El Gobierno se declara insumiso a los ajustes presupuestarios que exige la UE

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El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ayer, en Nueva York, donde presidie hoy la Asamblea del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, informando a la prensa que su gobierno piensa cumplir con los obejivos de déficit en contra de lo que pronostica la Comsión Europea. / Miguel Rajmil (Efe)
Mariano Rajoy responde a los periodistas, ayer, en Nueva York, donde preside hoy la Asamblea del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. / Miguel Rajmil (Efe)

El Gobierno se declara insumiso al mandato de Bruselas de reducir el déficit al 2,8% del PIB en 2016. En teoría puede modificar el Presupuesto del próximo año en el pleno del Congreso del martes que viene, pero en la práctica no lo va a hacer porque eso equivaldría a invalidar una de las principales bazas electorales del PP: la reducción del IRPF y del Impuesto de Sociedades por más de 9.000 millones de euros, exactamente la cantidad equivalente a la desviación del gasto público detectada por los especialistas de la Comisión Europea. Toda la oposición pide cuentas. El líder del PSOE, Pedro Sánchez, reclama la comparecencia parlamentaria urgente del jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy. Pero la única iniciativa de éste ha sido la declaración quejumbrosa, el martes en Nueva York, de que Bruselas trata lo mismo a su gobierno, que obedece y cumple, que a los que no lo hicieron en el pasado.

La alusión de Rajoy a la situación del déficit heredado del último gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero forma parte del argumentario tradicional y no resuelve las correcciones ni aclara los recortes presupuestarios que exige la UE. El comisario de Economía, Pierre Moscovici, ya avisó la semana pasada de que el gobierno español tendría que ajustar, al menos, un punto del déficit para cumplir el compromiso con la UE. Si tenemos en cuenta que el PP no ha recibido ninguna modificación al respecto para introducirla en el Presupuesto a su paso por el Senado, y que el portavoz en el Congreso, Rafael Hernando, descartó ayer los cambios en las cuentas del Estado, queda claro que el Ejecutivo opta por hacer caso omiso a Bruselas.

La situación recuerda la fábula del cordero que tenía mucha sed y se acercó al arroyo. Al ver que un lobo estaba bebiendo, se colocó más abajo y le significó el buen cuidado que ponía en no enturbiarle el agua, a lo que el lobo (nórdico y bruselense) le contestó: “¿Y quién te ha dicho a ti que haya renunciado a las chuletas de cordero?” La sed de votos del PP que ha llevado al Gobierno a aprobar y adelantar parte de la reducción del IRPF que subió en 2012 y a consignar en las cuentas del Reino para 2016 nuevas reducciones fiscales a los beneficios empresariales, no ha pasado desapercibida en Bruselas. Pero, ¿a quién afectarán los recortes?

Es la pregunta que dirigen hoy, en ausencia de Rajoy, los diputados de Izquierda Plural, Joan Coscubiela, y del PSOE, Pilar Lucio y Pedro Saura, al ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristobal Montoro, quien ya ha anticipado que mantendrá las reducción del IRPF y de Sociedades y lanzará la pelota al tejado de las autonomías, intentando disfrazar la evidencia de que las menos cumplidoras han sido las gobernadas por sus colegas de partido, especialmente la Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha. Por lo demás, Montoro se muestra firmemente convencido de que la renuncia a recaudar más de 9.000 millones de euros, en contraste con la reducción de 5.000 millones de euros a los desempleados y con el mantenimiento del ajuste en educación, sanidad y servicios sociales, no solo es positiva para mantener la adhesión de quienes votan con la cartera, sino también para fomentar el consumo y la recaudación del IVA.

Con esa respuesta por anticipado a la pregunta de Coscubiela: “¿Qué piensa hacer el Gobierno ante la denuncia de falta de credibilidad de los Presupuestos Generales del Estado de 2016 formulada por la Unión Europea?”, y a las de Lucio y Saura, incidiendo en la falta de credibilidad de las previsiones económicas del Gobierno, el líder de los socialistas, Sánchez, pide a Rajoy que dé la cara y explique cómo va a cumplir los objetivos de déficit. “Bruselas ha dicho lo que ya sabemos en España: que Rajoy miente en Europa igual que miente a los españoles y ha dado la razón a quienes tachamos los Presupuestos de falsos, electoralistas y precipitados”.

Al margen de la pirotecnia verbal, el Grupo Popular empleará una vez más su mayoría absoluta para rechazar la petición de comparecencia de Rajoy. Puesto que no va a desvelar de donde saldrán los recortes que reclama la Comisión Europea, todos dan por supuesto que el nuevo gobierno que salga de las urnas el 20 de diciembre tendrá que decidir sobre quién cargará con los ajustes.

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