Alberto Garzón: “A Sánchez se le puede obligar a cambiar, no es un hombre de principios”

  • Entrevista al coordinador federal de IU y candidato al Congreso de Unidas Podemos por Málaga

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Esta noche comienza una nueva campaña electoral oficialmente, porque en la práctica vivimos en una campaña constante y siempre se vislumbra en el horizonte una convocatoria electoral. Por cuarta vez en menos de cuatro años, los españoles acudirán a las urnas para elegir a sus representantes en el Congreso de los Diputados y en el Senado. Por ello, hablamos con Alberto Garzón (Logroño, 1985), coordinador federal de IU y candidato de Unidas Podemos por Málaga. Catalunya, crisis económica, la inestable situación política y social, algunos de los temas que trata con cuartopoder.

- Una nueva campaña electoral, nuevas elecciones. Las cuartas en menos de cuatro años. En IU teorizan que nos encontramos en una crisis de régimen. ¿Esta crisis de gobernabilidad es síntoma de esa crisis de régimen?

- Estamos viendo las diferentes expresiones y manifestaciones de una crisis de régimen que no encuentra salida. La opción constituyente desde abajo que defendemos nosotros ha perdido fuerza, pero tampoco ha conseguido vencer la opción reformista o gatopardiana de cambiar algunas cosas para que no cambie nada. Esta opción se representaría en la opción de acuerdo de PSOE con Ciudadanos que se llevó a cabo en el año 2016 y que se ha intentado esta vez, pero que Albert Rivera por razones de autonomía de lo político evitó. Ahora estamos en unas elecciones en las que las élites empresariales están buscando un entendimiento entre PP y PSOE para salir de la crisis de régimen por la derecha, como siempre han pretendido.

- En ese entendimiento entre PSOE y PP, Catalunya juega un papel importante. Las declaraciones del ministro Marlaska comparando la violencia que hubo en Euskadi con la de Catalunya son un buen ejemplo. ¿Están las élites auspiciando que se incremente el conflicto en Catalunya?

-  Una crisis de régimen siempre implica la crisis de sus dirigentes y su oposición. En términos clásicos, la clase dominante está fracturada. No hay tal cosa como un Estado Mayor donde se tomen unas decisiones y el resto le siga. De ahí que Rivera haya cortocircuitado una solución que a ojos de las clases empresariales parecía razonable, el acuerdo PSOE-Ciudadanos.

No obstante, en el PSOE hay mucha gente que en términos electorales y por razones de Estado considera que una derechización es rentable. En términos demoscópicos, captura el voto del centro, también de la derecha, de Ciudadanos y PP. En segundo lugar, porque creen que genera estabilidad, entendiendo estabilidad en los parámetros de la derecha: financiera y de las grandes empresas. De ahí que asistamos a la derechización de un PSOE que ha renunciado a derogar la reforma laboral en tiempos de crisis; lo dijo Pedro Sánchez, que haya renunciado a hablar de gobierno de izquierdas para hablar de gobierno progresista, un no neutral cambio de significantes; que haya utilizado el lenguaje para contribuir al clima de crispación en Catalunya y que utiliza el vector catalán para justificar un entendimiento entre PP y PSOE.

"Hay gente en el PSOE que considera que una derechización es rentable"

Sin embargo, no tiene visos de que eso vaya a prosperar en el largo plazo. La situación catalana no exige una cerrazón por parte del resto del país, sino abrir diálogo. Y me cuesta creer en este momento que ese entendimiento PSOE y PP incluya diálogo.

- Pero ve factible la opción que manifestaron Mariano Rajoy y Felipe González de una gran coalición entre PP y PSOE...

- Sin duda es parte del objetivo de las grandes empresas y élites de este país, preocupadas por el entorno geopolítico y económico en el que nos situamos. Son inteligentes y dedican recursos a conocer ese contexto y prefieren optar por esa vía. No obstante, hablar de una gran coalición no implica una concreción específica, puede ser un reparto de ministerios o un acuerdo más disimulado, probablemente, que incluya la abstención del PP.

- Volviendo a la cuestión territorial. Desde IU apuestan por la república federal. ¿Cree que en el clima actual, después de la sentencia, se puede entender en Catalunya esta propuesta?

"Prima el abuso de las exageraciones"

- Creo que la defensa de un modelo federal es difícil de defender en un momento de polarización. En estos momentos prima la hiperventilación, exaltación,el abuso de las exageraciones. Eso beneficia a posturas que buscan y se alimentan de la escalada del conflicto. Lo vemos en esa violencia gratuita y son horizonte de algunos independentistas que activa expectativas electorales de la derecha reaccionaria, al tiempo que las barbaridades que dicen gente como Albert Rivera o Santiago Abascal alimentan los prejuicios y autojustificaciones de sectores independentistas más intransigentes.

En este contexto es difícil hacer prevalecer los valores de prudencia, serenidad y diálogo, pero en el medio plazo solo va a poderse resolver el conflicto por esa vía. Una vía que creemos que concluirá por una apuesta federal y republicana que se dote de contenido. Al final, para seducir al conjunto de la población catalana, a su mayoría, necesitamos un proyecto de España distinto al vigente. No cabe solo hablar de la república federal en términos administrativos o competenciales solamente, sino que tiene que tener un contenido social, específico, de defensa de las familias trabajadoras, que permita aunar a estos sectores sociales no solo de Catalunya, sino también del resto del Estado.

- Unas declaraciones parecidas a estas han traído cierto revuelo entre sectores del independentismo y personas próximas a la CUP. Esta comparación que hace entre la ultraderecha y el independentismo. ¿Considera que el reparto de culpas ha de estar equilibrado entre la derecha española y el independentismo catalán?

-  El error es pensar que lo que yo hacía era identificar culpas. Yo hacía un argumento descriptivo: en periodos de polarización y escalada del conflicto, los beneficiados son aquellos que acogen las expectativas más radicales del conflicto. Esto se ve con la CUP, se presentan a las elecciones para absorber el potencial de gente que pueda estar descontenta con el giro pragmático de ERC, por ejemplo, y al mismo tiempo de Vox que está alimentándose de la moderación del PP y de la inconsistencia de Ciudadanos.

Por lo tanto, lo que yo he hecho es un elemento puramente descriptivo que se puede contrastar viendo las encuestas y su evolución. Que haya molestado en los sectores independentistas obedece más a que estamos en elecciones, en ese ánimo de polarizar también conmigo, más que a que lo que yo he dicho sea falso. Otra cosa es que vayamos a analizar las causas y culpas de la situación actual, eso es mucho más amplio. Implica otros factores, sería erróneo considerar que la actual situación es culpa de Vox o de la CUP, cuando el origen último de esta situación es anterior a la existencia, incluso, de estos dos partidos.

- Ha hecho referencia a los disturbios que hemos visto en Barcelona durante las últimas semanas. Hemos leído análisis de que estos disturbios, protagonizados por gente muy joven frente a la policía, tienen algo de ruptura, de destituyente al actual régimen, de una falta de expectativas de la juventud. ¿Cree que es así? ¿Valora que esta gente sale a la calle más que por el componente nacionalista por otros motivos que también estamos viendo en otras zonas del planeta?

"El independentismo no parece recabar votos en las clases populares"

- Sí, además, lo venimos avisando y otra gente, economistas y sociólogos, antes que nosotros. Hay un contexto neoliberal que genera ganadores y perdedores en todo el mundo y cuyas cristalizaciones específicas varían de un contexto a otro.

En Catalunya, tenemos no solo un auge independentista específico, contextualizado a partir del 2012, sino también a una generación que se ha criado y educado políticamente en ese independentismo.

La gente que hoy asista a esas manifestaciones y se haya visto seducida por la violencia y el fetichismo del fuego en esos altercados, si tienen 20 años, hace ocho años tenían 12. Eso significa que cuando Artur Mas agitó la bandera del independentismo para rehuir su responsabilidad de los recortes, esas personas no tenían una conciencia política adquirida, probablemente. Al final, lo que tenemos en esas manifestaciones no es solo independentismo, es también un proceso o fenómeno de frustración de expectativas de determinados grupos sociales diversos, interclasistas incluso, básicamente generacional y de extractos sociales de clase media.

Es algo que estamos viendo en otros procesos europeos e incluso americanos. Es importante, lo habíamos señalado ya, y expresa la necesidad de construir un proyecto de país que sea capaz de dar respuestas a esos procesos subyacentes. Nuestra república federal conecta muy bien con la necesidad de satisfacer esas necesidades. No desde la óptica de satisfacer a esas clases medias, sino especialmente de poder generar un nuevo rumbo.

Quiero precisar lo de las clases medias para evitar malentendidos. Los estudios demoscópicos han demostrado que los votantes de los partidos independentistas tienen una extracción básicamente de clase media, mientras que las clases populares tienen tendencia a votar a los no independentistas. Esto se puede explicar de diferentes formas, entre otras que gente que está menos cualificada y tiene trabajos manuales proceden de la inmigración extremeña o andaluza de los 60 y tiene una identidad nacional más española que catalana. Está claro que el independentismo no parece recabar votos en las clases populares, es una cuestión meramente descriptiva. Hay autores como Guillem Vidal que han planteado esto recientemente y otros ya habíamos explicado antes. Esto ayuda a conectar el fenómeno profundo de Catalunya con fenómenos internacionales que siguen la misma lógica aunque tengan sus diferencias.

- Cambiando de tema. Como economista. Oímos constantemente que se acerca una nueva crisis económica. 

- En primer lugar, las crisis son consustanciales al capitalismo. Decir que viene una crisis es obvio, la dificultad viene en saber cómo y en qué momento. Nunca se puede saber de una forma exacta. Los economistas no somos físicos newtonianos, somos algo más parecido a los geólogos, en todo caso somos capaces de decir en qué condiciones se da la erupción de un volcán pero no en qué minuto. Esto es importante, porque en el marxismo hay una corriente que dice que siempre va a llegar la crisis y claro, cuando llega, tienen razón, pero no hay detrás un análisis fundamentado.

Alberto Garzón. / Santi Donaire

Lo que sí es cierto es que entra las condiciones que se están generando está la falta resolución de la crisis anterior. La crisis anterior no se ha resuelto porque solo se han puesto parches. Se han hecho inyecciones multimillonarias de liquidez, es algo que venimos denunciando desde hace muchos años, yo en el Congreso se lo decía al propio Guindos, que ese era el camino para una nueva crisis financiera. Esas inyecciones de liquidez han generado una sobreabundancia de dinero en el sistema financiero que ha distorsionado todos los incentivos y que, al final, si se ha complementado con recortes en los servicios públicos y en los salarios, el crecimiento económico se resiente y vive de burbujas.

Lo que tenemos ahora es una demanda agregada débil, porque los salarios son bajos, la inversión pública es baja. Tenemos una situación en la que hay una ralentización de la economía porque hay unas turbulencias internacionales como son las guerras comerciales y las economías más potentes del mundo como Alemania, Estados Unidos y también China, se están viendo perjudicadas. El resto también, vivimos en una economía-mundo globalizada.

España, aún siendo de la periferia, va a sufrir esto y el tipo de crisis que vayamos a tener dependerá de la respuesta de los gobiernos. Si los gobiernos siguen la línea neoliberal de recortar salarios, condiciones laborales y en lo público, se estará haciendo caer las consecuencias de la crisis sobre las familias trabajadoras. Nosotros proponemos una hoja de ruta contraria a ello. Esta es la disputa política más importante de la campaña y está pasando desapercibida.

- Una de las propuestas de IU es la creación de un millón de empleos desde el sector público. ¿Podría explicar esta medida?

"Incluso el Ministerio de Finanzas alemán ya ha planteado crear más empleos públicos"

- En una situación de recesión económica como la actual, en la que la empresa privada no genera puestos de trabajo y las expectativas empresariales han recaído, los indicadores están reseñando la caída de las expectativas de los empresarios, por lo cual no invierten. Estamos viendo indicadores como el PMI, que señala que la producción industrial está decaída.

En este contexto, el libre mercado no va a generar el crecimiento económico que necesitamos, eso solo se puede generar desde la inversión pública. Es una práctica puramente keynesiana que el incluso el Ministerio de Finanzas alemán ya ha planteado. Lo que decimos es que vamos a generar ese empleo público, que necesita financiación suficiente a través de una reforma fiscal y que sirva no solo para generar puestos de trabajo sino para cambiar nuestro modelo productivo y para afrontar otros retos, como el del cambio climático. Es decir, hacer de la necesidad virtud.

- ¿Y cómo se paga esto?

- La primera cuestión es lo deseable. Lo deseable requiere una correlación de fuerzas que en este momento parece poco probable, pero no es descartable. Que el Banco Central Europeo, en vez de financiar de manera indirecta a los estados, por el mercado secundario, los financie de manera directa para acometer este tipo de inversiones. Esto sería posible si hubiera voluntad política. Hasta el momento no se ha hecho porque no hay voluntad política, porque los llamados halcones neoliberales alemanes ortodoxos, la corriente que se llama ordoliberalismo, no han querido. Y porque en los estatutos del Banco Central Europeo no es una prioridad la creación de puestos de trabajo, a diferencia de la Reserva Federal.

En segundo lugar, es obvio que hay competencias estatales en materia de lucha contra el fraude fiscal, en materia impositiva, en un momento en el que como hemos conocido recientemente, el número de multimillonarios se ha disparado, los agujeros de las grandes empresas son enormes y, si se quiere, se pueden obtener recursos suficientes para priorizar esa política. Insisto, no es un problema técnico, sino de voluntad política. Ha quedado claro, en los últimos siete años hemos asistido a un salvamento brutal de las entidades financieras con dinero público mientras se recortaba en servicios públicos. Eso ese una voluntad política, no una inevitabilidad técnica.

- La mochila austriaca. Ayer veíamos en una entrevista a Sánchez en eldiario.es que el PSOE la contempla, pero la vincula con la formación continuada de los trabajadores. Por otro lado, estamos leyendo que se trata de facilitar el despido e, incluso, que sean los trabajadores los que paguen su propio despido. ¿Qué es la mochila austriaca?

"La mochila austriaca busca incrementar la explotación laboral"

- La mochila austriaca es una demanda de las grandes empresas para abaratar los despidos. Puede tener diferentes cristalizaciones y concreciones e, incluso, elementos positivos, para ser honestos. Pero si la demandan las grandes empresas es porque buscan una fórmula que abarate el despido, incluso que lo haga gratuito. Esa es la música que defiende el PSOE, no es nuevo, la ha defendido el propio Pedro Sánchez con la agenda del cambio a principios del año. Estamos asistiendo a una continuación de la hoja de ruta neoliberal.

Para entender esto en contexto, debemos entender que nuestra economía, que no es una economía de alto nivel añadido, sino con unos sectores productivos muy poco competitivos y que cuando son competitivos son muy pequeños, estamos hablando de que hay unas élites que han considerado que el problema de su competitividad son los salarios. Esto es falso, pero explica por qué han hecho una reforma laboral para bajar salarios. La mochila austriaca se enmarca en este tipo de políticas: incrementar la explotación laboral e incrementar el margen de beneficios de las empresas y bajar los precios a través de bajar los salarios.

Creen que así se recupera la economía, algo que es falso, precisamente la paradoja de Kaldor explica que eso es erróneo, pero nos permite comprender por qué en el PSOE, que hace tiempo que dejó de ser socialdemócrata, tienen posiciones propias de un liberalismo anglosajón. En este sentido, Sánchez está más cerca de Tony Blair que de Jeremy Corbyn.

- Antes hablábamos de la estrategia de las élites, de una posible gran coalición entre PSOE y PP. Con esto que cuenta, con la derechización del PSOE en el conflicto catalán o con un Sánchez que se sitúa más cerca de Blair que de Corbyn, desde la estrategia de Unidas Podemos, ¿es viable seguir apostando por un gobierno de coalición con este PSOE?

- Es la tensión de siempre. El PSOE es un partido con enormes contradicciones internas. Una élite dirigente que piensa en términos de régimen y unas bases que en gran parte son de izquierdas y se identifican como republicanas. Esa unidad se sostiene básicamente a través de los símbolos, pero existe. Los dirigentes del PSOE han tenido que cabalgar estas contradicciones y lo han hecho siempre en función de la fuerza de nuestro espacio. Cuando hemos sido fuertes en términos electorales, en 2015 y 2016, el PSOE giró a la izquierda. Sánchez decía en televisión que le echaban porque no le dejaban pactar con nosotros.

Cuando hemos sido débiles, el PSOE gira a la derecha. Esto quiere decir que el resultado del 10N sea cual sea, condicionará el margen de maniobra de Sánchez. A Sánchez se le puede obligar a cambiar, porque ha demostrado que no es un hombre de principios, gira más en torno a lo que le dicen los ingenieros sociales que tiene en Moncloa. Lo mismo dice que le echan por no pactar con Podemos que que no puede dormir bien si pacta con Podemos. Esto es la expresión de una persona que no le otorga una prioridad importante a las convicciones.

- Otra de actualidad. El Tribunal Constitucional avala el despido por baja laboral de largos periodos. ¿Cómo valora esto? ¿En qué lugar deja esto al sistema judicial otra vez?

"En la judicatura, el sentido común se ha desplazado a la derecha"

- El sistema judicial tiene su heterogeneidad, pero las altas instancias son profundamente conservadores y tienen un sesgo hacia una interpretación reaccionaria de la política. Los jueces no son almas divinas neutrales, son seres de carne y hueso que viven en contextos sociopolíticos. De ahí que estemos asistiendo en los últimos años a casos de jueces que meten en prisión a cantantes o tuiteros aplicando las mismas leyes que hace 30 años existían pero que no significaban para los jueces las mismas consecuencias. En la judicatura, el sentido común se ha desplazado de forma nítida hacia la derecha.

Esto que opera en el ámbito de los derechos civiles, también opera en el de los derechos laborales. La sentencia del constitucional es una enorme barbaridad, implica anteponer el beneficio empresarial a la salud de los trabajadores, así de sencillo. Ha sido una interpretación reaccionaria de unos jueces que están contextualizándose dentro de una ola autoritaria y reaccionaria que podría explicarse porque las altas instancias del poder judicial tienen un enorme sesgo hacia la derecha.

Esto es así, en primer lugar, porque son elegidos por organismos, como el Congreso y Senado, que han sido gobernados por la derecha; en segundo lugar, porque la probabilidad de ser juez es mayor entre la clase alta que las populares por razones obvias; en tercer lugar porque operan como una casta que se reproduce a sí misma, se eligen a si mismos en los órganos judiciales, y por lo tanto tenemos una combinación extraordinaria por la que los que toman las decisiones no representan a la persona media. Por mucho que interpretan leyes, como hay que interpretarlas, el sesgo ideológico está hacia la derecha. Lo hemos visto en distintos temas, especialmente en el feminista, principalmente con el caso de La Manada, pero también en cuestiones laborales y otros. Hay que repensar la justicia para hacerla mucho más justa.

2 Comments
  1. Florentino says

    … No tiene principios propios (Sánchez), pero influidos no veas la variedad de contradicciones que tiene; las expone por platós televisivos, con la ayuda inestimable del entrevistador mediático. ¡ Que al día siguiente desmiente, o dice que él no habló tal cosa !. Hace muy bién Garzón en diferenciar ciertas bases militantes, de las élites oligopolistas neoliberales, que forman y conforman una masa ampliamente descarada amamantada, retroalimentada por los poderes ocultos económicos; con sus puertas giratorias, de empresas que fueron públicas antes, siendo privatizadas por los Isidoros del régimen…
    Han creado un bipartidismo sin escrúpulos, turnante, opaco, visceralmente golpista, engañoso, y vendedor de los más elementales señas de identidad social… ¡ Por qué de socialista, solo existen los de las cunetas, fosas y campos !. Alejados de las libertades cívicas, sin ideología que transmitir, ¿ dónde está el socialismo en libertad ?. Y ¿ los cien años de honradez y de firmeza ?. Las derechas están donde siempre estuvieron y en estas llegan los «capullos» vendidos, para realizar las ventas de las empresas públicas en forma de gangas, para luego tener donde aparcar la vergüenza del traidor a los valores de la emancipación trabajadora y obrera… ¡ Lo social !.
    La judicatura, siempre fué de derechas, (con contadas excepciones)… ¡ Que luego son purgados por el articulo noveno !. Son puestos a dedo por los bipartidistas del régimen, y con esas premisas, sale lo que sale siempre; bien sea la Gurtel, Lezo, púnica, ERES, Manadas, o El tarajal, Altsasu…
    Sato, una buena crónica, con un interlocutor válido; que ojala sirva para una reflexión de la izquierda y camine en masa hasta las urnas, dando su merecido escarmiento con votos necesarios, y poder restablecer la herramienta de la mayoría social, que tan mal lo pasa y que puede ser la muerte en la próxima… Gran Coalición PP+PsoE !.

  2. Miguel says

    Principios no se si tendrá el trilero e impostor de Pedrito Sánchez , pero «objetivos» como el de » conseguirse un pensionazo vitalicio» a cuenta de pasarse una temporadita rascándose toda la zona baja del pubis en eso que llaman la Moncloa ; desde luego que si.

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