Villalobos censura a un diputado de CiU para que no hable de Cataluña en el pleno

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El diputado de CiU Feliu-Joan Guillaumes y la vicepresidenta del Congreso, Celia Villalobos, durante el incidente de ayer en el pleno del Congreso. / Alberto Martín (Efe)

La vicepresidenta primera del Congreso de los Diputados, Celia Villalobos Talero, ha vuelto a la carga en el papel de Torquemada. En el pleno de ayer, prohibió hablar de Cataluña al portavoz en política exterior del antiguo grupo catalán de CiU, Feliu-Joan Guillaumes. Le cortó dos veces el micrófono y le ordenó que abandonara la tribuna porque su tiempo había acabado. “Aquí estamos hablando de los Presupuestos de Exteriores, no de Cataluña ni de declaraciones del ministro”, afirmó tajante y le cortó el micrófono.

Guillaumes le pidió unos segundos para poder aclarar por qué considera que el Gobierno practica “una política Ribbentrop-Torquemada” hacia Cataluña, pero Villalobos le contestó con cajas destempladas: “Es que no es el tema; ni veinte segundos ni hora y media”. El orador insistió: “Presidenta, por favor, una frase", pero Villalobos le volvió a cortar el sonido del micrófono y le indicó que su tiempo había acabado y que abandonara la tribuna. Evitó Guillaumes polemizar y desplazó, resignado, sus más de cien kilos de humanidad escalerilla abajo.

Protestó el portavoz y diputado de Convergencia, Pere Macías, por la abrupta forma de cortar la palabra a su compañero e impedirle exponer sus argumentos, habitualmente originales e interesantes. Villalobos le replicó que su colega no se había atenido a la cuestión y, además, le había concedido un minuto más de los siete que tenía asignados. La protesta de Macías suscitó los aplausos de los demás grupos de la oposición en señal de rechazo a la censura de la presidenta en funciones de la sesión.

En los pasillos, Macías tildó de “lamentable y penosa” la actuación de Villalobos. La consideró “muy contraria al espíritu democrático”. En una nota pidiendo amparo al presidente de la Cámara, Jesús Posada, le ruega que haga lo posible para que “no se reproduzcan hechos similares” en el futuro, ya que no es la primera vez que la vicepresidenta actúa de un modo “incalificable”.

Con su ejercicio de autoridad contra el derecho a la libertad de expresión, la vicepresidenta del Congreso y exministra del PP, Villalobos, irrumpe en la campaña electoral catalana añadiendo un nuevo agravio a favor de las formaciones independentistas. La mayoría absoluta del PP aprobará el miércoles la proposición de ley para que el Tribunal Constitucional pueda sancionar e incluso destituir (todavía no desterrar) al presidente catalán Artur Mas si incumple las sentencias del Alto Tribunal de Garantías Constitucionales.

El episodio se produjo después de que el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, defendiera ante el pleno el Presupuesto de su departamento para 2016. Aunque lo hizo apresuradamente porque se iba de viaje a Estados Unidos con los reyes Felipe y Letizia, no olvidó mencionar que diez autonomías ya utilizan las embajadas y sedes diplomáticas para ahorrar en oficinas propias. No así, Cataluña.

El portavoz de CiU, Guillaumes, le contestó que eso se debe a la política de Ribbentrop-Torquemada que practica el Gobierno de Mariano Rajoy con Cataluña. Quiso argumentar que su alusión al ministro nazi respondía a las presiones del Gobierno a las embajadas para que combatan el soberanismo catalán y que su referencia al inquisidor ibérico se debía a la prohibición de actos sobre Cataluña en las embajadas. Pero no pudo hacerlo porque la presidenta le quitó la palabra. Cuando Guillaumes miró hacia arriba, Torquemada seguía allí.

1 Comment
  1. Piedra says

    Arriola, ¿qué le pasa a esa donante de votos a los secesionistas?

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