Soraya, en el punto de mira

Aunque en el PP no quieren hablar oficialmente de la sucesión de Mariano Rajoy, en los pasillos del Congreso y hasta en las esquinas de los ministerios no se habla de otra cosa. Creen diversos dirigentes del PP y miembros del gobierno que esta actitud de Rajoy de no mover ficha sobre su posible sucesión y no designar a candidato alguno hasta el último segundo responde a una estrategia premeditada, que el presidente del gobierno anunciará su marcha por sorpresa y dejará el camino expedito a su mano derecha en el Ejecutivo, Soraya Sáenz de Santamaría. "La cuestión es si lo hace antes o después de una hipotética repetición de elecciones", se preguntan algunos de los consultados por cuartopoder. Según estas mismas fuentes, Rajoy quier apurar hasta el final, no sólo porque lleva en su ADN ese "ritmo tortuga" ante la resolución de problemas, sino porque conoce perfectamente que la vicepresidenta tiene muchos detractores tanto en el partido como en el gobierno y sabe también que el candidato a presidente del PP en unas elecciones es el presidente del partido, como indican los Estatutos. Pero, una vez celebradas las elecciones, al presidente del gobierno lo elige el Parlamento.

Con todo, los murmullos y conciliábulos sobre la figura de Soraya Sáenz de Santamaría no cesan entre la parroquia 'popular' y ya hay quienes, por si las moscas, tienen un listado de agravios formulado, por si existe la posibilidad de contrarrestar el movimiento de Rajoy para colocar a la vicepresidenta en el sillón presidencial.

A Soraya Sáenz de Santamaría no la ven con buenos ojos en el entorno de FAES, donde la consideran una outsider. Una "técnico que ha llegado de la mano de Mariano Rajoy y a la sombra de Rajoy se ha desarrollado", como comenta un dirigente 'popular' y miembro del gobierno.

Los más críticos con la vicepresidenta le achacan una "pésima gestión de los medios de comunicación y sus relaciones con el PP y el gobierno", asegura un miembro de la cúpula 'popular'. No es el único que acusa a la vicepresidenta de haber propiciado la operación "La Sexta", es decir, que, de acuerdo con esta versión, fue la vicepresidencia la que promovió la fusión entre Antena 3 y La Sexta ."Entonces La Sexta estaba a punto de desaparecer, sencillamente porque no era viable. Pero con la ayuda y las condiciones creadas por la vicepresidenta para esa fusión, La Sexta no sólo se reflotó, sino que ha multiplicado su audiencia con su línea editorial absolutamente antiPP y anti gobierno". Así lo cuenta un alto dirigente del PP, próximo a Rajoy y, obviamente, detractor de la vicepresidenta.

Existe también un nutrido grupo que además de reprocharle haber salvado a La Sexta le acusa de haber dado las indicaciones pertinentes para evitar el hundimiento del Grupo Prisa (El País, la Cadena SER, Cinco Días, etc.). En este caso, implican al Ministerio de Hacienda. Y aseguran que el ministro, Cristóbal Montoro, azote del contribuyente, no sólo recibió en su despacho a los representantes del mencionado grupo de comunicación, sino que "aconsejó" y autorizó la fórmula para reflotar sus finanzas. El grupo PRISA ha seguido con su línea crítica al PP y a Rajoy.

Sigue la lista de agravios con el caso de RTVE. En este punto, aseguran los críticos, "Soraya dejó agonizar RTVE. Cambiamos, con la mayoría absoluta el sistema de elección del Presidente, pero no volvimos a abrir la financiación al mercado publicitario. Sin publicidad, con un compromiso de austeridad y ofreciendo 'ayuditas' a las cadenas privadas, la muerte de RTVE es algo lento, pero seguro", comenta un miembro de la cúpula del PP.

La cuestión es que la mayoría de los detractores de la vicepresidenta no achacan ese "desastre de gestión" al desconocimiento del medio o la supuesta impericia de Sáenz de Santamaría, sino a una estrategia de defensa personal. Aseguran los más críticos que la vicepresidenta no recibe una sola crítica en su gestión desde la mayoría de los medios y grupos mediáticos mencionados. De hecho, uno de sus compañeros de gabinete lo define con sorna de este modo: "Así cualquiera sale bien retratado en los medios, ¿no?".

Por otra parte, en el PP también se escuchan voces que la acusan de inhibirse de la defensa del partido y aseguran que "se ha parapetado detrás de la mesa del Consejo de Ministros, desde donde, apelando a la cuestión institucional, no ha querido mojarse en ninguno de los asuntos que afectaban y atacaban al PP". Esto último lo afirma un compañero suyo en el gabinete de Rajoy que añade, además, que "a algunos nos hubiera gustado participar más activamente en la defensa del partido, pero la estrategia de comunicación de todo el gobierno la ha pilotado la vicepresidencia y la línea marcada, hasta el último minuto, fue siempre el aparecer lo menos posible en los medios."

No hay duda de que hay debate sucesorio en el PP, soterrado pero vivo, y que quien ni siquiera ha mencionado una mínima aspiración, como Soraya Sáenz de Santamaría, es señalada por sus compañeros de partido y de gobierno como la más probable sucesora. Por ello, parte de sus "compañeros" le están preparando ya un traje a medida con el listado de reproches a Soraya.