Querida Concha, querido Enrique
El ascenso de los dos jueces que fueron apartados del caso Gürtel por haber perdido su apariencia de imparcialidad, a causa de su proximidad al Partido Popular, y su nombramiento en dos puestos que serán clave en la composición de la futura Audiencia Nacional demuestra la intención de la formación de Mariano Rajoy de no dejar cabos sueltos en la judicatura en un momento en el que se siente acosado por la sucesión de casos de corrupción.
La designación de Concepción Espejel como nueva presidenta de la Sala de lo Penal deja un sentimiento de desasosiego entre la mayoría de jueces y magistrados que componen el tribunal, que recuerdan que, con cinco años de experiencia en la Audiencia Nacional, le ha arrebatado el puesto a una magistrada histórica de la casa, Manuela Fernández de Prado, con más de 25 años de trayectoria y una larga lista de juicios y sentencias que, entre otros logros, contribuyeron al fin de ETA y de los GAL. Su nombramiento recuerda al de Manuel Moix al frente de la Fiscalía Anticorrupción, al que el expresidente de la Comunidad de Madrid Ignacio González definía en las conversaciones intervenidas en el caso Lezo como “un tío serio y bueno”, y que se impuso a la teniente fiscal Belén Suárez y al fiscal del caso Bankia, Alejandro Luzón, los dos con larga experiencia en el departamento.
A Fernández de Prado, Nela como la llaman sus compañeros, de nada le ha servido su currículum frente al de Espejel, magistrada en las Audiencias de Tarragona y Segovia y presidenta de la de Guadalajara antes de prodigarse durante cinco años (entre 2008 y 2013) en las bambalinas políticas del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), siempre a propuesta del Partido Popular. Según comentan a cuartopoder.es fuentes del órgano de gobierno de los jueces, el sector conservador no quiso negociar candidatos de consenso con los vocales propuestos por el PSOE y sólo un representante del bloque mayoritario, Vicente Guilarte, se desmarcó y votó por el magistrado Fermín Echarri.
"El hecho decisivo para que los compañeros de Espejel decidieran apartarla del juicio de la Gürtel fue que uno de los acusados, Luis Bárcenas, que en 2008 era senador del PP, votó su nombramiento como vocal del órgano de gobierno de los jueces"
Los vocales conservadores impulsaron a Espejel en 2012 hacia la Sección Segunda de la Sala de lo Penal, donde se incorporó dos años más tarde con el puesto de presidenta, destinado a dirigir el juicio por la primera época de actividades de la trama Gürtel que empezó el pasado 4 de octubre y los que se seguirán por la caja B del PP y las adjudicaciones a la trama corrupta por parte de AENA, el Ayuntamiento de Jerez y la Radio Televisión Valenciana a cuenta de la visita del Papa en 2006. En las cuatro primeras Espejel y López fueron excluidos por sus compañeros y en la última se apartaron ellos mismos previendo una nueva recusación.
En el caso Gürtel, los miembros de la Sala de lo Penal, el órgano que Espejel va a presidir a partir de ahora, aceptaron la recusación planteada por la acusación popular de ADADE y apoyada por la Fiscalía Anticorrupción, al entender que en este proceso no mantenía la apariencia de imparcialidad exigida a los miembros del tribunal. El elemento decisivo para su recusación, aprobada con un estrecho margen de 10 votos contra 8, no fue su nombramiento como vocal del CGPJ a propuesta del partido cuya contabilidad B se ventila en el juicio. Ni siquiera su amistad con la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, quien le colgó para siempre el cartel de “querida Concha” al dedicar palabras de cariño en diferido a quien definió como “una gran persona y una gran jurista, para todos es Concha y lo va a ser siempre”. El hecho decisivo para que sus compañeros decidieran apartarla del juicio fue que uno de los acusados, Luis Bárcenas, en 2008 senador del PP, votó su nombramiento como vocal del órgano de gobierno de los jueces.
El nombramiento de Espejel se produce una semana después de que el CGPJ nombrara a Enrique López, el otro magistrado apartado del caso Gürtel por su afinidad con el PP, como miembro de la nueva Sala de Apelaciones de la Audiencia Nacional, el órgano que por fin asegura la doble instancia penal en el tribunal y que revisará todas las sentencias que imponga la Sala de lo Penal para los procedimientos incoados a partir del 6 de diciembre de 2015, dos meses después de la entrada en vigor de la ley que estableció su creación. Con estos márgenes temporales, la nueva Sala revisará todas las sentencias que se deriven de las piezas en las que se ha dividido el caso Lezo, pero no las relativas a la trama Gürtel, a la contabilidad en negro del Partido Popular o a los procedimientos sobre la red Púnica, que dirigía supuestamente el exsecretario general del partido en Madrid Francisco Granados.
"López fue promovido en dos ocasiones por el PP como magistrado al TC, la segunda con éxito, en 2013, aunque se truncó un año más tarde cuando fue sorprendido conduciendo ebrio"
Tan querido o más que Concha para el PP es Enrique López, portavoz del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) entre 2004 y 2008, años en los que se prodigó en criticar al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, al que llegó a calificar de “irresponsable” por el denominado proceso de paz que se entabló con la banda terrorista ETA. Promovido en dos ocasiones por la formación como magistrado al Tribunal Constitucional, la segunda con éxito en 2013 aunque se truncó un año más tarde cuando fue sorprendido conduciendo ebrio, fue apartado del caso Gürtel por una abrumadora mayoría de 14 magistrados contra cuatro tras acreditarse, además, que durante su carrera ha participado en más de 60 cursos y conferencias de la Fundación de Análisis y Estudios Sociales (FAES), el think tank vinculado al PP y dirigido por José María Aznar.
La designación de Enrique López y de Eloy Velasco, el instructor de los casos Lezo y Púnica que precipitó la dimisión del expresidente de Murcia Pedro Antonio Sánchez y evitó actuar contra la de Madrid Cristina Cifuentes, como miembros de la Sala de Apelaciones también ha estado rodeada de polémica. Cinco magistrados de la Sala de lo Penal con mayor antigüedad que los elegidos recurrieron los nombramientos, al considerar que ellos también poseen la condición de “especialistas en el orden jurisdiccional penal” que decidió la designación, a pesar de que el Supremo anuló parcialmente las pruebas en las que obtuvieron esta consideración. A la espera de la elección del presidente de esta Sala, donde el rodillo del sector conservador podría volver a imponer sin consenso a su candidato, será presidida de forma provisional por el presidente de la Audiencia Nacional, José Ramón Navarro.
El portavoz de Jueces para la Democracia (JpD), Ignacio González Vega, señalaba el jueves que el CGPJ está mandando “un mal mensaje a la carrera judicial”, el de que la elección de cargos relevantes se realiza “por su afinidad política en lugar de por su compromiso con el ejercicio de la jurisdicción”. Preguntado el viernes por todos estos nombramientos, un miembro de la Sala de lo Penal con larga trayectoria en la Audiencia Nacional lo resumía en un mensaje de WhatsApp: a sus tres emoticonos se les caían las lágrimas.
Esto te lo arregla Sánchez!!. Ayer le decía indecente, hoy le limpia las botas que tenia manchadas. Sabemos que no lo puede hacer solo el; pero no puede estar gobernando la mafia para delinquir. Hay una moción de censura, pues aprovechar para limpiar el cáncer Institucional de las prevaricaciones, puertas giratorias, dedocracias Judiciales etc . Este País necesita regenerarse totalmente. No hay que tener miedo en instalar la Democracia participativa. Romper con el franquismo sociológico maligno para la convivencia. El CGPJ, no lo puede decir más claro, ni más alto. Aquí, que tampoco meta mano Podemos no sea que se sepan demasiadas cosas. Estos Magistrados si no tendrían que pagar favores al Pp, debieran dimitir, o no aceptar esa nominación.. Están a tiempo!!.