Arranca la campaña con una ligera ventaja secesionista en el Parlamento pero no en la calle

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El independentismo catalán lograría una ajustada mayoría absoluta en escaños pero no en votos, según el sondeo del CIS difundido unas horas antes de la Diada y del comienzo, a las cero horas de hoy, de la campaña para las elecciones autonómicas del próximo día 27. El sondeo, debidamente cocinado, atribuye al PP casi todos los votos de Unió y pronostica un fuerte crecimiento de Ciudadanos. Aunque la suma de la coalición CDC-ERC, Junts per Sí, con los independentistas de la CUP alcanzaría 68 ó 69 escaños de los 135 en juego y permitiría a Artur Mas iniciar "la desconexión" con España, según sus propias palabras, el porcentaje de votos a las formaciones secesionistas quedaría en el 44%, casi ocho puntos por debajo del 51,8% atribuido a las fuerzas no separatistas.

La encuesta pronostica a las formaciones independentistas Junts pel Sí (60-61 escaños) y CUP (8 escaños) la mayoría absoluta en el Parlamet. Su porcentaje de votos (38,1 más 5,9 de las CUP) resulta 7,8 puntos inferior al 51,8% de las papeletas válidas que obtendrían las formaciones no independentistas, que sufren el efecto de la Ley D'ont. Entre éstas aparece Ciudadanos con mejor valoración que en encuestas anteriores. Obtendría el 14,8% del voto y 19 ó 20 escaños, seguida a corta distancia de Catalunya Sí que es Pot (la coalición de Podemos y ICV-EUiA) con el 13,9% y 18 ó 19 escaños, y del PSC, con el 12,2% y 16-17 escaños. El PP no pasaría del 10% y se sitúa entre 12 y 13 escaños.

El centro dependiente de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, borra prácticamente del mapa electoral catalán a Unió Democrática de Catalunya (UDC) en beneficio electoral del PP. Su candidato, Xavier García Albiol, acogió el pronóstico como una prueba evidente de que “estamos remontando” respecto a los malos resultados de las elecciones municipales de mayo pasado.

Según el CIS, los antiguos socios de Convergencia, con Josep Antoni Durán i Lleida de referente y presidente histórico, quedarían fuera del Parlament. Esa previsión contradice los estudios que manejan varios dirigentes y que les conceden un 3% del voto en Barcelona, lo que les permite tener representación parlamentaria. Aunque en Lleida, Tarragona y Girona nadie niega las dificultades de Unió para puntuar, los analistas políticos consultados ven en el 1,5% del voto en Barcelona que le da el CIS un desajuste a favor del PP cuando la realidad es que un sector de la alta burguesía catalana prefiere la opción catalanista que representa Unió, sin ningún riesgo de ruptura con España, a la política inflexible y frentista del PP.

El buen pronóstico para la formación de Albert Rivera contrasta con el gran desconocimiento de su candidata a la presidencia de la Generalitat, Inés Arrimadas, aunque permite augurar el nuevo papel estatal de esta formación como la “bisagra” que sustituya a la histórica CiU. Con todo, la encuesta del CIS, que augura un nivel de participación muy alto --el 77,5% de los encuestados dice que votará “con toda seguridad” y el 14% afirma que “probablemente sí” lo haga--revela un alto porcentaje de indecisos: más de una cuarta parte de los encuestados (el 28,7%) aún no ha decidido a quién votará.

A la captura de esos indecisos se dirige la campaña que empezó anoche con la presencia de los principales dirigentes políticos. El socialista Pedro Sánchez participó en el arranque de campaña con el candidato del PSC Miquel Iceta y dejó el mensaje de que estos comicios “son la oportunidad de decir basta al fraude de Mas y al fraude de Rajoy”. Por el PP, el mensaje más chocante lo dejó el ministro José Manuel García-Margallo, quien, en contra de las últimas manifestaciones de la dirección del partido, defendió la “necesaria reforma de la Constitución”.

Pablo Iglesias, de Podemos, ironizó sobre Mas y enarboló el mensaje social. En este sentido, la encuesta del CIS sitúa el desempleo como la primera preocupación de los catalanes, aunque el debate soberanista aparece en segundo lugar y el sistema de financiación figura como el tercer problema de los catalanes, seguido de la situación económica. Respecto a la valoración de los candidatos sólo aprueba Oriol Junqueras (ERC, quinto en la lista de Junst pel Sí), con un 5,3 de nota, bastante por delante de Artur Mas (CDC, cuarto en la lista de Barcelona), que logra un 4,6. Los peor valorados, Arrimadas (Ciudadanos), con un 3,0, y García Albiol (PP), con un 2,3.

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