Esta noche empieza la campaña electoral sin que la transparencia –antídoto contra la corrupción− haya permitido todavía al director de propaganda, actos y mítines del PP, Jorge Moragas, informar de cuánto dinero van a gastar en los comicios. Ciudadanos (C's) tampoco ha desvelado su inversión electoral. En contraste, el PSOE ha anunciado que gastará 9 millones de euros, Izquierda Unida (IU) dispondrá de 2,5 y Podemos apela a los donativos y microcréditos y lleva recaudados casi medio millón de euros.
El director de la campaña electoral del PP y jefe del gabinete del presidente del Gobierno, Moragas, no ha desvelado el gasto para recabar el voto ante las elecciones generales del 20D, aunque confía en “no gastar todo el presupuesto”. Moragas es diplomático y conoce las sutilezas del lenguaje. ¿Cuánto es todo el presupuesto? En la campaña de hace cuatro años, el PP dispuso de 15 millones de euros. Aquella cifra incluyó el gasto de sus coaligados regionales de derechas en Navarra, Aragón y Extremadura. Ahora, el presupuesto para mantener a Mariano Rajoy en La Moncloa no ha sido desvelado. En la dirección del partido dicen que se conocerá a posteriri y que no superará el de 2011, incluyendo las aportaciones de los coaligados de UPN en Navarra y el Foro Asturias de Francisco Álvarez Cascos. El límite legal de gasto es de 15,5 millones de euros. Al presupuesto de campaña del PP hay que añadir los 6,6 millones de euros que recibirá el partido para hacer llegar las papeletas y las cartas de sus dirigentes a los domicilios de los electores.
El gasto de estos envíos –una variedad de mercadotecnia que llaman mailing− beneficia a la banca, que presta el dinero a los partidos y lo recupera unos meses después, con los consiguientes intereses, del Presupuesto del Estado. Esta financiación del correo directo sólo vale para los partidos que ya cuentan con representación en el Congreso y el Senado, lo que deja en desventaja a los partidos nuevos como Podemos y C's. Además, el mailing tiene su miga: históricamente, las formaciones de izquierda (partidos de masas) y los partidos nacionalistas (especialmente, el PNV y el BNG) empleaban a sus militantes en el buzoneo de las papeletas y se ahorraban la contratación de empresas externas, con lo que la ayuda reembolsable les permitía financiar otros gastos de sus campañas. Sin embargo, el Tribunal de Cuentas decidió que ese procedimiento no valía y obligó a los partidos a presentar las facturas de la contratación del correo para reintegrar el gasto.
Con todo, el órgano fiscalizador del dinero público no ha conseguido desmovilizar a la militancia de los partidos de amplia base popular. La exclusión legal de las ayudas al buzoneo ha llevado a Podemos a abrir una cuenta de donativos de 5 euros para que sus papeletas de votación lleguen a los buzones de los electores. Con esta iniciativa pretenden llegar a un millón de domicilios. El objetivo de la formación de Pablo Iglesias es recaudar 100.000 euros y hasta ayer llevaba 90.162, según informan en su página en Internet. Las candidaturas de Unidad Popular promovidas por IU, con Alberto Garzón de candidato a la presidencia del Gobierno, podrán apelar al crédito reembolsable para contratar el mailing, aunque en algunas zonas donde carecen de representación volverán a ser los militantes los que realicen esa labor.
La falta de concreción del PP y C's sobre sus presupuestos electorales contrasta con la información proporcionada por el responsable de campaña del PSOE y secretario de organización del partido, Cesar Luena, quien, al presentar la campaña ya anunció que gastarán 9 millones de euros, una cantidad un 30% inferior a la de los comicios de 2011, con Alfredo Pérez Rubalcaba de candidato a la jefatura del Gobierno. El PSOE gastó entonces 12.726.425,61 euros. Ahora, tal como anticipó cuartopoder.es, la formación que encabeza Pedro Sánchez ha aceptado las indicaciones de los técnicos bancarios, también dirigidas al PP, de no pasar de 9,5 millones de euros para poder devolver la mayor parte de los préstamos de la banca con cargo al retorno por los votos válidos (0,81 céntimos al Congreso y 0,32 al Senado) y los escaños (21.167,64 euros) que obtengan.
Por su parte, IU ha explicado que contará con 2,5 millones de euros para su campaña electoral. Es un millón de euros más que en 2011, cuando Cayo Lara salió económicamente airoso del lance con una cosecha de 1,7 millones de votos, 11 diputados (incluidos los tres de ICV-EUiA en Cataluña) y un senador. Ahora, con un tablero político más complicado por la presencia fronteriza de Podemos, fuentes de la dirección de IU explican que trabajaran con cautela para no quedar entrampados. Los que no quieren saber nada de los bancos son los dirigentes de Podemos. En su web, con el rótulo Yo no tengo un Bárcenas, el responsable de finanzas y transparencia, Segundo González,v a dando cuenta de los donativos de cinco euros y los microcréditos de 100 euros obtenidos hasta la fecha –cerca ya de 500.000 euros− y de las donaciones acumuladas, que ascienden a 1.198.800 euros. Si como decía el gran publicista Eulalio Ferrer el dinero es la leche materna de las campaña electorales, ya podemos suponer qué lactantes serán más fuertes y darán más la lata en los próximos quince días.
Me parece increíble la enorme falta de sensibilidad de la ciudadanía española.
Pues que unos chorizos, como el Rajoy y sus secuaces, con la corrupción por encima de la coronilla, obtengan más del 2% de los votos es para estar muy, pero que muy, preocupados por la sensibilidad y el sentido del decoro de la ciudadanía española.
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Pues, como hace 2 ó 3 años señaló el periodista británico John Carlin, con respecto al Rajoy y su gentuza, en su país hubiera habido dimisiones y algunos estarían en la cárcel.
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Por otro no me explico como el resto de los partidos en liza no insiste con fuerza y coraje en calificarlos con los tres términos que más odia el español:
«badanas», «mentirosos» y «ladrones»
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