Cientos de personas defienden en Madrid la consulta del 1-O y la libertad de expresión

El pequeño Teatro del Barrio, de Lavapiés, en el corazón de Madrid, no daba más de sí para acoger a quienes acudieron este domingo para mostrar su apoyo al referéndum catalán del 1-O y el derecho a decidir de los pueblos. Unas 500 personas se agolpaban en la estrecha calle Zurita para poder escuchar, a través de altavoces, a los ponentes de un acto que había sido prohibido por tratarse, según un juez madrileño, de un evento “público” en favor de “un referéndum ilegal”.

Fue una demostración de fuerza de una izquierda que apoya claramente, a diferencia de las cúpulas de IU y Podemos, la consulta del primero de octubre como método de descongestión al dilema catalán y ejercicio democrático. Independentistas y no independentistas pronunciaron un mensaje unánime: solidaridad con el pueblo catalán por una cuestión de principios, pero también porque “la represión inaudita” del Estado pone en riesgo los derechos de todos los españoles.

Con solo unos minutos de retraso y cierto nerviosismo por la falta de espacio, comenzaba el acto. Entre los ponentes, el diputado de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Joan Tardá, quien decía sentirse “más madrileño que nunca” y señalaba: “Nosotros que somos independentistas y añoramos la República catalana, siempre gritaremos 'visca la III República española”, mientras desataba los aplausos entre los asistentes. Del otro lado, el dirigente de IU Alberto Arregui se definía “no independentista”, pero se unía a la lucha por el derecho a decidir en contra “del giro autoritario” y “la represión del Estado”. “Me uno al derecho a la autodeterminación y sé que mucha gente de IU y el PCE está en esa misma posición”, manifestaba.

También intervenía la diputada de Podemos en la Asamblea de Madrid Isabel Serra, perteneciente a Anticapitalistas, para defender la toma de posiciones ante el callejón sin salida del PP, que bloquea la celebración de cualquier referéndum o consulta. “Muchas veces los avances en derechos son desobediencia ante medidas injustas de quienes no quieren que nada cambie o no quieren escuchar a las mayorías”, explicó. “Lo que estamos haciendo hoy en Madrid es no dejar el monólogo (al PP) de la historia y, para evitarlo, nuestra arma es la solidaridad”, afirmó.

Un altavoz en Madrid para los independentistas

El acto de Madrileños por el Derecho a Decidir, que no se reivindicó como un acto independentista, sí ofreció la oportunidad de alzar la voz a quienes defienden esta opción. De esta parte, intervenían la vicepresidenta de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Natàlia Esteve; la regidora de la CUP de Sant Cugat, Núria Gibert; el presiente de Òmnium, Jordi Cuixart y el líder de Súmate y diputado en el Parlament de Junts pel Sí, Eduardo Reyes. “Para nosotros es muy importante que la solidaridad sea muy fuerte, significa muchísimo oír voces como las que hemos oído hoy. Estamos dirigidos por el PSOE y el PP en un estado de excepción de facto, donde se arremete contra el derecho de reunión y la libertad de expresión. Roza tanto el absurdo que cada día nacen más independentistas”, apuntaba Gibert.

Esteve, por su parte, se mostraba contundente contra un “Estado incauta-imprentas, castra-webs” y señalaba que todos los ciudadanos tienen sus derechos amenazados en la actualidad. “Sabemos que los franquistas nunca se fueron, que cambiaron su símbolo por una gaviota, algunos incluso lo cambiaron por la rosa”, criticó. Al mismo tiempo, pedía apoyo a los ciudadanos ante los momentos difíciles que se están viviendo en Cataluña por la cancelación de actos políticos o la irrupción de la Guardia Civil en imprentas y medios de comunicación para requisar carteles, pancartas o material propagandístico para el referéndum del 1-O. “En este momento es más importante que nunca que todos los demócratas permanezcamos unidos y denunciemos el atropello de nuestros derechos. En la Asamblea hacemos la campaña por el Sí, pero antes que independentistas somos demócratas. Viva el derecho a decidir y los madrileños por el derecho a decidir”, afirmó.

Albano Dante y Miguel Urbán, entre los asistentes

En el público, otras caras conocidas mostraban su apoyo al acto. Acudía el eurodiputado y dirigente de la formación morado, Miguel Urbán, pero también el secretario general de Podem en Cataluña, Albano Dante Fachín, quien mantiene diferencias con la dirección actual encabezada por Pablo Iglesias y, al contrario que ésta, llama a participar en el referéndum del 1-O. “Lo que está pasando hoy y está pasando en Cataluña debe abrir un debate también en Podemos. Somos una izquierda que vino para romper el régimen del 78. Nuestro manifiesto fundacional que, por cierto, se presentó en esta misma sala, habla de la autodeterminación de los pueblos, pero además habla de que había que apoyar sin fisuras el 9-N. No se entendería que Podemos no apoye el 1-O porque sería renunciar a los principios fundacionales”, manifestó Dante a cuartopoder.es.

Urbán destacó su presencia en el acto como "ciudadano individual" y arremetió contra "un juez ultraconservador" que con el impulso del PP pretendía prohibir "la apertura de un debate dentro de la sociedad madrileña". Por su parte, la diputada de En Comú Podem Marta Sibina manifestaba estar "muy emocionada" por el encuentro de este domingo. "El derecho nacional va de la mano del derecho a decidir. Queremos decidir todo: qué país queremos, cómo lo queremos, defender la sanidad y la educación", afirmaba.

Al final del acto, una multitud emocionada entonó las estrofas de L'Estaca Lluis Llach, quien no podía acudir al acto en Madrid, pero había grabado un vídeo que finalmente no pudo reproducirse por problemas técnicos. Algunos recordaban a los titiriteros porque un acto en su apoyo y a favor de la libertad de expresión se había celebrado en este mismo teatro. Los independentistas se habían topado con un respaldo inesperado y desde las filas de ERC se escuchaba que no experimentaban "todos los días” semejante apoyo fuera de la tierra catalana. El diputado de Podemos en Madrid Jacinto Morano tildaba de “exitosa” la convocatoria. “Ha sido un ejemplo de que cientos de personas de Madrid, más allá de lo que opinen sobre la independencia de Cataluña, demuestra que hay una lucha generalizada por los derechos democráticos, por la libertad de expresión. Ha sido un acto muy festivo y muy alegre”, apuntaba.