Que NO les corten la cabeza (política)

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Marta Rivera de la Cruz, periodista y escritora que se presenta a las primarias de Ciudadanos, en una imagen de archivo. / Efe

Leo con satisfacción y un punto de envidia que mi querida amiga la escritora Marta Rivera de la Cruz ha fichado por Ciutadans. La satisfacción procede de que siempre alegra ver que un proyecto político ilusionante y prometedor refuerza sus expectativas fichando a gente con buena cabeza y de buen corazón. Hubo un tiempo (corto, para qué nos vamos a engañar) en que en este país la política no la hacían los peores y los invariablemente más abyectos. Fue ese momento de oro de la Transición en que las mejores mentes de unas cuantas generaciones creyeron que tenían algo importante que aportar.

De aquellos polvos vienen estos lodos, pero también cierto terco impulso de no rendirse ni conformarse que quizás nos salve una vez más en el último minuto. Como al Correcaminos huyendo de la infatigable persecución del Coyote con todos sus artilugios marca ACME.

El puntito de envidia procede de que a mí también me han ofrecido dar el paso, entrar en política, concurrir a unas primarias para ganarme un puesto en las listas electorales…y he sido menos valiente o menos generosa que Marta Rivera, y he dicho que no. Bien es verdad que he tenido que tomar en cuidadosa consideración un montón de factores personales y profesionales que, vistos todos en su conjunto, desaconsejaban dar el paso, en este preciso momento por lo menos.

De la experiencia quedan unos días de darle vueltas y más vueltas al tema en mi cabeza, exprimiendo reflexiones, alguna de las cuales me ha parecido de interés comentar aquí.

Vaya por delante el recordatorio de que una vez, en este mismo blog, ya me dejé los cuernos, o eso intenté, para defender el derecho de la entonces colega articulista Irene Lozano para dar el paso de meterse en las listas de UPyD. En aquel momento no estaba tan de moda la fuga de cerebros de la intelectualidad a la política y a Irene Lozano le tocó comerse no pocos marrones y tragarse no pocos sapos por su excentricidad. A mí me parecieron de aurora boreal algunos de los ataques que le llovieron, sobre todo de un gremio periodístico tan, para qué nos vamos a engañar, asquerosamente politizado y sectarizado como el nuestro. Trabajo cuesta encontrar en este país una pluma que verdaderamente vaya por libre, que no sea perfectamente previsible en sus apoyos manquepierda siempre a los mismos, con razón o sin ella, con cierta brillantez el día que hay suerte de tenerla (la razón), y el día que no, pues hala, a defender con desparpajo lo indefendible. Que por ejemplo en Estados Unidos, donde todo un Bob Woodward podía ser votante republicano registrado y aún así cargarse con naturalidad la presidencia de Richard Nixon, esté mal visto que los periodistas se metan en política, bueno, pues se podría comprender. Que aquí una periodista o articulista o ensayista o escritora tenga el valor y la decencia de cristalizar y hacer transparente su compromiso político, el que sea, y a partir de ahí su credibilidad baje y no suba, bueno, es la cosa más irracional y más absurda, si lo piensas, que imaginarse pueda. "But this is Spain, for now". Esperemos que el ansiadísimo reciclaje de las Cortes (con menos chusqueros y más profesionales solventes, gente que llega a la política después de haber hecho bien cualquier otra cosa en la vida....) vaya poniendo esta y otras cosas en su sitio.

Bien es verdad, y ya que hablábamos de Irene Lozano, que no siempre estos desembarcos dejan buen sabor de boca. Hay veces en que la política parece ser un tigre que todo lo tritura y lo devora, un león come gamba, un cartel feroz donde leer: todos los que aquí entráis, abandonad toda inteligencia. Y toda esperanza. No siempre sale bien. A veces Míster Hyde le tuerce definitivamente el brazo al doctor Jekill. Y no ganamos un político (o una política) original y audaz, sino que perdemos una mente limpia e independiente por el camino.

Qué se le va a hacer. No por eso vamos a dejar de soñar con que vayan destiñendo cada vez más los mejores y menos los peores. Con que por encima de todo se empiece a pegar la hermosura.

Un abrazo desde aquí a mis dos Riveras favoritos, Albert y Marta. Torero. Torera. Y por extensión a todos y todas los profesionales del pensamiento que en estas elecciones van a atreverse a dar el salto a tratar de mejorar desde dentro esa política que tanto nos gusta criticar desde fuera.

Después de todo, alguien tiene que arremangarse alguna vez para arreglar el mundo, ¿no?

7 Comments
  1. Enrique Gonzalez Duro says

    Anna Grau está contenta porque ella tambien es de Ciudadanos, y esta muy próxdimaq a Rajoy. Su antacatalanismo resulta obsceno

  2. Preguntón says

    Solo una pegunta ¿no tiene la derecha ya mucho más que suficientes medios de comunicación como para dejarles meter las narices en los de izquierda genuina y además en clave de despiste? Porque C’s es eso: un intento de despiste del IBEX 35 y un retroceso cuantitativo e histórico en lo potencialmente avanzado. Saludos

  3. Patronio says

    Lo de menos es su anticatalanismo, es que es directamente facha.

  4. De muestra un boton says

    Ciudadanos es el falangismo del siglo XXI

  5. Júlia says

    catalanas que se autoodian, qué boba!

  6. Y más says

    Ay, Grau; no debiste osar cruzar el Misisipi. Aquí, no hay otra. Una de las dos Españas ha de helarte el corazón. Chin pón. Yo estoy contigo. Aunque sólo sea por incordiar.

  7. Spitfire says

    Me reafirmo en mi elección: No participar con comentarios en blogs. ¿Un motivo? Por no leer a descerebrad@s, totalitari@s, iletrad@s y gentuz@ junta letras con casquería y bilis…como muchos de los que pontifican aquí. Te sigo y admiro, Anna Grau.

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