Los críticos con Casado le arrancan al PP uno de sus ayuntamientos más fieles

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Las aguas empezaron a enturbiarse hace, exactamente, cuatro años. Fue cuando en el Corral de las Campanas la división del Partido Popular de Ávila, el mismo grupúsculo que ha ayudado a Casado a mantener un perfil bajo hasta su llegada a la presidencia, se hizo patente. A la hora de las votaciones, Jesús Manuel Sánchez Cabrera se unió a la lista de elegibles al cargo de presidente de la Diputación, batiéndose el cobre contra su "compañero" de partido Pablo Luis Gómez.

En la segunda vuelta de votaciones Cabrera se hizo con el poder en la Diputación. Los cambios de votos en las internas del partido a última hora también sentaron un precedente de escisión. Estos fueron los mimbres que desencadenaron en que, tras el mandato "a dedo" desde las filas de Casado de los nombres que compondrían las listas municipales, el Partido Popular de Ávila sufriera una importantísima escisión. En solo unos días, algunos de los cargos más relevantes dentro del partido y otros cargos electos en distintas instituciones se dieron de baja en la formación conservadora. Durante unos días no se supo qué ocurriría, hasta que amaneció un nuevo partido: Por Ávila.

Una imagen de partido totalmente distinta, en color amarillo, que distaba de los azulados tradicionales del partido conservador. Y una candidatura a la alcaldía que se mantuvo en secreto durante unos días, tras las largas del que, por aquel entonces, ostentaba la presidencia de la Diputación: Jesús Manuel Sánchez Cabrera. Cabrera no quería decir si "sí, si no, si todo lo contrario" al ofrecimiento de Por Ávila, aunque parecía más que claro que finalmente aceptaría el cargo.

En la jornada del 26M, marcada por la pérdida de las alcaldías progresistas en las grandes capitales del país, también se abrió otra brecha en la historia del PP en Ávila. Hacía 28 años que el Partido Popular no perdía la mayoría absoluta en la ciudad, desde 1991. Y de poco le ha servido al PP de Ávila llevar a su jefe, Pablo Casado, a pedir el voto para "los suyos" en los últimos días de campaña. Ahora el PP pierde su mayoría por culpa de Por Ávila, la escisión surgida de sus entrañas. La formación de Cabrera obtuvo 11 concejales, frente a los 6 del Partido Popular y otros 6 del PSOE y 2 de C's. Ninguna formación de izquierdas consigue entrar en la institución local, después de que Trato Ciudadano e IU pierdan, cada uno, sus 3 representantes.

Poco hacía presagiar que las palabras del futurible alcalde, Sánchez Cabrera, se convertirían en realidad al finalizar la jornada electoral. Al depositar su voto, declaró: “nosotros desde Por Ávila esperamos ser la fuerza política más votada, y por lo tanto creemos que tenemos opciones de gobernar la ciudad y conseguir representación en las Cortes de Castilla y León”. La escisión del PP le ha jugado una malísima pasada al ala de Casado, en una ciudad donde se han curtido algunos de los nombres más poderosos de la formación conservadora.

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