Un pintor español en el 'top 5' de los eventos culturales en Montreal

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Sección de la exposición de Carpintero en Montreal/ Foto Galería COA
Sección de la exposición de Carpintero en Montreal/ Galería COA

La obra plástica del pintor español Alejandro Carpintero (Madrid, 1981) ha atraído la atención cultural de Montreal, la segunda ciudad en importancia de Canadá. Su exposición, compartida con el pintor canadiense Zoltan Veevaete en la COA Galerie de Íle de Montreal, figura en el top 5 de los eventos culturales relevantes de este mes de marzo. Carpintero, que es licenciado en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid, participó el otoño pasado en la mayor exposición colectiva del realismo español de las últimas décadas, organizada por la Fundación Arcilla bajo la dirección de Modesto Trigo en el Centro Cultural La Vaguada, y ha sido considerado en la capital canadiense uno de los exponentes de la generación del Milenio

Los cuadros del pintor madrileño transmiten una fuerza transgresora a través del color y de la atmósfera que, sin abandonar el trasfondo académico, refleja la fusión de las personas con el modo en que desean verse a sí mismas y como desearían ser vistas por los demás. Hay inquietudes, provocación, amor, explosión, enfado, dulzura caramelizada, herrumbre y, sobre todo, juventud y dinamismo en sus obras.

Aunque la pintura de Carpintero se puede enmarcar en la corriente del poderoso hiper-realismo español contemporáneo, su academicismo de gran retratista le ha llevado a trascender la realidad cercana e inmediata para sumergir al observador en una ensoñación en la que todo es posible, desde el coito al crimen, desde la incertidumbre al disfrute de la naturaleza.

Cuadro del artista plástico Carpintero anunciando su exposición en Canadá/ Foto: Galería COAl
Cuadro del artista plástico Carpintero anunciando su exposición en Canadá/ Galería COAl

La muestra fue inaugurada el jueves pasado en la ciudad canadiense de las abundantes nieves y los largos paseos subterráneos, y consta de seis lienzos grandes y de una colección de veinte cuadros de menor formato en los que el artista plástico despliega su talento en señales, objetos, paisajes y retratos. Toda una explosión de vibración y color. Contagia vida y vivencia, ya se trate de una zapatilla juvenil, la señal olvidada de un camino borrado o una travesura sexual. A la inauguración asistieron algunos artistas plásticos de la mencionada generación del Milenio, entre ellos, Sandra Chevrier, la más conocida y de mayor proyección internacional entre los pintores canadienses.

Carpintero, al que las autoridades españolas denegaron la disputada beca de Bellas Artes en Roma -salvo contadas excepciones, sólo la conceden a familiares y allegados de altos cargos y políticos en el poder-, trabaja actualmente en una serie de retratos de “princesas de barrio”, jóvenes trabajadoras y estudiantes de la clase obrera y laboral.

El canadiense Veeteave, con el que comparte exposición, inició su carrera artística como grafitero y muralista y obtuvo en 2010 la beca de artes plásticas de la Universidad de Concordia que le permitió conocer España y estudiar arte clásico en nuestro país durante dos años. Su obra refleja un espacio-tiempo basado en la filosofía del eterno retorno y transmite esa sensación de déjà-vu, un sentimiento fugaz y evanescente.

1 Comment
  1. celine says

    Enhorabuena.

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