ELECCIONES CATALANAS / El mapa político catalán se tambalea ante los comicios convocados por Mariano Rajoy
El nudo gordiano del 21-D: ¿coaliciones o alianzas postelectorales?
BARCELONA.- Cuando Alejandro Magno conquistó Frigia, se encontró con un curioso problema que tuvo que resolver. Una leyenda griega cuenta que los habitantes de esta región de Asia Menor buscaban un rey y que para ello consultaron al oráculo. “El nuevo monarca será aquel que entre por el este con un cuervo posado sobre su carro”, respondieron las deidades. Y ese fue Gordias, un labrador, que tras ser nombrado rey ofreció a Zeus su carro, con su lanza y yugo atados con unos nudos cuyos cabos quedaban escondidos. Quien consiguiera desatar el nudo, sería, a partir de entonces, rey. Alejandro Magno, ante la dificultad de deshacer el nudo, pues no encontraba los cabos, decidió cortarlo con su espada. “Tanto monta cortar como desatar”, sentenció el emperador.
Y así quedó la expresión ‘nudo gordiano’ acuñada para referirse a un problema de complicada resolución y que necesita de soluciones creativas, alejadas de la lógica. Cortar el nudo, en vez de desatarlo, una respuesta desde fuera al problema. Y, claro, la situación en Catalunya no es muy normal, ni lógica, y las elecciones del 21-D no son unas elecciones al uso. Con una República Catalana declarada y con una autonomía intervenida, con unas elecciones no convocadas por el president de la Generalitat y sí por el presidente del Gobierno español, los partidos se enfrentan a una difícil situación. Han de cortar el nudo gordiano. ¿Cómo se presentan a estas elecciones?
Por parte del independentismo, ven en las elecciones una oportunidad de oro: convertir las elecciones en un plebsicito, en un referéndum acordado. Un reto que deciden afrontar: ganar a Mariano Rajoy compitiendo en las urnas. "Nos vemos en las urnas", retaba ayer la líder del PDeCat, Marta Pascal, a Rajoy. El independentismo dará a las elecciones del 21-D el valor de 'constituyentes', no se referirán a unas elecciones autonómicas. Para Oriol Junqueras, estos comicios deben servir para revalidar la República. Son "una oportunidad" para que el independentismo haga "oír su voz", explicaba en una entrevista ayer en TV3.
Las querellas presentadas ayer por la Fiscalía ante la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo contra los 14 miembros del Govern y los cinco miembros de la Mesa del Parlament por supuestos delitos de rebelión, sedición y malversación, entre otros, hace que algunos de los principales candidatos que se presentarían a unas elecciones catalanas puedan estar imputados y en las listas al mismo tiempo. Las condenas pueden ser muy duras, de hasta 30 años. Veremos los plazos judiciales si entran, de pleno, en una campaña electoral que, oficiosamente, ya ha comenzado.
Que Carles Puigdemont y otros consellers del cesado Govern estén en Bélgica. Que hayan marchado el día en el que se iban a conocer las querellas de Fiscalía, puede hacer presuponer que la "dureza" de José Manuel Maza sea utilizada por "los exiliados" para desprestigiar la imagen del Estado español e intentar forzar una mediación internacional. Un intento de internacionalizar el conflicto. Que puedan solicitar el asilo político e, incluso, proclamarse Govern en el exilio de la República Catalana, tensa todavía más la situación. Es poco probable que un país miembro de la Unión Europea conceda el asilo. En Europa se empieza a ver con malos ojos que se estanque la crisis política y de estado que vive España. El Financial Times habla de que "la crisis española es el nuevo desafío para la Unión Europea". "La actual situación en España podría suponer, para la Unión Europea, un desafío incluso mayor que el Brexit", publica este diario británico.
Plazos para registrar candidaturas
La situación política está loca. Y los plazos para las próximas elecciones catalanas, más. Esto hace que a las formaciones, más allá de Ciudadanos, PSC y PP, les hayan pillado desprevenidas unas fechas tan cercanas. Las candidaturas que quieran concurrir en coalición electoral tendrán hasta el día 7 de noviembre para registrarlas, es decir, una semana escasa de margen. Desde el 13 al 18 de noviembre, deberán registrar ante la Junta Electoral competente las candidaturas de partidos, federaciones y coaliciones, así como los promotores de las agrupaciones de electores. En total, tres semanas de plazo para elegir cabezas de cartel y listas. La campaña electoral será entre el 5 y 19 de diciembre y el 20, jornada de reflexión.
Por eso, en los próximos días toca coalicionitis. Los partidos deberán decidir cómo presentarse a los comicios, si en solitario o junto a otras formaciones antes del día 7. Y la alocada situación política nos hace prever una semana de infarto. En Catalunya En Comú (confluencia de ICV, EUiA, Barcelona En Comú y Equo) se da por hecho que el candidato será su líder y portavoz de En Comú Podem en el Congreso, Xavier Domènech. La declaración unilateral de independencia (DUI) les ha separado de las reclamaciones comunes con los independentistas, aquellas que se centran en oponerse al 155, a los ataques al autogobierno catalán. La DUI hace casi imposible cualquier pacto con independentistas antes de las elecciones.
Incómodo Podem
La polémica está servida en el Podem liderado por Albano Dante Fachin, la marca catalana del partido de Pablo Igesias, que no forma parte de Catalunya En Comú. Fachin quiere iniciar una ronda de contactos con otras formaciones para decidir cómo presentarse a las elecciones. Entre estas posibilidades no está descartada una suerte de “frente amplio” contrario al 155, que podría incluir a partidos independentistas como ERC o la CUP. Iglesias, cuyo referente catalán real, aunque no orgánico, es Catalunya En Comú, ha aplicado una especie de articulillo 155 y convoca una consulta ciudadana para decidir si Podem debe ir o no en coalición electoral junto a Catalunya En Comú. O el líder catalán o el estatal de Podemos quedará desacreditado por las bases, si no hay alguna dimisión antes o cese. Podemos no puede, hoy, defender en el resto del Estado una alianza con independentistas, después de la declaración de independencia.
Mientras tanto, los partidos que declararon la independencia catalana la semana pasada se ven en la difícil tesitura de tener que presentarse, de nuevo, a unas elecciones autonómicas. La CUP no reconoce como legítimas las elecciones y todavía no han aclarado si participarán en ellas. Se da por hecho que sí. Las elecciones se polarizarán entre independentistas y no, y el independentismo puede pagar caro perder votos para esta disputa. “Las elecciones no se pueden situar en un marco de normalidad por el contexto de represión existente”, aseguraba ayer Mireia Boya, diputada de la CUP del disuelto Parlament, desde la misma sede de la Asamblea, pues no reconocen las medidas adoptadas por el 155. Sin embargo, considera que también el 21-D será un día de defensa de la República. El apoyo de la CUP a una lista electoral suma muchos votantes.
LA opción, una "lista de resistencia contra el 155" toma fuerzas, la candidatura contaría con presencia de destacados activistas sociales y del ámbito sindical, no sólo de los partidos. Los presidentes de ANC y Òmnium, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, en prisión preventiva, suenan con fuerza. Una opción por la que también podrían optar algunos sectores militantes y votantes de Podem y de los comunes. Fachin está dispuesto a explorarla. Iglesias no la va a tolerar.
ERC: revalidar la república
“Hace falta que el 21-D sea una oportunidad más para consolidar la república”, decía ayer Sergi Sabrià, portavoz de ERC, asegurando que la formación republicana encontrará la forma de estar presente en esos comicios, sin aclarar si esta fórmula será en solitario o en coalición con otros partidos y actores políticos y sociales. Para ERC es primordial seguir con la movilización en las calles. El propio Puigdemont llamaba a ello en su último mensaje televisado del sábado. La capacidad de movilización pacífica del independentismo, hasta el momento, no se puede poner en duda. Nuevas movilizaciones que sigan apelando al ámbito internacional, donde el independentismo tiene puestas sus esperanzas, podrían repetirse en los próximos días.
En la misma línea, se expresaba sobre los comicios la coordinadora del PDeCat, Marta Pascal. “Nos vemos en las urnas”, retaba ayer a Rajoy la dirigente de la formación sucesora de Convergència. “Buscaremos la mejor forma para que los soberanistas sumemos mayoría absoluta”, prosiguió, sin aclarar cuál será esta fórmula. JxSi tenía fecha de caducidad: la proclamación de la independencia. El PDeCat obtendría muy malos resultados según las encuestas, mientras que ERC ganaría las elecciones. Esto también será decisivo en la toma de decisiones previas a la configuración de las listas.
El "frente monárquico": Ciudadanos, PSC y PP.
Por otro lado, desde el llamado "frente monárquico", Ciudadanos, PSC y PP, la sintonía será cada vez mayor. La foto de la manifestación por la unidad de España convocada el pasado domingo por SCC fue muy pintoresca. Desde la extrema derecha (Falange, Plataforma x Catalunya) hasta el PSC participaron en la protesta, por supuesto también Ciudadanos y el PP. Miquel Iceta aparecía en los selfies junto a los dirigentes del PP. La manifestación supuso el pistoletazo de salida de la campaña de estas formaciones partidarias de la unidad de España. Inés Arrimadas, líder catalana de Ciudadanos, pide que los diputados de PSC y PP le apoyen en caso de que pudieran optar así a gobernar y ser presidenta de la Generalitat tras las elecciones. Hasta el momento, las encuestas no lo hacen factible, pero la polarización política existente les puede beneficiar.
La excepcionalidad de la situación política catalana puede hacer que se generen alianzas nuevas y curiosas. Puede romper partidos. Pueden haber muchas sorpresas. El mapa político catalán se tambalea, se reconfigura. Después del 1-O nada volverá a ser cómo antes en la política catalana, tampoco en la española. En los próximos días veremos cómo los comunes y Podem, pero sobre todo los partidos independentistas, desatan sus respectivos nudos gordianos. Se esperan días de creatividad política. Nuevos calificativos, hasta ahora extraños, se harán familiares y describirán las nuevas elecciones catalanas. ¿'Constituyentes', 'de resistencia', 'autonómicas'? Tanto monta, monta tanto. Entramos en campaña en Catalunya. Entramos en campaña en todo el Estado.