"Yo siempre me refiero al dato del Instituto Nacional de Estadística, el porcentaje de matrimonios que acaba en divorcios es del 75 por ciento, es un modelo erróneo el que está basado en las relaciones monógamas". El que habla es Miguel Vagalume, una de las personas que pusieron en marcha el colectivo Golfxs con Principios en Madrid, el cual promueve mediante publicaciones, actividades y servicios de orientación las relaciones amorosas y sexuales no convencionales. ¿Cuáles son estas relaciones no convencionales? "Un espectro amplio de modelos de prácticas sexuales, como el BDSM o el kink, y de formas de entender las relaciones sentimentales que van más allá de las relaciones monógamas y heterosexuales, que serían las convencionales", relata este activista. De este modo, en este variopinto campo nos encontramos con el poliamor, o la posibilidad de amar a más de una persona al mismo tiempo. "La definición del poliamor es una relación de amor y compromiso a largo plazo entre más de dos personas al mismo tiempo, donde todas las personas involucradas saben y tienen un consenso de lo que está sucediendo", explica a cuartopoder.es Giazú Enciso, psicóloga, activista e investigadora sobre estos temas que publicó su tesis "Poliamor, afectos y emociones" en la Universidad Autónoma de Barcelona.
"El poliamor es un proyecto de intentar reunir todas las herramientas que permitan construir a tu alrededor el mundo en el que quieres vivir", asegura Vagalume, parafraseando un fragmento de "Ética Promiscua", el libro escrito por las activistas y estudiosas norteamericanas Dossie Easton y Janet Hardy, considerado como "la Biblia del Poliamor". Una forma de construir las relaciones que va más allá de lo establecido socialmente, que abre un amplio espectro de libertad que se contrapone a lo convencional, a la pareja, la monogamia, al llamado 'amor romántico' entre un hombre y una mujer. "Todo el rato parece que intentan convencerte de que sólo hay un camino, de que sólo hay dos identidades, sólo hay una orientación sexual normal, y de que el resto de opciones son colores ante la normalidad. Si a eso le sumas que este es un país católico, donde se valoran mucho las relaciones sociales, pues se convierte en muy difícil el salir del armario que sea y romper esos lazos", comenta el co-fundador de Golfxs con Principios, que recuerda la paliza que recibió una transexual hace pocos días en Lavapiés como ejemplo del rechazo al que se enfrentan las identidades alternativas. "Sigue primando la religión católica y sus valores, como la familia tradicional, por encima del Estado social", añade.
Por todo esto, Giazú Enciso, que también forma parte del colectivo Poliamor Catalunya, considera que vale la pena luchar por un mundo poliamoroso y por eso da talleres, conferencias y orienta a personas interesadas en este aspecto. "Hay que ser activista para decirle al mundo que vale la pena practicar el poliamor, porque es una visión de vida que demuestra que otra manera de amar es posible y que debe tener la misma validez que la monogamia", asegura Enciso y añade: "El poliamor funciona en contra de la monogamia, pero el problema es la exclusividad que da bastante pie a la posesividad. Con esto surgen muchos problemas. Cuando tienes algo que es tuyo se habla de un objeto, no se habla de una persona con sus libertades y formas de pensar". La activista añade: "No digo que las relaciones monógamas impliquen violencia, pero sí que pueden ser un caldo de cultivo para una relación violenta." Giazú, afincada en Barcelona, recuerda que "el amor no es un bien finito, sino que fluye y no se puede medir", por lo que cree firmemente en la posibilidad de amar y ser amado por más de una persona. "Los mitos del amor romántico surgen en el siglo XVII, y se expanden con Hollywood y otras herramientas que nos dicen que el amor es único y para siempre, que lo soporta todo. ¿Tiene que soportar las cifras tan altas de feminicidio el amor?", se cuestiona esta investigadora y activista.
Para ella, no cabe duda: el poliamor es también una forma de luchar contra el heteropatriarcado y el machismo. "Todo lo que es el feminismo estableció las bases para que hablemos ahora del poliamor, ya que el tema de género está siempre presente en el poliamor, pues se trata de difuminar la visión dicotómica de hombres masculinos y mujeres femeninas", explica Enciso. Esto es así porque "dentro del poliamor se elimina esta dicotomía y los privilegios de la pareja. El hombre tiene que dejar de lado la masculinidad tradicional, tiene que dialogar, consensuar y construir la relación con la pareja de una manera constante. Las mujeres hemos sido educadas para amar, para expresar las emociones, y los hombres para otros patrones, pero en una relación poliamorosa el hombre no puede ser callado, frío y no expresar las emociones... La política no es ajena a la pareja, la masculinidad ya no se basa en los valores tradicionales de siempre. Cuando el hombre no es la única persona que mantiene sexo con otras personas, el poliamor contribuye a deconstruir la masculinidad y la mujer pasa de ser un objeto en una relación a ser un sujeto activo", continúa esta psicóloga experta en poliamor. "El poliamor rompe los privilegios, pues se trata de cuestionar constantemente las relaciones, de cuestionar lo que se da por sentado, ya que uno de los puntos claves del poliamor es que las personas tienen que documentarse, leer... Porque se trata de consenso, de feminismo, de privilegios, de género, de muchos temas", añade.
Miguel Vagalume habla en la misma línea. "El poliamor aporta nuevas formas de relacionarse en pareja, aunque no sea una pareja poliamorosa el poliamor incorpora dinámicas muy intereantes como el que nada se dé por sentado, que todo esté sujeto a la negociación y a la búsqueda del consenso", considera el integrante de Golfxs con Principios. "Muchas veces las parejas dan por sentados muchos temas de los que ni siquiera se ha hablado. En el poliamor se habla de cómo gestionar los celos, de las apetencias sexuales y sentimentales de cada persona. Es un avance en positivo", prosigue. "Las relaciones que tienes leyendo e investigando sobre ellas las tienes de una manera más consciente, te planteas qué tienes de verdad y qué no tienes", añade.
Es por todo esto, quizás, que cada vez más personas se animan a dar el paso hacia el poliamor y a plantear relaciones distanciadas de la tradición. "Lo de ir más allá de la monogamia se ha hecho toda la vida, pero ahora se pone encima de la mesa el debate, el vamos a hablar, vamos a leer, vamos a discutir", considera Vagalume, que cree que los nuevos poliamorosos son "gente más joven, que tiene menos miedo a la crítica, por la edad y por las nuevas tecnologías que conectan a la gente... Antes del 1995 esto era muy complicado". Por su parte, Enciso cree que "actualmente sabemos que esto es político y que al tratar esto a nivel público, se hace político". "Las generaciones de jóvenes se cuestionan el compromiso, la heterosexualidad... Han encontrado una alternativa para cuestionar el amor. Incluso la palabra amor es sustituida por otras como vínculos, conexiones, son términos académicos y no académicos", valora esta estudiosa.
Sin embargo, ambos, Miguel Vagalume y Giazú Enciso, ponen el acento en que el poliamor no es la solución a los problemas de pareja. "El poliamor no sirve a todo el mundo, como la monogamia tampoco, esto hay que tenerlo muy presente", comenta Enciso, que cree que "practicar el poliamor sin información, sin formación, sin estudio y sin consenso" puede llevar a reproducir modelos machistas de la monogamia. "Igual que en la monogamia, en el poliamor también pueden haber relaciones tóxicas", añade Vagalume. Pero ambos coinciden también en que las relaciones poliamorosas están muy trabajadas. "Los integrantes hablan mucho e investigan sobre la propia relación, lo que hace que la crítica sea constante y sea más fácil desechar modelos nocivos y desiguales", asegura Enciso.
Pero, hombre, hay alguien que de facto pueda impedir tales relaciones.
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¿es qué no es lo que en todos los Estados libres y en muchos no libres, en mayor o menor medida es lo que ocurre ya y ha ocurrido casi siempre?
….. ¿o es que´ lo que se pretende es universalizarlo? Porque de lo contrario!