el coportavoz de Equo.