CONTAMINACIÓN / Los ecologistas denuncian que no hay un verdadero cambio de modelo energético

España logra reducir la emisión de gases de efecto invernadero… a costa de los embalses

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Imagen del cielo de Madrid.
Espesas columnas de vapor de agua son liberadas a la atmósfera por los sistemas de evacuación de una central nuclear.

España redujo un 3,5% las emisiones de gases efecto invernadero en 2016 respecto al año anterior, el primer dato positivo en años que, a priori, parece un avance en la lucha contra el cambio climático. Pero Ecologistas en Acción denuncia que hay truco. La organización ha analizado el adelanto de las emisiones a la atmósfera que el Gobierno español comunicó a la UE el pasado mes de julio, y ha obtenido conclusiones menos alentadoras: la reducción no se debe a ninguna transformación relevante en el sistema productivo español, sino que solo se da por un incremento en un 25,9% de la producción hidroeléctrica, una medida que ha dejado los embalses de agua a unos niveles muy bajos tras un otoño y una primavera que ya de por sí fueron especialmente secos.

Durante los primeros seis meses de 2016 hubo muchas lluvias y, por tanto, se aumento la producción hidroeléctrica. “No hubo ninguna previsión para averiguar que iba a pasar en el resto de ciclos climáticos. Si no hubiésemos bombeado tanto para producir energía, hubiésemos estado en mejores condiciones para afrontar un año de sequía”, ha indicado a este diario el responsable de cambio climático en Ecologistas en Acción, Javier Andaluz, quien asegura que la cantidad de precipitaciones es sencilla de prever en base a los fenómenos climáticos de El Niño y La Niña.

Esta primavera fue la más calurosa jamás registrada y llovió un 23% menos de lo habitual, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), pero el año pasado el Gobierno no fue nada previsor con el uso del agua de los embalses y aumentó la producción de energía hidráulica. Una mala gestión que agrava las consecuencias de las condiciones climáticas, ya adversas de por sí ese año. El sector más afectado es el de la agricultura: casi toda la cuenca del Duero está sufriendo cortes en el suministro del riego. También es un problema para los Servicios de Emergencias, cuyos hidroaviones utilizan el agua embalsamada para extinguir los incendios, e incluso afecta al agua que usan los ciudadanos: para piscinas, jardines o consumo humano.

El informe de las emisiones de gases del año pasado que realiza como cada año el Observatorio de la Sostenibilidad del Gabinete de Historia Natural atribuye la reducción de emisiones de gases en 2016 a la reducción del 30% del consumo de carbón por parte del sistema energético. A principios de año, el observatorio ya señaló que el descenso era “estrictamente coyuntural” y que obedecía únicamente a un asunto de mercado y “no a las políticas del Gobierno”. A pesar de ello, el presidente del Ejecutivo, Mariano Rajoy, no dudó en apuntarse el tanto y asegurar que España había apostado “por la reducción de emisiones y el progreso hacia un nuevo modelo productivo y de consumo sostenible”.

Ecologistas en Acción denuncia que “España sigue sin hacer sus deberes contra el cambio climático”. Explican que se produce un continuo incremento de combustibles fósiles como el gas o el fuel para la producción eléctrica, mientras que se produce “un tímido ascenso” de la energía fotovoltaica que muestra “la falta de instalación de nuevas potencias renovables”. Mientras se observa una leve mejora en las emisiones de gases efecto invernadero del sector industrial, los sectores del transporte, la agricultura y la construcción “incrementan en un 2,2% las emisiones de estos gases”. Especialmente disparado se encuentra el sector del transporte, que ha llegado a alcanzar un aumento del 3%.

España hace trampa en los compromisos internacionales 

El país produjo un total de 197.981 Gg de CO2, uno de los gases efecto invernadero. La cantidad que está muy por debajo del límite marcado por la Unión Europa, que se encuentra en 223.733 Gg de CO2. De nuevo hay truco. El objetivo que la UE marca a los estados miembros es que no superen la cifra de emisión de gases que alcanzaron en 2005, pero en España en ese año nos encontrábamos “en plena burbuja inmobiliaria” y nuestras emisiones “eran muy elevadas”, explica Andaluz. “Hoy cumplimos el objetivo sin hacer ningún tipo de reducción. Desde nuestro punto de vista el Gobierno es muy poco ambicioso”, añade.

Aunque este sea el primer año que España presenta una pequeña reducción en la expulsión de gases a la atmósfera, los 28 países de la UE llevan años reduciendo las emisiones. Francia y Alemania tienen obligaciones de reducción, según el Protocolo de Kyoto, el acuerdo internacional para cumplir con el compromiso del cambio climático que fija como límite la cantidad emitida en 1990. A nuestros país se le permitió incrementar las emisiones hasta un 15%, pero ha llegado a registrar aumentos de más del 50%. Ecologistas en Acción demanda la revisión del objetivo de España a 2020 y a 2030 para que se produzcan año tras año reducciones de las emisiones respecto a los niveles actuales impidiendo seguir aumentando nuestra contribución al cambio climático, del mismo modo que ya ocurre en otros países del entorno.

 

1 Comment
  1. pacoalapont says

    El ecologismo nunca está contento.
    Pero la realidad es, que mientras no se elabore un proyecto hidrológico nacional para comunicar las distintas cuencas, este país seguirá sufriendo las consecuencias de las sequías.
    Pero claro, para ellos es más importante un Aedes albopictus (mosquito tigre) o una Blatta orientalis (cucaracha), que los miles de agricultores que se desesperan por no tener agua para regar sus campos

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