BALANCE POLÍTICO / Se deberá preparar para las próximas citas electorales

El reto del PSOE en 2018: hacer una oposición creíble en el Congreso y en la calle

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Pedro Sánchez, líder del PSOE
Pedro Sánchez en un mitin en Lleida. / PSOE (Flickr)

Solo han pasado siete meses desde que Pedro Sánchez alcanzó, de nuevo, la secretaría general del PSOE. Entonces, el aparato del partido fue visto por la militancia como una especie de Goliat orgánico, liderado por la andaluza Susana Díaz. Unos meses después, ese David, que venció contra todo pronóstico a los poderes fácticos de su formación, pactó con el que a priori parecía su máximo rival político: Mariano Rajoy.  A pocos días del año, ha endurecido su tono contra el presidente del Gobierno y ha acabado con un balance negativo: 'Rajoy es un fracaso'. En Ferraz son conscientes de que 2018 es el punto de partida de una nueva carrera: la electoral. Primero, con las elecciones municipales y autonómicas de 2019 y luego con las generales en 2020. Tendrán que recuperar su sitio en la izquierda y su labor de oposición si quieren que no se desinfle el manido 'efecto Sánchez' del que presumieron en primarias. 

Tras pactar con Rajoy la aplicación del 155 en Cataluña, el PSOE ha decidido en la última semana del año distanciarse del PP y endurecer su perfil como oposición. Le acusan de "cuatro grandes fracasos": la fractura social, la fractura territorial, la corrupción y el incumplimiento de sus propias promesas electorales. En la última comparecencia del año en Ferraz, el secretario de Organización, José Luis Ábalos, dejó claro que 2017 ha marcado un antes y un después con otra formación política: deja de considerar "socio preferente" a Podemos tras sus desavenencias en Cataluña.

Uno de los restos de Ferraz en 2018 será erigirse como oposición útil de izquierdas, aprovechando el debilitamiento de Podemos tras la crisis catalana. También debe quitarse el 'sambenito' de ser el aliado de Rajoy y comenzar a presentarse como una alternativa de cambio real.  Estos 365 días serán el primer tramo de una carrera larga. "Este año 2018, decisivo para culminar la Legislatura en la mayoría de estas instituciones, debe ser también el punto de partida para renovar la confianza en el proyecto socialista en las próximas citas electorales, autonómica, local y europea que nos esperan en 2019", recordaba Sánchez en una carta a su militancia.

Para reconquistar y fidelizar a los votantes de izquierdas, algunos despistados por su acercamiento a Rajoy y el alejamiento de Podemos, Sánchez usará una fórmula que ya probó en 2014. Organizará asambleas abiertas para hablar de los problemas que preocupan a los españoles. Empezarán por uno de los más urgentes, cuyo debate ya está creado: las pensiones. El objetivo será poner la agenda social por encima de otras cuestiones (como la catalana), mantener movilizadas a sus bases y acercarse a la calle.

Pedro Sánchez aprueba por los pelos el primer examen electoral

Estas críticas al Gobierno llegan tras el primer jarro de agua fría electoral para Sánchez, que vio como su estrategia de apoyo al Gobierno no acabó de cuajar en Cataluña. Las elecciones catalanas del pasado 21 de diciembre eran un gran reto para el PSC, pero también para el PSOE. Eran los primeros comicios a los que se enfrentaba Sánchez en su nueva etapa, en cuya campaña se ha implicado notablemente, aunque el peso lo llevase el candidato Miquel Iceta, un barón con el que exhibe una sintonía evidente. Durante la contienda se habían creado unas expectativas que no se han cumplido. Ni ha habido un aumento significativo de escaños, ni existe opción de ser un candidato Borgen, cuya simpatía (o más bien la ausencia de vetos) puedan llevarle al Gobierno, ni su proyecto ha convencido a los catalanes. En su lugar, solo gana un escaño, un avance pírrico.

Estos comicios también eran una prueba a una de las maniobras más arriesgadas de los socialistas: apoyar el 155, que intervino al Gobierno catalán. No han logrado capitalizarlo: los partidarios de acabar con el procés han dado su voto a Ciudadanos y, además, los independentistas han reeditado su mayoría. Y eso que el PSC tenía opiniones para todos los gustos. Ni la implicación en la campaña de alcaldesa de L'Hospitalet, Nuria Marín, ni el rechazo de la líder de Santa Coloma, Núria Parlon, al 155 han logrado que los socialistas encabecen los resultados en estos bastiones.

Pese a los descafeinados datos, Sánchez se aplica la máxima de que 'el que no se consuela es porque no quiere'. "Después de ver lo que ha ocurrido en Cataluña,  la única fuerza para vertebrar a este país es el PSOE, que tiene una presencia notable en todos y cada uno de los territorios", decía el viernes Sánchez tras reconocer que esperaban más votos. Ante el descalabro del PP aprovechó: "De las dos grandes fuerzas políticas que están llamadas a gobernar este país, que son PP y PSOE, el único partido que tiene una presencia notable es el PSOE".

Unas navidades más tranquilas

Aunque el último tramo del año haya sido más que convulso, el secretario general del PSOE pasará mejores fiestas que en 2016, aunque solo sea por comparación. El año pasado, sus navidades fueron mucho más amargas. Dos meses antes había dimitido como secretario general, tras el bochornoso Comité Federal del 1 de octubre de 2016, y había dejado su acta de diputado en una rueda de prensa de tintes dramáticos. Era, entonces, un militante de base, con un buen puñado de poderosos enemigos dentro del partido, que aún no aclaraba si volvería a pelear por el liderazgo.

Sánchez sacó valiosas lecciones de esa etapa. Desarrolló musculatura política a sus espaldas para aguantar las presiones y aprendió que la paciencia es un don muy útil en su oficio. Tras un año intenso, Ferraz alcanza cierta normalidad. En primer lugar, el líder del PSOE se ha consolidado gracias a unas primarias en las que arrasó y que le valieron el respaldo de las bases y dieron con la puerta en las narices a sus enemigos. Tras una victoria holgada, los mismos que le derrocaron en su primer mandato tuvieron que aceptar el resultado y bajar las armas. Incluso, el extremeño Guillermo Fernández Vara se integró en su equipo para ponerse al frente del Consejo Federal Político. Solo el bastión andaluz, con Susana Díaz al frente, estaba ya dispuesto a continuar con la batalla. Hoy las aguas parecen calmadas en el siempre complicado partido socialista. Con las elecciones andaluzas en el horizonte, en Ferraz aseguran que hay una “hoja de ruta” compartida con la presidenta de la Junta, aunque eso no se traduzca en sintonía personal.

Aunque el discurso antiélites que hizo ganar a Sánchez le debería situar más cerca de Podemos que del Gobierno de Mariano Rajoy, el proceso catalán ha barrido las expectativas sobre esta relación política Si en junio se anunció una mesa de coordinación parlamentaria, donde la agenda social haría coincidir a los morados y los socialistas, en septiembre no había ni rastro de los frutos de esa anunciada colaboración. Ante el desafío de la Generalitat, el mismo Sánchez que se quedó en paro por no facilitar la investidura de Rajoy pactaba con el Gobierno la aplicación del 155. Si en julio pedía su dimisión después de que declarara como testigo en la Audiencia Nacional por el caso Gürtel, en septiembre le estrechaba la mano en la escalinata de la Moncloa. Los últimos meses han dejado un reguero de vaivenes. Los socialistas pasaron de descartar el 155 por considerarlo “cruento” a apoyarlo, de pedir la reprobación en el Congreso de la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, a retirarla.

Aunque el uso de este artículo constitucional siempre resultó incómodo entre los socialistas, el líder socialista no encontró otro camino para dar salida al conflicto. Sánchez se perfiló como un hombre de estado frente a un Pablo Iglesias al que le costó encontrar su sitio entre el independentismo y los partidarios del 155. Sin embargo, el apoyo a este artículo no le ha salido gratis al PSOE: Núria Parlon, alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet, abandonó la Ejecutiva de Sánchez. La comisión de estudio territorial, vendida a bombo y platillo a la prensa, ha echado a andar tan solo con el apoyo del PP y Ciudadanos, aunque los socialistas no descartan que Podemos se sume una vez se forme gobierno en Cataluña. En 2018, el PSOE tiene otro reto: que sus proyectos salgan adelante y sean útiles. Tiene que recuperar la credibilidad y procurar que no se desinfle el suflé creado en las primarias. 

2018: un año para demostrar que es la izquierda útil y de Gobierno

Sánchez acaba 2017 con un mandato estable y creyendo liderar la oposición. El nuevo secretario general se muestra más sereno y tranquilo. Sin embargo, el nuevo año está cargado de retos. No solo se trata de anunciar proyectos ante la prensa y los ciudadanos, también tienen que dar frutos. Si la comisión de estudio territorial nació descafeinada y la mesa de coordinación parlamentaria con Podemos está en vía muerta, los socialistas tendrán que lograr que salga adelante otro de sus proyectos estrella para no perder credibilidad: empezar a trabajar sobre la futura reforma constitucional con la que se comprometió Rajoy  y que el Gobierno ya se ha encargado de enfriar.

Los socialistas también tendrán que trabajar, como el resto de partidos, en fortalecer músculo ante las elecciones municipales y autonómicas que llegarán en 2019. El nuevo PSOE tendrá que mantenerse ágil y activo, estudiar los programas y decidir candidatos en los territorios, con Madrid como la gran incógnita. Eso sí, sin quitar ojo al panorama nacional. Aunque Rajoy parece querer agotar la legislatura, no se descarta nada en las quinielas. Y por mucho que insista Podemos, en el horizonte no está tampoco una moción de censura para desbancar al PP. Al menos, de momento. Tampoco está resuelta la situación en Cataluña con un Gobierno aún sin formar. 

Tras el parón que ha supuesto el procés y la aplicación del 155, el PSOE tendrá que endurecer su oposición al Gobierno de Rajoy, que quedó en ‘stand by’ y que ahora pretende retomar. Al menos, si quiere consolidarse como la alternativa de izquierdas.

5 Comments
  1. LDMuras says

    Parece un articulo escrito en Ferraz , respecto a UP hay dos encuestas ultimas contradictorias en una baja en la de la Razón y en otra de SIMPLE LÓGICA SE recupera algo .. los otros empatan el pp baja 11 puntos , o sea el bipartidismo se hundio y pp y cs no tienen mayoria absoluta como en l a de la razón

    1. florentino del Amo Antolin says

      Con una encuesta echa entre 1.700 personas, no es muy fiable; ademas depende el muestreo donde lo hagan, y qué pregunten. El PsoE, encantado si suben, o si invierten los resultados de UP. La excusa perfecta. No creo que lo consigan, pero intertarlo… Ahí andan !. Nos queda la palabra LDMuras !. Saludos.

  2. florentino del Amo Antolin says

    Sara, el humo no es de izquierdas ni derechas; estas humaredas no tienen recorrido, pues lo que quiere tapar el PsoE está tan cercano, por muy miope que seas… Ningun fakir se traga la vaselina de: Gano con autoridad !. Mujer, con el 50 %.Susana el 40 %. Paco López 10 %. Más los barones !; la suma no dá. Que lo que no puede ser, pues eso. Que van ha explicar… El qué !.
    La extrategia del partido socialista, ( esté, quienes esten ) correrá paralelo a los otros partidos neo liberales; PP + C´S. La labor del PsoE siempre fué ignorar a Podemos; crearon artificialmente una comisión de un parto forzado, que en realidad fué un placebo engaña bobos; que se lo echaran en cara muchas veces… Los votantes y militantes; esos, no volveran !. Que pena, pero la realidad es rotunda; apesar de crear humaredas filosoficas siendo apoyadas por los gurus mediaticos desinformativos. El ADN de este partido, está en cuarentena democrática; se ha saltado la ética social… ¿ Como pueden decir PP es un fracaso ?. Si estaís jugando vosotros el papel de manporreros fachas; favoreciendo su permanencia en el Congreso… ¡ Claro, Sanchez cogió el comodín ruín e indecente; sí, no dar la cara auto escluirse del barro parlamentario, y del fango creado !. ¡ Humo !.

    1. LDMuras says

      Entre los barones y el articulo 155 solo queda como bien dices humo y verlas venir como Mortadelo, ni la reforma constitucional territorial como no sea más centralización logra, y ya no digamos revisar concordato o sistema electoral o plantear una reforma fiscal cara a la deuda o las pensiones.. eso es humo , con paja de avena ..en Ferraz.. y desinfección que decia «Jacobo» Borrel. saludos

    2. ladis-ezkiagabeitia says

      Si señor, el rey de los humos… feliz añu, salud

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