Centella: "Quieren refundar el bipartidismo monárquico laminando a la izquierda"

El secretario general del PCE, José Luis Centella Gómez (Córdoba, 31 de julio de 1958), diputado de IU por Sevilla y portavoz parlamentario de Izquierda Plural en el Congreso, cree que el presidente del Gobierno y del PP, Mariano Rajoy, ha enseñado las cartas y que sus reformas de la Constitución y la Ley Electoral expresan la necesidad del "bipartidismo monárquico" de refundarse y recomponer el mapa político, laminando a la izquierda. En esta entrevista con cuartopoder.es se muestra convencido de que "va a haber unidad programática y electoral" con Podemos y otras formaciones de izquierda para abordar la nueva etapa constituyente. "Nos jugamos el futuro para varias décadas", asegura. Tilda los presupuestos para 2016 como "una burla a la democracia" para garantizar 36.000 millones a la Banca e intentar sacar "un puñado de votos" con trampas y falsedades.

— ¿Cómo interpreta el cambio de opinión del jefe del Gobierno, ahora predispuesto a reformar la Constitución?

— El señor Rajoy ha puesto las cartas sobre la mesa con ese anuncio a la salida de su despacho con el Rey en Mallorca; ha reconocido que el modelo de la Transición está agotado.

— ¿Y eso qué significa?

— Que en las elecciones generales son vitales porque nos vamos a jugar el futuro para las próximas décadas.

— ¿Supongo que se refiere a que casi todas las reformas del PP han sido regresivas o reaccionarias?

— A algunos como el PP, la Constitución les viene grande, sobre todo el Título VIII que estableció el modelo autonómico, y por eso su objetivo va a ser reducirlo y recortarlo todo lo que pueda. Y a otros nos viene pequeña porque apostamos por un modelo federal, defendemos el derecho de los ciudadanos a decidir entre república y monarquía y queremos recoger con garantías jurídicas los derechos sociales y humanos fundamentales como son la vivienda, la educación, la salud, la alimentación, el trabajo y otros.

— ¿Cómo cree que debería abordarse la reforma para acortar las diferencias?

"El modelo de bipartidismo imperfecto de 1978, en el que el nacionalismo ha jugado el papel de bisagra, está agotado"

— Hay dos formas: los que plantean una reforma bipartita, de despacho, a la que incluso podrían incorporarse los nuevos actores políticos, y los que planteamos un nuevo modelo de derechos políticos, humanos, sociales y económicos, en el que el que los distintos pueblos tengan derecho a decidir.

— Aunque estamos en otro tiempo, el secretario general del PCE fue parte decisiva del consenso de la Transición.

— Cierto, pero en este proceso yo no voy a jugar el papel de un nuevo Carrillo; nosotros apostamos por la República, el federalismo y por un modelo de Estado social para el futuro de las personas de este país y no vamos a aceptar una salida conservadora como la que están preparando.

— Hasta ahora el PP se había negado a aceptar la necesidad de esa reforma.

— Tienen que situarse; el bipartidismo monárquico tiene que refundarse. Y para eso van a combinar la reforma de la Constitución con una nueva ley electoral que viene a laminar directamente a las minorías y a reducir la democracia a un esquema que les permita gobernar con un 30 o 32% de los votos y haga imposible un proceso de ruptura.

— ¿Del bipartidismo imperfecto al bipartidismo rampante?

— El modelo de bipartidismo imperfecto de 1978, en el que el nacionalismo ha jugado el papel de bisagra, está agotado. El nacionalismo ya no les vale. La mejor prueba es la disgregación de CiU. El nacionalismo al que apeló en su día Felipe González en vez de recabar el apoyo de Izquierda Unida (IU) se ha diluido y, por tanto, el papel de bisagra lo jugarán ellos con 50 ó 60 diputados.

— Ahora se entiende mejor por qué considera vitales las próximas elecciones generales.

— Nos jugamos la democracia real y los cambios sociales. Si no frenamos esa refundación del bipartidismo monárquico estamos condenados a que nos arrebaten el futuro. Para evitar que esto suceda tenemos que ser capaces de conseguir la confluencia de todas las fuerzas populares.

— Ustedes apuestan por la confluencia, aunque más allá de la coincidencia en los programas, Podemos no está por la labor de las candidaturas comunes.

— Va a haber unidad programática y también electoral. No será fácil, pero es posible, y va a depender del empuje de la ciudadanía; de momento ya estamos viendo manifiestos de intelectuales, de colectivos y cientos de asociaciones de la sociedad civil a favor de la confluencia y las candidaturas en común.

— En la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid hemos visto cómo la falta de confluencia ha perjudicado a las candidaturas de IU. ¿En qué medida la ley electoral y el sistema d'Hont les obliga a ustedes y a Podemos a realizar esa apuesta en común en la mayoría de las circunscripciones electorales?

"Tenemos muchas posibilidades de conseguir el vuelco de la situación si somos capaces de sumar"

— La ley electoral no solamente nos deja sin representación en las provincias pequeñas, con menor número de diputados, sino también en las que tienen hasta 7 diputados. Pero tenemos muchas posibilidades de conseguir el vuelco de la situación si somos capaces de sumar; por eso creemos que sería una irresponsabilidad que las fuerzas de izquierda no asumiésemos nuestra obligación, y por eso creemos que hay fórmulas de lograr la confluencia sin que, como dice Xoxé Manuel Beiras, tenga que haber un gallo para todo el gallinero porque ni somos un gallinero ni queremos gallos.

— En los argumentos electorales del PP ustedes y otras formaciones políticas figuran como gente poco fiable e incluso peligrosa para la estabilidad de España.

— Intentar a estas alturas amenazar, amedrentar o asustar a la gente es una estupidez. Y hacerlo, además, como el señor Rajoy, desde el partido que más ha desestabilizado a este país con leyes crueles e injustas, enfrentamientos como el que estamos viviendo en Cataluña y con años y años de corrupción y cientos de causas en los juzgados, me parece una absoluta desvergüenza. Hace falta un Gobierno estable que acabe con la apropiación de las instituciones y con la política antisocial, de clientelismo y corrupción que han practicado a todos los niveles desde el PP.

— ¿Cómo enjuicia los "presupuestos sociales" del Ejecutivo para 2016?

— Desde el punto de vista formal vamos a ver una tramitación esperpéntica en el mes de agosto y dirigida por el comité electoral del PP. Esto es una burla a la democracia y a la soberanía nacional, es un acto electoral contrario a cualquier uso parlamentario. Si Rajoy tuviera un mínimo decoro democrático habría convocado las elecciones y permitido al próximo gobierno que salga de las urnas que presentara su propio presupuesto. Una vez más ha preferido la trampa y el engaño para sacar un puñado de votos. El contenido del Presupuesto sigue siendo la aplicación del modelo económico que hace que la gente viva cada vez peor y sea cada vez más pobre aunque tenga trabajo.

— ¿Cree que Rajoy y Montoro hacen trampa al detraer más de 6.200 millones de la hucha de la Seguridad Social y consignarlos como presupuesto ordinario?

— La primera trampa del Presupuesto sigue siendo la negativa a reflejar los 800 ó 900 millones de euros del Ministerio de Defensa para pagar armamento. Sobre la Seguridad Social, los sindicatos han pedido que no se utilice más del 3% anual de la hucha de las pensiones, pero a estos señores no les importa poner en riesgo las pensiones y la la economía en su conjunto por interés electoral. Nos parece además muy grave que el dinero que recortan al desempleo vaya a la Banca en vez de a las políticas activas y a los planes de creación de empleo. Está claro que el PP y su Gobierno han renunciado a promover un modelo productivo que nos permita un desarrollo y un crecimiento estable y normal. Su modelo es especulativo y punto. Los bancos ya están tranquilos, ya les han apartado los 36.000 millones para el año que viene. Y a partir de ahí no hay más inversión pública, ni inversión social, ni más becas y ayudas a la universidad, ni una apuesta firme por la I+D+I ni por el sector industrial.

— Sin embargo, la reducción del IRPF ya es un hecho desde el 1 de julio pasado.

— Bajan un impuesto que antes subieron y pretenden engañar con eso a la gente y hacerle creer que va a tener más dinero en el bolsillo, pero eso no es cierto porque esa mínima reducción la quitan por otro lado con otros impuestos, tasas y subidas de tarifas el año próximo. Son engaños para comprar voluntades, no políticas serias de apoyo a la actividad económica y al consumo.