Los puntos calientes que habrá que abordar en una futura reforma constitucional

Esta semana, por fin los socialistas han conseguido arrancarle al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, la promesa de que se abordará una reforma constitucional. Mientras Ciudadanos, PSOE o Podemos ya llevaban las modificaciones en sus programas electorales, el PP se resistía. Sabe que cambiar la Carta Magna exige un debate profundo que, con la amenaza del soberanismo, prefería no abrir. Sin embargo, tras el estallido de la crisis catalana ha sido inevitable ceder al necesario debate territorial.

Desde Podemos miran con escepticismo esta reforma que PP y PSOE han pactado abrir. Para la formación morada, la prioridad es introducir los “nuevos consensos” que se han producido en los últimos años y que la Constitución, que cumple casi 40 años, no refleja: “La Constitución del 78 recoge los consensos y limitaciones de la Transición, necesitamos avanzar hacia un nuevo modelo de país que exige nuevos acuerdos para cerrar la herida territorial, la social y la institucional. Primero es importante establecer ese marco, luego propuestas concretas”, explican desde sus filas.  Ciudadanos también ha mostrado sus reticencias: "Entendemos que la reforma constitucional debe hacerse en beneficio de todos los ciudadanos españoles, y nunca para contentar a nacionalistas o chantajistas de ningún tipo".

Mientras, PSOE y PP se han comprometido a abordar esta cuestión cuando finalice la Comisión de estudio para la modernización del estado autonómico, a la que dan un plazo de seis meses. Este debate se ha postergado en el tiempo y los partidos llevan años pronunciándose sobre qué ha quedado obsoleto. Aunque aún no precisan qué propuestas llevarán a la citada comisión, repasando algunos de sus documentos y declaraciones es fácil hacer un pronóstico, especialmente a los programas electorales de las dos últimas elecciones, donde detallan algunas modificaciones de la Carta Magna. Estos son algunos de los puntos que, sin duda, generarán debate cuando se abra el melón constitucional.

El debate territorial

Cómo solucionar el encaje de Cataluña dentro de España es una de las grandes dudas de cara a una solución futura del hoy enconado conflicto. Sin embargo, la reforma constitucional exige un debate más profundo sobre toda la articulación del Estado, que en la Transición quedó sin detallar. Los focos de la discusión podrían ser el artículo 2 (que proclama la “indisoluble unidad de la Nación española”) y sobre todo,  el título VIII, que versa “sobre la Organización Territorial del Estado”.

“Proponemos una reforma constitucional federal, que mantenga la unidad del Estado, perfeccionando el carácter plurinacional del mismo, y que la soberanía reside en el conjunto del pueblo español”, se lee en las resoluciones del 39 Congreso Federal del PSOE, que marca las líneas maestras del partido para los próximos años. Sánchez tendrá que pensar cómo encaja la polémica “plurinacionalidad” dentro del texto para conseguir un acuerdo. Estarán muy vigilantes no solo fuera, sino también dentro de su partido, ya que este concepto no cayó nada bien en federaciones como la andaluza. Su receta sigue siendo la de una “España federal, que asegure un mayor autogobierno, la garantía del respeto a las competencias en materia de lengua, educación y cultura, la mejora de la financiación en el marco de la renovación del sistema de financiación autonómica, y el reequilibrio de la dimensión territorial de la inversión pública”.

Podemos enarboló antes que el 'nuevo' PSOE la bandera de la “plurinacionalidad”, pero va un paso más allá. Quiere incluir el “derecho a decidir”, que ahora no está contemplado en la Carta Magna. Es el principal punto en el que discrepa con los socialistas, que rechazan esta opción. PP y Ciudadanos tampoco están abiertos a esta posibilidad, por lo que tendría muchas dificultades para salir adelante.

Probablemente, el título VIII será el que más desarrollo y discusiones necesite, ya que ni siquiera están especificadas las comunidades autónomas en el texto constitucional. ¿Cuántas naciones tiene España? ¿Qué competencias autonómicas deben ampliarse o restringirse? ¿Qué grado de asimetría tendrá este nuevo estado federal? Las preguntas son muchas y muy complejas. Por lo que la redacción de estos artículos llevará horas de debate.

Ciudadanos tiene su propia receta: hay que enumerar las 17 comunidades autónomas y las dos ciudades autónomas y suprimir “la disposición transitoria cuarta que contempla la posibilidad de incorporación de Navarra al País Vasco”.

El Senado

Si en algo están de acuerdo Ciudadanos, Podemos y PSOE es en la necesidad de reformar el Senado, prevista como una cámara de representación territorial. Sin embargo, en la práctica se utiliza más como una cámara de segunda lectura que como un órgano donde se puedan debatir cuestiones específicas sobre las regiones.

De hecho, Ciudadanos pide, directamente, suprimir el Senado y crear un Consejo de Presidentes de las Comunidades Autónomas.

La Corona

No es de extrañar que un debate constitucional reavive también la discusión sobre si España debe ser una Monarquía o una República, especialmente, en la voz de algunos partidos como Izquierda Unida. Sin embargo, sí hay un aspecto que habrá que cambiar de manera inaplazable de la Carta Magna con respecto a esta institución: la predominancia del varón sobre la mujer en la sucesión a la Corona, un artículo que ha provocado que hoy sea Felipe VI el que ostenta la jefatura del Estado y no la primogénita, Elena de Borbón.

“La sucesión en el trono seguirá el orden regular de primogenitura y representación, siendo preferida siempre la línea anterior a las posteriores; en la misma línea, el grado más próximo al más remoto; en el mismo grado, el varón a la mujer, y en el mismo sexo, la persona de más edad a la de menos”, reza el primer punto del artículo 57 que, sin ninguna duda, no tiene cabida en una sociedad que aspira a la igualdad. Por eso, cabe esperar que, en este aspecto, se pueda alcanzar un consenso amplio.

El 135

En 2011, PP y PSOE acordaron modificar el artículo 135 de la Constitución  para añadir el principio de estabilidad financiera, que limitaba el déficit. Esta introducción, que también votó un entonces desconocido Pedro Sánchez como diputado, ha tenido consecuencias en todas las administraciones. La forma en la que se hizo la modificación (sin pasar por un referéndum que permitiese opinar a los ciudadanos) despertó una gran indignación entre la población. Seis años después y con Sánchez en la Secretaría General del PSOE, su visión ha cambiado. Optan por ampliarlo “para incorporar un principio de estabilidad social”. Podemos va un paso más allá: propone derogarlo.

Ampliación de los derechos sociales

Es uno de los bloques donde más consensos se pueden cosechar, no solo entre Podemos y PSOE sino también con Ciudadanos, que quiere el "reconocimiento como derechos fundamentales de derechos sociales e incorporación de garantías sobre la dotación presupuestaria de los mismos", según fuentes del partido. En estos últimos 40 años se han ampliado mucho, desde la igualdad de sexos al matrimonio homosexual. Por ello, hay que incluirlos en la Constitución para blindarlos. “Atribuir a 'las personas' y no solo a los españoles el derecho a la igualdad ante la ley” (artículo 14), incorporar la igualdad entre el hombre y la mujer, abolir la pena de muerte (que el artículo 15 de la Constitución la elimina excepto “para tiempos de guerra”) o reforzar la laicidad son algunos nuevos derechos que están en la hoja de ruta del PSOE.

Las palabras usadas también son esenciales. Quieren eliminar la expresión “disminuidos físicos, psíquicos o sensoriales” del artículo 49 y pretenden que el artículo 32 no solo contemple "el matrimonio entre hombre y mujer", sino también entre personas del mismo sexo.

En Podemos también creen necesario actualizar la Carta Magna y poner al mismo nivel los derechos políticos y sociales, por lo que la Educación y la Sanidad pasarían a estar blindados en el texto y el derecho a la vivienda tendría que ser reforzado para que sea efectivo y no se quede en mero papel mojado. También podría plantearse introducir el derecho a la calidad mediambiental. 

El sistema electoral
“Impulsaremos una reforma constitucional para asegurar un régimen electoral que responda al principio “una persona un voto”, explica en su proyecto político Ciudadanos. En su programa electoral, Podemos también incidió en la importancia de retocar este punto para un reparto más justo. Sus iniciativas también podrían obtener la simpatía del PSOE que pide “incrementar la proporcionalidad del sistema electoral para el Congreso de los Diputados” y “desbloquear las listas” en uno de sus documentos.

Medidas de regeneración política

Es otra de las grandes batallas de Ciudadanos, que pretende “suprimir el aforamiento de todos los representantes públicos electos que hoy lo ostenten”; lo que supondría modifica el artículo 71 de la Constitución. Podemos también propuso en 2016 acabar con las puertas giratorias.

Explicitar la pertenencia a la Unión Europea

Ciudadanos quiere  la "incorporación del “hecho” de la Unión Europea al ordenamiento constitucional, al igual que otros partidos que estudian fórmulas para que el texto recoja también el derecho europeo. En 1992, la primera modificación constitucional añadió en el artículo 13.2, la expresión "y pasivo" para que los extranjeros pudieran presentarse a las elecciones municipales. Fue una consecuencia de la adhesión de España a la Unión y su firma en el Tratado de Maastricht.