Podemos Comunidad de Madrid anticipa el debate que se producirá a nivel estatal

El próximo lunes 5 de septiembre se reunirá el Consejo Ciudadano Autonómico (CCA) de Madrid de Podemos, que previsiblemente convocará una Asamblea ciudadana y abrirá el proceso de renovación de la dirección madrileña, tal como adelantó cuartopoder.es. De las 35 personas que lo formaban al inicio, a día de hoy sólo quedan 22. La mayoría de ellos, con posiciones cercanas al secretario político estatal, Íñigo Errejón, dimitió el pasado marzo con fuertes críticas al funcionamiento del órgano de dirección de Madrid y a Luis Alegre, con el que habían concurrido en la misma lista a las primeras primarias. Lo único que está aprobado por el CCA es abrir un proceso en otoño. El procedimiento exacto se debe elegir ahora. Aunque es necesario que falten al menos la mitad de los consejeros ciudadanos para la renovación automática según sus estatutos, varias fuentes del partido consultadas por este medio dan por hecho que se convocarán primarias. Este proceso, en el que se dará un debate político previo, anticipa de alguna manera el que tendrá el partido a nivel estatal reflejándose las ideas de las distintas corrientes.

La reunión que celebra el lunes el CCA será monográfica para abordar el asunto de la futura asamblea ciudadana. Desde el Área de Participación del partido en la Comunidad de Madrid han estado trabajando en una propuesta que se tiene que debatir el lunes. En ella, según indican fuentes del CCA a este medio, se establece que primero haya un debate político “para intentar huir del debate de nombres y listas enfrentadas”. “Un sistema en el que cada lista presenta su documento al final termina por centrar el debate en nombres y no en política”, afirman. La intención es desvincular los dos debates de modo que primero se hable de política en función de varios ejes. La propuesta es hacer un sistema parecido a lo que fue la Asamblea Ciudadana Estatal de Vistalegre en su día, para que se hagan equipos que puedan presentar documentos y agruparse según similitudes. Posteriormente se harían ya las primarias. Pero una de las principales novedades que aportaría la propuesta, si es aprobada por la dirección autonómica finalmente, es que los inscritos que participen en ese debate previo o asamblea tendrán la decisión sobre el método exacto de primarias. Uno de los puntos de ese debate es por tanto cómo elegir el órgano interno autonómico.

Una de las incógnitas que se desvelará en esta reunión será si la renovación del máximo órgano de Podemos en la Comunidad de Madrid será al completo o exclusivamente de las 13 vacantes. Será la mayoría actual del Consejo, proveniente de la lista afín a Anticapitalistas que se enfrentó a la Alegre, quien decida este extremo, así como los calendarios para el proceso. No obstante, desde fuentes cercanas al sector errejonista creen que de ser así será un cierre en falso para los problemas de la dirección madrileña. Fuentes del sector de Anticapitalistas ponen énfasis en la importancia del proyecto político y en la apertura de un debate sobre él. Además abogan por un “proceso participativo” y no sólo unas meras elecciones de listas al uso.

Ambas corrientes descartan prácticamente que vayan a presentar una lista conjunta a las primarias, aunque coinciden en que no se trata de una batalla de personalismos o familias internas de Podemos, sino de una confrontación necesaria de distintos proyectos dentro de la organización. El esquema que barajan las fuentes consultadas prevé con casi total seguridad la presentación de entre dos y tres listas principales. Una de ellas sería cercana a la corriente que representan las personas que dimitieron en marzo. Está por ver si el sector cercano a Anticapitalistas y el más afín a Alegre confluyen en una candidatura conjunta. Una situación parecida a la que se prevé en el debate a nivel estatal, ya que la posición de los afines a Alegre podría relacionarse con la más cercana a Pablo Iglesias. En cualquier caso, destacan que todavía es pronto para abordar estas cuestiones de forma concreta ya que falta por definir aún el método y calendario definitivo.

Por el momento tampoco se aventuran a señalar nombres de posibles candidatos más allá de meras especulaciones. Entre las personas señaladas como posibles candidatos se encuentra el portavoz de Podemos en el Senado y diputado autonómico, Ramón Espinar. No obstante, él no confirma por el momento este punto y pone de relieve también la importancia del proceso frente a los nombres. En un mensaje distribuido ayer en un Canal de la aplicación móvil Telegram, Espinar señaló lo siguiente: “Necesitamos implantación territorial, impactar en barrios y pueblos, vida social y cultural... Y discutir con naturalidad las diferencias políticas. En mitad de todo ese debate, que es fundamental, a mí me parece irresponsable poner los nombres por delante. Y vas a verlo en los próximos días. A partir de ahí, me puedes creer o no y poner el foco en el proceso o en los nombres. Yo lo voy a poner en el proceso. Y te adelanto que voy a participar y dejarme la piel en que tengamos un proceso interno que nos permita desarrollar una organización a la altura de 5 millones de votantes”.

Sea cual sea el resultado de las primarias, la nueva composición del órgano integrará necesariamente a más de una lista, ya que cada una podrá presentar como máximo 24 candidatos de los 34 puestos a asignar, según el nuevo criterio de la Secretaría de Organización de Pablo Echenique, que se usó por primera vez en Cataluña el pasado julio. En las primeras primarias, en las que sí se pudieron presentar listas completas, el resultado ya fue muy ajustado y la de Alegre logró 18 consejeros, frente a los 16 de la liderada por Miguel Urbán, de Anticapitalistas.

Esta renovación pretende zanjar definitivamente la crisis interna abierta con el relevo de Alegre, quien ha sido reprobado por las distintas corrientes dentro de la formación y que sigue cosechando críticas por parte de algunos dirigentes de la formación a nivel municipal en la Comunidad de Madrid, según fuentes cercanas consultadas por este medio, por su “inacción” y el “incumplimiento” de los cambios prometidos en marzo.