La tensión y el cruce de filtraciones entre Podemos y PSOE conducen a una investidura agónica

Filtraciones, ofertas cruzadas y nuevas incógnitas. Los movimientos públicos de PSOE y Unidas Podemos se aceleraron el miércoles por la tarde, pocas horas antes de la última votación de investidura a la que tendrá que someterse el candidato socialista, Pedro Sánchez, este jueves. Si durante la mañana reinaba el silencio propio de quienes tienen voluntad de proteger la negociación, después, ambas formaciones pusieron explícitamente las cartas sobre la mesa subiendo la tensión hasta un punto crítico. Pero aún quedan unas horas. Nunca antes de las 14.25, los diputados volverán a votar hoy en el Congreso la propuesta socialista y decidirán si dan paso al primer gobierno de coalición de España o si, por el contrario, Pedro Sánchez protagoniza otra investidura fallida.

En las últimas horas ha tenido lugar una sucesión de ofertas y contraofertas entre ambos partidos que, por el momento, no ha dado ningún fruto. Si un acuerdo a última hora no lo remedia, Sánchez camina hoy hacia una investidura fallida. Este jueves, Unidas Podemos mandaba (y hacía pública) una nueva propuesta al PSOE, en el que pedía Trabajo, Sanidad, Ciencia y una vicepresidencia. A los pocos minutos, Ferraz la ha rechazado aludiendo a que "no hay carteras de primera ni de segunda".

Esta es la dinámica en la que están metidos ambas fuerzas políticas a escasas horas de la segunda votación. A última hora de la tarde del miércoles, el PSOE perdía la esperanza en las negociaciones con UP. Sánchez llamaba a Iglesias para trasladarle la "ultima oferta" y rechazar cederle Hacienda, Trabajo, Igualdad y Transición Ecológica, según los morados. Los socialistas han esgrimido en múltiples ocasiones la importancia de que los morados aceptasen una representación ajustada a los resultados electorales.

Tras apostar por la discreción, los socialistas reaccionaban filtrando las "exigencias" que les habían hecho los de Iglesias, que les solicitaba una vicepresidencia y cinco ministerios, para evidenciar las abultadas aspiraciones de los morados. Sin embargo, desde UP aseguraron que se trataba de un documento inicial para comenzar a dialogar y no una exigencia cerrada.

Lea aquí las "exigencias" de Podemos, según el PSOE

Seguidamente, los socialistas desvelaron uno de los secretos mejor guardados de Ferraz: la última oferta que le hizo Pedro Sánchez a Pablo Iglesias, en la que ofrecía una vicepresidencia y tres ministerios: Vivienda y Economía Social, Sanidad, Asuntos Sociales y Consumo e Igualdad. Sin embargo, desde Unidos Podemos aseguraban a este medio que ese ofrecimiento no se había producido y, por tanto, no podía haber sido rechazado, según informa Sato Díaz. Durante las próximas horas solo cabe, para los socialistas, que el líder morado rectifique.

Lea aquí la última oferta de Sánchez a Iglesias

En cualquier caso, este cruce de reproches y propuestas en la prensa ha dejado las negociaciones en un punto crítico. Incluso, Telecinco llegó a anunciar una entrevista del presidente del Gobierno en funciones en los informativos de la noche. A los pocos minutos, la cadena borró el tuit en el que lo había anunciado. Finalmente, el líder socialista acudirá este jueves a las 21.10 a responder a las preguntas del periodista Pedro Piqueras.

Hoy los morados tendrán que retratarse ante la propuesta de Sánchez con su voto. Incluso tras perder la votación del martes, algunas fuentes socialistas se mostraban "optimistas" con que pudiera haber un acuerdo este jueves con la excusa de que aún había tiempo para apurar el diálogo. Sin embargo, las esperanzas se han dispersado en las últimas horas.

Sánchez y la oportunidad histórica

Si finalmente Sánchez no lograse recabar hoy más 'síes' que 'noes' en la votación del jueves, el reloj hacia las elecciones empezaría a correr. La Constitución otorga dos meses hasta los comicios, un periodo en el que se pueden tramitar otras propuestas. Por tanto, podría haber una nueva oportunidad para que Sánchez lo intentara de nuevo en septiembre, una opción que durante las últimas semanas han alimentado desde Podemos, pero a la que el PSOE cerró la puerta como mecanismo de presión. Al menos, hasta ahora.

“Hoy, no mañana. Ya, no en septiembre o en octubre o noviembre”, apremiaba el presidente del Gobierno en funciones  a todos los diputados a los que dirigió su discurso de investidura el lunes. Planteó su nuevo gobierno como una “segunda gran transformación de nuestro país”, pero en la primera votación solo recabó los apoyos de su grupo y del diputado del Partido Regionalista de Cantabria. Incluso ERC, que había declarado que no obstaculizaría la formación de gobierno, votó en contra. 

En ese primer debate, el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, reprendió desde la tribuna del Congreso a PSOE y Unidas Podemos instándoles a que rebajasen la tensión, bajo el argumento de que no cerrar un acuerdo sería una "irresponsabilidad histórica que solo pagará la izquierda". 

Antes de la primera votación fallida, el mismo PSOE planteó el 'sí' a Sánchez como una oportunidad histórica. Si el dirigente socialista lograse la confianza de la cámara, la democracia española alumbraría por primera vez un gobierno de coalición, de izquierdas y con una fuerza a la izquierda del PSOE. 

“Sería un error histórico no conformar un gobierno progresista”, reconocía contundente la vicesecretaria del partido Adriana Lastra, durante su intervención el martes en la sesión de investidura de Pedro Sánchez, pocos minutos antes de que el aspirante socialista fracasase en la primera votación. Este jueves se dirime si será su partido quien dirima ese fallo.