Las kellys se movilizan en plena temporada turística
- Las camareras de piso de Ibiza y Formentera convocan huelga este fin de semana
- Más de una decena de ciudades han convocado a las trabajadoras de este sector para que se concentren el domingo
Este agosto, miles de turistas se han desplazado, como cada año, a Ibiza y Formentera. El aumento de visitantes en la temporada deja una jugosa inversión en los hoteles de la isla, pero también una mayor carga de trabajo sobre las espaldas de las camareras de piso, conocidas como las kellys. Sin embargo, los próximos días 24 y 25 de agosto han decidido parar e ir a la huelga. Ese mismo domingo, compañeras de varias ciudades del estado (desde Barcelona a Sevilla, pasando por Palma de Mallorca) han convocado concentraciones por la tarde.
Este sector lleva ya varios años de luchas a sus espaldas, pero este fin de semana, las trabajadoras deciden parar para pedir que se cumpla la ley 31/1995, de Prevención de Riesgos Laborales, para poner coto al elevado número de habitaciones que deben limpiar. De hecho, también quieren que se introduzca la medición de tiempos para regular la carga de trabajo en el convenio de hostelería.
La movilización comenzó a fraguarse el pasado 15 de julio, cuando un centenar de camareras de piso se reunieron en asamblea, convocaron los paros y pidieron a CGT que les dieran soporte legal.
"De forma general, una camarera de piso puede hacer una media de 24 habitaciones y además, encargarse de la limpieza del hotel y las zonas nobles, como la recepción, el comedor o los pasillos", explica Sara del Mar, presidenta de la asociación Kellys Unión Baleares, sobre lo que puede suponer una jornada de trabajo en los hoteles de la zona en pleno agosto.
La entrevistada describe jornadas maratonianas, donde a veces no da tiempo a "bajar a comer" o para beber agua". En verano, las cargas de trabajo se multiplican al haber más clientes, pero además, la presidenta advierte de que este sobreesfuerzo le pasa factura a las trabajadoras: "Ahora es cuando más bajas se producen. No se restituyen con otra persona, sino que se reparte el trabajo entre las que estamos en el hotel. Ese día, en vez de 24 habitaciones ese día te tocan 30. Eso se está generalizando".
Concentraciones en toda España
El domingo 25 también hay programas concentraciones en varias ciudades del Estado, que convocan a las kellys a congregarse a las 19 horas en la mayoría de casos, con la excepción de Tenerife, que las emplaza a las 17 h. y de Toledo, que ha establecido las 18 h.
Entre las reclamaciones comunes de las camareras de piso de toda España está la excesiva carga de trabajo, el reconocimiento de las enfermedades profesionales, la jubilación anticipada y la no externalización, entre otras cuestiones.
Pese a que el Ministerio de Trabajo dio la orden hace un año de que se reconocieran como enfermedades profesionales aquellas dolencias que estas trabajadoras presentan con más frecuencia, como el túnel carpiano, epicondilitis o tendinitis, Del Mar cree que es solo el primer paso y quiere que se reconozcan otras como, por ejemplo, la lumbalgia. "Nosotras no trabajamos solo con los brazos y las manos, sino con todo el cuerpo. Cuando tenemos que tirar de una cama o mover un mueble o agacharnos para limpiar utilizamos la espalda y las piernas. Son muchas horas las que nos mantenemos en pie y salen varices. Ya conocemos compañeras que tienen el síndrome químico múltiple por haber estado expuestas muchos años a este tipo de productos".
Pese a haberse reunidos con varios partidos políticos, las camareras de piso aún no han conseguido uno de los grandes objetivos a nivel estatal: la modificación del artículo 42.1 del Estatuto de los Trabajadores para que los derechos de los trabajadores subcontratados por una empresa sean los mismos que aquellos que están en plantilla. La externalización ha sido una de las bestias negras de estas trabajadoras, ya que consideran que prestan un servicio fundamental para los hoteles y que solo constituye un camino hacia la precarización de su trabajo.
Del Mar reconoce que en Baleares tienen menos problemas con la externalización que en la Península, ya que se consiguió en el convenio que externas y trabajadoras en plantilla cobrasen lo mismo. Sin embargo, la presidenta apunta a que constituye un problema muy grave para sus compañeras del resto de los territorios, especialmente aquellas que trabajan en empresas pequeñas y medianas donde no hay comités de empresa: "Ahí no cobras por 8 horas trabajadas, sino por habitación hecha. Si te pagan 1,50 euros, ¿cuántas habitaciones tienes que hacer para llevar un sueldo a casa?", se pregunta.
La presidenta de esta asociación también narra el problema de inseguridad laboral al que se enfrentan estas trabajadoras precarizadas: "Algunos días lo que te encuentras es que te llaman para decirte 'Ven mañana o no vengas hoy' a las 7 de la mañana de ese día. Te sientes muy desprotegida. Te hacen contratos miserables, de horas o de días o de 4 horas mientras tú trabajas 8. Hay mucha impunidad"..
"El Gobierno no ha hecho nada de momento", explica sobre las promesas del Ejecutivo de cambiar el Estatuto de los Trabajadores. Formaciones como PSOE o Podemos se han mostrado favorables a estudiar sus reivindicaciones, pero las elecciones anticipadas y la posterior parálisis política también las han dejado en pausa. Sin embargo, las reivindicaciones de las camareras de piso no se paran.